Agenda del día

13/10/2019

Agenda de la Mañana

Agenda de los diarios

Esta noche se producirá el primer debate presidencial en plena campaña electoral

Clarín: 

Macri apuesta a agitar la campaña y Alberto F., a mostrarse más moderado.  Esta noche, desde las 21, todos los candidatos a presidente debatirán en Santa Fe. Macri intentará discutir sobre temas que incomodan al peronismo. Fernández, que sacó gran ventaja en las PASO, quiere evitar los choques frontales y lucir calmo. Lavagna insistirá con su mensaje anti grieta. El domingo próximo volverán a encontrarse en la Universidad de Buenos Aires.

La Nación: 

Votantes moderados y del interior, el objetivo para la recta final. Votantes de centro en el espectro ideológico, de clase media, del interior bonaerense y de Córdoba. El presidente Mauricio Macri y su principal rival electoral, Alberto Fernández, apuntarán a los mismos objetivos en el tramo final de la campaña. Es allí donde perciben mayor volatilidad para salir en busca de apoyo. Sin embargo, cuando faltan solo dos semanas para las elecciones del 27 de octubre, los dos principales candidatos exhiben diferencias en la dinámica.

Crónica: 

Expectativa por el primer round: El debate presidencial arranca en Santa Fe.

Popular: Todo listo para el debate. 

Los seis candidatos presidenciales participan hoy del primer debate obligatorio que se realizará en la Universidad del Litoral y tendrá el duelo entre Macri y Alberto Fernández como principal atractivo. Los preparativos. Especialistas opinan si incidirá en el voto.

Otros Temas

Las lluvias colapsaron los tres aeropuertos. 

Miles de pasajeros varados e impacientes esperando en extensas filas. Esas eran las imágenes que ayer se veían tanto en el Aeroparque como en Ezeiza y El Palomar. Por las intensas lluvias y la tormenta eléctrica, 124 vuelos se vieron afectados, entre cancelaciones, reprogramaciones y demoras. De hecho, algunos pasajeros debieron permanecer muchas horas en los aviones, luego de que los vuelos fueron desviados a aeropuertos del interior, como el de Rosario, donde las condiciones meteorológicas eran mejores. (Clarín - La Nación - Perfil - Popular)

No hay lluvia que pueda parar la marea verde. 

Con una concurrencia masiva comenzó en La Plata el Encuentro de Mujeres. Se denunciaron las consecuencias de las políticas de ajuste. Hubo un pañuelazo por el aborto legal y una marcha contra los travesticidios (La Nación - Página 12 - Perfil - Popular)

Muerte del Pechi Quiroga. 

El intendente de Neuquén falleció a los 65 años. Esperaba un trasplante. (Perfil)

Otra vez sopa: Destrozos e inundaciones. 

Las fuertes precipitaciones hicieron estragos en Capital y el conurbano. Hubo granizo, calles anegadas y voladura de techos. Trastornos en Ezeiza y Aeroparque. Algunos barrios se quedaron sin luz. Se suspendieron los partidos del ascenso. (Página 12 - Crónica)

Agenda Política

El plan de los 100 días: El programa del PJ. 

El documento que elaboraron más de 700 especialistas, incluidos los miembros de los equipos de Alberto Fernández, para 18 áreas estratégicas del Gobierno. Qué puede pasar con tarifas, retenciones, paritarias, obras de infraestructura y créditos, entre otros aspectos claves  (Página 12)

Beliz vuelve y se suma al equipo de Alberto F. 

Ocupará un lugar en el futuro gabinete (Perfil)

Chaco elige gobernador entre Capitanich y Peche. 

(Crónica)

Agenda Económica

Negociación urgente por la deuda: Vencen US$ 23 mil millones en el inicio del gobierno electo. 

La economía en 2020 estará atada a cómo se resuelvan los pagos de esa suma, comprometidos entre enero y mayo. Una tarea contra reloj que tiene atentos a los mercados. Opciones para evitar el default. (Perfil)

La Entrevista

Graciela Fernández Meijide, Referente en Derechos Humanos.

?Es inaceptable que la Comisión de la Memoria investigue a los periodistas?

(Clarín)

La Entrevista II

Eduardo Valdéz, Ex embajador en El Vaticano.

"Francisco no es kirchnerista"

(Perfil)

Internacionales

Lenín Moreno militariza Quito, ordena toque de queda y promete revisar el ajuste. 

El presidente militarizó la capital tras 10 días de violencia de grupos indigenistas y represión policial con 5 muertos y 2.000 heridos. Moreno dijo que revisará el decreto de suba de las naftas y los manifestantes se mostraron también dispuestos a negociar. (Clarín - La Nación - Página 12 - Perfil - Crónica)

Columnas

Joaquín Morales Solá
Qué quieren los que se movilizan por Macri

El alma de Durán Barba ya no está en el Gobierno. Su afición a las redes sociales y a los tímbreos esporádicos ha desaparecido. Esos métodos construyeron un Macri lejano para la gente común, un rico rodeado de ricos. La campaña actual de Macri es muy distinta: salió a buscar multitudes en nombre de valores permanentes. Son valores tan fundamentales como la libertad, la convivencia, la lucha contra la corrupción y el tráfico de drogas y el respeto a la división de poderes.
Más sorprendente que la finitud del duranbarbismo o de la instauración de una nueva estrategia es que la gente de a pie (sobre todo la clase media) salió a respaldar al Presidente en movilizaciones realmente numerosas. Fueron así fundamentalmente en la Capital, en Tucumán, en Bahía Blanca y en Mendoza, aunque el oficialismo no se decepcionó en ningún lado. Macri, acostumbrado a actos quirúrgicamente programados, está eufórico después de conocer a multitudes desorganizadas que se acercan a la tribuna presidencial sin aparatos, sin transporte especial, sin la promesa de una contraprestación por su presencia.
Es la primera vez que la clase media ocupa la calle, territorio que estaba reservado al peronismo, a los sindicatos y a los movimientos sociales. Ese sector social predomina en las convocatorias de Macri, aunque también asisten exponentes de la clase baja. Los sectores medios solían salir solo para votar y regresar luego a casa, alegres o frustrados. La clase media, pero no solo ella, es sensible a temas que la clase alta desprecia. Los sectores bajos, la mayoría al menos, están razonablemente preocupados por las cosas que les faltan en la vida cotidiana. Pero la actual decisión colectiva que se observa alrededor de Macri indica que, a veces, la regresión es imposible para ciertos progresos sociales. Desde ya, estas movilizaciones habrían sido imposibles si frente a Macri no estuviera una propuesta que incluye a Cristina Kirchner. La expresidenta es considerada la expresión de una época intolerante, crispada y de persecuciones a opositores y críticos. Digan lo que digan, el macrismo significó la restauración de los valores antitéticos a aquella situación que tuvo su momento más jacobino en los últimos años de Cristina Kirchner. Ningún macrista fanático anda persiguiendo opositores por la calle como sí lo hacía el cristinismo. Volvió a hacerlo después de las elecciones de agosto, en las que el cristiperonismo ganó arrolladoramente. Está de más subrayar que Macri convoca en nombre de valores políticos y democráticos; obviamente nadie concurre a los actos para aplaudirlo por sus éxitos económicos. El acto multitudinario al que está convocando en la avenida 9 de Julio para el próximo sábado tiene como referencia el cierre de campaña de Raúl Alfonsín, en 1983, cuando el líder radical planteó la opción entre democracia y autoritarismo.

Jorge Fontevecchia
Latinoamericanización de la Argentina

Los rostros que muestran las imágenes que vemos de quienes mayoritariamente llevan adelante las protestas en Ecuador pueden generar la falsa idea de que, por tratarse de una población parcialmente descendiente de habitantes precolombinos, representan realidades muy diferentes a la de Argentina. En el imaginario colectivo sobrevive la idea de una Argentina mayoritariamente de clase media, pero comenzó a dejar de serlo hace cuarenta años en los años 70.
Hace ya más de veinte años que la Argentina es un país donde las diferencias socioeconómicas se han latinoamericanizado, acumulando tres generaciones completas con un tercio de la población que vive en condiciones de pobreza estructural, con adolescentes que ven a sus padres y abuelos que nunca tuvieron un trabajo formal.
El cuadro que acompaña esta columna registra la evolución del Coeficiente de Gini, que mide la desigualdad entre quienes más y menos tienen, donde cero corresponde a que todos tengan exactamente la misma renta y cien, a que solo uno acumula toda la riqueza. A nuestros fines, grafica año por año desde 2003 y agrega 1998 para poder comparar dos década completas para Argentina, y todos los países sudamericanos más México y Canadá, además de las principales mayores economías mundiales: Estados Unidos, Unión Europea, China y Japón.
En el caso argentino, sin dudas el kirchnerismo mejoró la equidad comenzando en 2003 con un Coeficiente de Gini de 51,2 para llevarlo en 2013 al menor valor, de 41. Luego Macri lo empeoró subiéndolo en 2018 a 43,4 con una mejoría en el medio de su gestión, en 2017, bajándolo a 41,7 desde 42,8 de 2016, pero era otro año del propio gobierno de Cambiemos, que lo había empeorado primero y sus promedios fueron siempre peores que los de Cristina Kirchner.
Pero ya sea con los números peores como con los mejores, la población argentina se viene pareciendo más a la configuración social del resto de Latinoamérica, como lo refleja nuestro Coeficiente de Gini, que durante las últimas dos décadas se viene empalmando con los de Ecuador, Bolivia y Perú. México y Brasil son la excepción de mayor desigualdad, con coeficientes por arriba de cincuenta, y Uruguay la excepción latinoamericana, con coeficientes de treinta y pico como los de Canadá, Australia, Estados Unidos, Europa y Japón.
Parte de la degradación de aquella Argentina mucho más igualitaria de los años 70 la comienza a explicar la demografía, porque se duplicó nuestra población desde entonces sin aumentar proporcionalmente la riqueza necesaria.

Raúl Kollman
No se puede y no se da vuelta

La consigna de Mauricio Macri,Lo damos vuelta, parece imposible. Ni un solo consultor de los doce que hablaron con PáginaI12 ve chances de que se produzca un vuelco o que sea necesario un ballottage. La opinión unánime es que la gira únicamente logra agrupar el voto propio, en especial con el beso al pañuelo celeste y las apelaciones sobre el narcotráfico o las leyes penales. Por lo tanto, la diferencia tiende a ampliarse, no a reducirse, con el trasfondo de la catástrofe económica. Estos son los diagnósticos.
Hugo Haime, de Haime y Asociados, es categórico.
?Macri no tiene ninguna posibilidad de revertir el resultado.
Lo único que esta en discusión es el nivel de la diferencia.
Los últimos estudios conocidos marcan que la misma se amplio en lugar de achicarse. No obstante siempre hay que estar atentos. Recordamos lo sucedido en 2015. Una parte importante de quienes no habían votado en la PASO votaron por Macri. Pero esa fue una elección en donde en primera vuelta hubo solo tres puntos de diferencia.
Aqui estamos hablando de 16. En mi opinión se trata de saber por cuánto va a ganar Alberto y cuál será el destino de Macri?.
Eduardo Fidanza, de Poliarquía, coincide en que ?las posibilidades de que Macri sea reelegido son muy bajas. Primero, no se observa ninguna mejora de los indicadores que inciden en el voto: un tercio apoya a Macri y dos tercios lo reprueban.
Segundo, el análisis post- PASO muestra que la fidelidad de voto es muy alta en las dos principales fuerzas, lo que significa que no habrá cambios significativos.
Tampoco hay fuga de votos de terceras fuerzas hacia Macri y los que no concurrieron a votar en las primarias votarán parecido a los que concurrieron.
Esto lleva a la conclusión de que la gira puede tener un efecto de fidelización de la base electoral y tal vez permitan sumar algunos votos, pero no pueden cambiar el previsible resultado que llevaría a Fernández a la presidencia en primera vuelta?.
Para Roberto Bacman, del CEOP, ?las posibilidades de que se dé vuelta la elección son muy pocas. Y agregaría que nuestras encuestas no detectan un efecto electoral considerable en la gira presidencial. Todo parece indicar que su objetivo está más direccionado a sostener a su propio núcleo duro tras el golpe de las urnas de agosto y ante el potencial drenaje de votantes periféricos enojados. Esto también explica el viraje a la derecha y el regreso a las promesas?.
Federico Aurelio, de Aresco, ve que ?las diferencias electorales de las PASO dejan casi sellado el camino, sin necesidad de ballotage. La actuación del Gobierno y la acentuación de la crisis económica no dan margen a la mejora del humor social que requeriría Cambiemos. La modalidad de la campaña de Macri, con las plazas y los ejes discursivos de sus protagonistas no atraen al no elector de Cambiemos.
Es una campaña más orientada a generar militancia y pertenencia al electorado propio que a quien no los votó?.

Eduardo Van der Kooy
Macri y Cristina pelean por subsistir

La próxima elección, como resulta obvio, resolverá la continuidad de Mauricio Macri o su reemplazo por la fórmula de Alberto y Cristina Fernández.
Pero podría abrir, además, las puertas a otra novedad. El diseño de un mapa político distinto al de la post crisis. La atenuación, tal vez, del personalismo que caracterizó el tiempo kirchnerista, en el cual la ex presidenta se hizo dueña de la palma.
El Presidente, si gana, carecerá de otro período.
Podría retener influencia, en ese caso, para imponer a un heredero. Se trata de una hipótesis poco factible. A veces daría la impresión de que las llamativas caravanas de campaña de Macri no apuntan tanto a revertir el resultado de las PASO como a prepararse si debe regresar al llano. Aunque nadie tiene claro, ni su círculo íntimo, cuál puede ser la voluntad final del ingeniero. ?Para qué me habré metido en esto?, se lo escuchó repetir cuando la sorpresa de agosto convirtió a la Argentina en un tembladeral.
El caso de Cristina puede ser distinto. Pero también incierto. Una derrota dañará definitivamente su liderazgo. Aunque conserve influencia religiosa sobre su importante legión de fieles. Tampoco existe certeza acerca de cuánto una victoria del binomio de los Fernández repondría a la ex presidenta en el papel omnipresente que siempre supo tener.
Alberto F. ha comenzado prudentemente a marcar el territorio. ?No tendrá ninguna injerencia en la formación del gabinete?, declaró.
En el futuro habrá que cotejar esas palabras con los nombres que integren el equipo, todavía presunto. Los límites de Cristina parecieran delineados ahora por otra realidad. Su complicado estado judicial y familiar, que promete estirarse mucho tiempo aún cuando se tenga en cuenta la genuflexión del Poder Judicial.
Tras su sexto viaje a La Habana, la ex presidenta no logró clarificar la salida del laberinto que le plantea la enfermedad de su hija Florencia, en tratamiento en la isla desde el verano. La continuidad de los viajes (el primero ocurrió a mediados de marzo) desnudarían la seriedad de la situación. Reflejada en una circunstancia: no siempre Cristina en sus estancias en La Habana tuvo contacto directo con su hija. Lo hizo y hace, en ocasiones, con la mediación de terapeutas y médicos.
Los partes que envían los médicos cubanos a la Justicia explican de manera vaga los padecimientos de Florencia. Sufre una combinación de trastornos neurológicos, psicológicos y físicos. La clave son los dos primeros tópicos.
Cuyos síntomas habrían sido detectados mucho antes de que en la joven hiciera eclosión la crisis. Resultaron descuidados por la vida aparentemente normal que llevaba. Se dedicaba al cine. Hasta fue madre.

 

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