Agenda del día

29/03/2020

Agenda de la Mañana

Agenda de los diarios

 

El gobierno busca evitar los despidos y paralizar la economía por el Coronavirus

 

 

Clarín: Los bancos prestarán a tasa baja para que las empresas paguen los sueldos. 

Los bancos privados y estatales ofrecerán unos $ 250.000 millones en créditos al 24% de interés, la mitad de la tasa que se cobra en el mercado. Para liberar ese dinero, el Banco Central les bajó dos puntos el encaje que deben tener en la actualidad. Apuntan a las empresas grandes y las pymes con dificultades para abonar los sueldos de marzo. En esa misma línea, reforzarán los Repro, aliviarán deudas con AFIP y rebajarán el pago de aportes patronales.

La Nación: El Gobierno ya distribuyó $100.000 millones en las medidas contra la crisis. 

Con todas las medidas anunciadas en las últimas dos semanas, el Gobierno ya comprometió 100.000 millones de pesos para paliar la crisis. Se trata del dinero que se destinará a un bono para beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH); pagos extras para jubilados y pensionados del haber mínimo, y también destinados a personas que cobran planes sociales y trabajadores informales, entre otros.

Perfil: Alerta: pandemia laboral: Empresas y sindicatos piden flexibilizar la cuarentena. C

ien mil empleos en riesgo solo en la construcción. Pymes al límite. Alberto critica los despidos y afirma que hay asistencia desde el Estado. Con más camas y acopio de alimento, en el GBA esperan seis meses críticos. Hay 55 nuevos casos y suman 745 los infectados. Son 19 los muertos. Cambio: se testea a quienes tengan síntomas aunque no hayan viajado.

Coronavirus

 

55 casos más y 2 muertos.

Los contagios fueron la mitad de los del día anterior y llegan a 745. (Clarín- Perfil - Crónica)

Arman un comité con intendentes y piqueteros para contener la crisis en el Conurbano.  

El Ministerio de Desarrollo Social sumó a los intendentes peronistas del Gran Buenos Aires y a los jefes piqueteros para organizar la distribución de alimentos en el Conurbano. Allí esperan el impacto más duro de la pandemia para los próximos días. Y temen que haya estallidos sociales.(Clarín)

Fernández busca apoyo científico y político para ampliar la cuarentena.

La decisión ya la tiene tomada, admiten en la Casa Rosada, pero el presidente Alberto Fernández busca el mayor respaldo científico y político antes de anunciarla. Por esa razón, hoy se reunirá en Olivos con un grupo de infectólogos y epidemiólogos para analizar los efectos que tendría la ampliación de la cuarentena total hasta el 12 de abril, Domingo de Pascuas. De esta manera, busca repetir el esquema que aplicó cuando anunció el ?aislamiento social obligatorio? hasta el próximo martes. (La Nación - Crónica - Popular)

Respiradores en el aire.

Comenzó el envío de dispositivos críticos a las provincias del norte del país. Cómo funcionan las dos fábricas argentinas que triplicaron la producción para atender la emergencia. (Perfil)

Las farmacias alertan por falta de insumos.

Profesionales farmacéuticos advirtieron que no se les están proveyendo a las farmacias los insumos esenciales para la prevención del coronavirus y pidieron identificar a los responsables. (Crónica)

Agenda Económica

 

Guerra contra los vivos

En medio de la pandemia, se registraron aumentos desmedidos. Frutas y verduras triplicaron su precio. Desde la Secretaría de Comercio se mostraron terminantes: ?Seremos inflexibles?. Los municipios tendrán una herramienta para sancionar los incumplimientos. (Crónica)

Internacionales

 

El coronavirus causa hambre, tensión social y más de 10.000 muertos en Italia.

La cuarentena extendida comenzó a generar desbordes sociales en Italia. Hay cada vez más personas sin ingresos y hubo saqueos en supermercados del sur. Ayer, la cifra de muertos llegó a 10.023 aunque bajó la cantidad de contagios. La epidemia volvió a golpear fuerte en España y Francia. (Clarín- La Nación)

Columnas

 

Joaquín Morales Solá
En los umbrales de otro mundo

¿Cuándo regresarán los abrazos y los besos? ¿Cuándo volverá a ser habitual dar la mano, el gesto más antiguo de amistad, de cortesía o de reconciliación? ¿Cuándo, en fin, la democracia recobrará su sistema de plenas libertades? Si dudamos sobre el tiempo en que regresarán esos actos elementales de la vida cotidiana, todo lo demás es solo una cadena de deducciones. La virulencia y la duración de la peste son incógnitas que no se han revelado aún.
La caída de la economía mundial es una constatación, pero su profundidad pertenece al mundo de las inferencias, a conjeturas que entrelazan la recesión cierta de ahora con las fechas supuestas del fin del virus. Las distintas reacciones de los gobernantes sepultaron las diferencias ideológicas. Trump tiene los mismos temores que López Obrador o que Bolsonaro frente al consejo de los sanitaristas de paralizar a la sociedad y, por lo tanto, de frenar la economía. Y ese mismo temor lo habían tenido el socialista español Pedro Sánchez y el conservador británico Boris Johnson.
La actividad industrial en la Argentina se contrajo el 13,5% en enero y febrero, según una evaluación de Orlando Ferreres. En febrero solo se estaba en los primeros días de la contracción provocada por el coronavirus. Varios economistas argentinos sostienen que la economía local caerá este año entre el 2,6% y el 4%. Ni en la crisis financiera mundial de 2008/2009 cayó tanto. La Argentina tiene dos problemas ante la amenaza de la pandemia. Uno es que el sistema sanitario público es viejo y escaso. Los médicos, enfermeros y paramédicos son el único capital de la sanidad pública, pero no tienen instrumentos modernos ni insumos básicos de la medicina. El otro problema es que la economía argentina ya venía mal, maltratada por una recesión de dos años y con una deuda a un paso del default. El riesgo que más atemoriza al Gobierno es la instalación de la pandemia en el vasto y frágil conurbano bonaerense, donde el Estado y la gente viven al día. La cuarentena es la única solución que encontró hasta ahora la humanidad para una enfermedad sin vacuna y sin remedio. Pero muchas personas viven en una o dos habitaciones en barrios carenciados o villas. La vida social ahí transcurre en la calle o en las plazas. ¿Cómo pedirles a muchas personas que respeten el encierro en pocos metros cuadrados? En el conurbano, la región más poblada del país, habita la mayor cantidad de cuentapropistas. Gente que trabaja sin relación de dependencia. El freno de la economía significa quedarse sin ingresos en un país donde el 40% de su economía es informal. En la propia Capital, hay departamentos de dos o tres ambientes donde viven muchas personas de clase media. El estrés y la depresión de semejante encierro baja las defensas del cuerpo y modifica el equilibrio psicológico. La comprensión inicial del aislamiento puede convertirse en rebeldía en cualquier momento.
Para peor, la recesión está paralizando la economía mundial. Mala noticia para la Argentina. El turismo es el sector más golpeado, pero no el único. Las aerolíneas, los aeropuertos, los hoteles, los restaurantes y el comercio en general han visto caer sus ventas verticalmente. Según bancos de inversión, la economía norteamericana caerá un 13% en el segundo trimestre, una contracción mayor que la de la crisis de 2008, que fue del 8,4% en el trimestre en que estalló. Será, advierten, la contracción económica más aguda desde la Segunda Guerra. El PBI anual norteamericano podría caer el 1%, si los Estados Unidos recuperaran el crecimiento en el segundo semestre del año. Y si tuviera efecto la mayor intervención del Estado en la economía (más de dos billones de dólares) en toda la historia norteamericana. Por ahora, el gigante del norte está en recesión y Trump podría perder la reelección que tenía asegurada hasta hace 45 días.

Jorge Fontevecchia
Estado de excepción

?La invención de una epidemia? fue el título del texto escrito por el filósofo italiano Giorgio Agamben, célebre en el mundo académico por sus libros sobre biopolítica y estado de excepción (Homo sacer I. El poder soberano y la nuda vida). Otro filósofo italiano, Franco Berardi, conocido como Bifo, escribió: ?El virus radica en la parálisis relacional que propaga?.
Las evidencias que se suman semana tras semana indican que trata de algo más mortal que la gripe normal que se cobra en el mundo la vida de 650 mil personas todos los años, o la gripe aviar que causó 575 mil muertes adicionales en 2009. Pero pretender discutir con estadística sobre si las medidas que se toman para combatir el coronavirus son desproporcionadas o no es no comprender el carácter emocional del pensamiento humano. La imaginación es viral, se trata de un virus comunicacional y eso no quita que sea más real que lo real, como bien explicó la hiperrealidad Jean Baudrillard. ?Encerrados en el interior de una gran ficción con el objetivo de salvar la vida?, escribió el filósofo (y también químico) español Santiago López Petit.
Freud, al comienzo de sus investigaciones, creía que se podía curar con la palabra, que apelando a la razón se podía hacer que el neurótico erradicara sus síntomas y aquello que los había producido, pero ya bien avanzado en exploraciones científicas testimonió que había algo inescrutable en lo humano.
Cuando se pasa del individuo a la suma de todos ellos, de la persona a la sociedad, los fenómenos sobre qué es real se hacen aún más complejos.
El efecto contagio que tienen las opiniones está bien descripto en el trabajo titulado La espiral del silencio, de la politóloga alemana Elisabeth Noelle-Neumann.
No hay diferencia entre crisis real y la crisis percibida.
Si es percibida es real, y con eso tienen que lidiar los gobernantes. Le pasó a Boris Johnson (hoy, paradójicamente contagiado de coronavirus junto a su ministro de Salud).
Le pasó a Trump, y muy probablemente termine pasándoles a López Obrador y a Bolsonaro.
De lo que no hay forma en el siglo XXI es de aislar a un país de la comunicación. Si los habitantes de un país ven que en otras partes del mundo se tomaron medidas contra la pandemia y les parecieron justificadas, reclamarán lo mismo para su país por más esfuerzo que hagan sus jefes de estado tratando de convencerlos de lo opuesto.
Tienen lógica quienes sostienen que la crisis económica que producirá el coronavirus será aún mayor que la crisis de salud pública. Es muy probable que el mundo entero se encamine a rompimiento de contratos, como el que hubo en la argentina a la salida de la convertibilidad en 2002, pero a escala planetaria.
Que casi nada de lo pactado se pueda mantener tal cual fue pensado, y la especialidad más demandada por la Justicia en los próximos años sea el derecho de crisis. Pero la democracia es el gobierno del pueblo y los gobiernos deben responder a las demanda de su soberano: la gente, empoderada (afortunadamente) por una capacidad de comunicación que impide cualquier censura. Es muy probable que un mes de cuarentena reduzca el producto bruto hasta el 50% y los dos posteriores, hasta que la producción recupere el ritmo, otro 25% cada uno.
Y si todo volviera a la normalidad, al tercer mes la caída acumulada sería equivalente a un 10% en el año. Aun en el hiperconectado Estados Unidos, donde las acciones del software de conferencias remotas Zoom duplicaron su valor desde enero, solo un 29% de los trabajos se pueden realizar hoy desde las casas.

Mario Wainfeld
El Gobierno, la gente, la peste, lo que viene

El presidente Alberto Fernández está conforme con el cumplimiento del aislamiento social. En la mañana del sábado, mientras caminaba por los jardines de Olivos, le comentó a este cronista por celular que lo calculaba en el orden del 94 por ciento.
Hoy domingo celebrará una teleconferencia con el comité de expertos para analizar qué hacer respecto de esa cuarentena.
La percepción dominante en el Gobierno, que anticipó el ministro de Salud Ginés González García, es que sería prudente prorrogar la cuarentena, tal vez hasta el 6 de abril o hasta el 13.
La Casa Rosada maneja desde hace semanas tres escenarios respecto de la propagación del coronavirus: uno optimista, otro medianamente optimista, otro pesimista. Por los datos disponibles hasta ahora (en una situación cambiante y novedosa), Argentina transita entre el optimista y el medianamente optimista.
Las cifras sobre eventuales números de infectados y víctimas fatales son aleatorias, delicadas.
La sensatez aconseja no difundirlas con ligereza. Los principales focos de atención y acción estatal son los conurbanos.
El bonaerense, el más importante.
También los de Rosario, Córdoba y San Miguel de Tucumán. Fernández asegura que el aislamiento debe seguir criterios diferentes en los barrios más humildes y las villas (?barrios? en adelante, en esta nota) comparado con quienes viven en zonas de clase media.
Asume que es necesario promover una ?cuarentena de barrio?.
Porque es imposible confinar a la gente dentro de sus casas, que no disponen de comodidades mínimas. ?Si usted, yo y cuatro intelectuales más nos quedamos encerrados en un cuarto pequeño, terminamos a las piñas muy rápido?, imagina AF.
La consigna, entonces, deja de ser ?no salgas de tu casa?. Les encarecemos, afirma Fernández, ?no salgas de tu barrio?.
Se procura, interpreta y alarga este cronista, que hay que evitar (dentro del limitado margen disponible) el hacinamiento. Y, además, que personas de otras clases sociales (hasta hoy las principales transmisoras del virus) contagien a los más desprotegidos. AF delegó en el diputado Máximo Kirchner la interlocución con los intendentes del Conurbano bonaerense. El ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, describe tres herramientas esenciales para la población de bajos o nulos ingresos. Primero el sostén económico, al que en esta semana se agregó el Ingreso Familiar Extraordinario (IFE), un pago único de 10 mil pesos.
Segundo, la asistencia alimentaria que se refuerza y reforma semana tras semana. Tercero, que exista el menor movimiento posible de los pobladores dentro de los barrios. La inversión social respectiva crece cotidianamente, se derivaron fondos a intendentes para que impulsen obras den tro de los barrios.El confinamiento acentúa problemas preexistentes.
La violencia de género entre los más graves. A instancias de funcionarias nacionales y provinciales, el Presidente pide que se publicite la existencia de la línea 144 y la necesidad de comunicarse con ella.
Cuarentena y después: El acatamiento a la cuarentena es vastísimo, observan las autoridades de los territorios. El 94 por ciento estimado por AF no es un cálculo estricto pero tampoco un delirio voluntarista.

Eduardo Van Der Kooy
La hora de la mano dura

La pandemia del coronavirus está colocando a prueba, entre tantos, dos aspectos del sistema global: los liderazgos políticos y las conductas sociales. Suele existir una estrecha vinculación entre ambas cosas. En un plano rezagado asoman ahora los esquemas (democráticos o autoritarios) y las ideologías.
Aquella prueba empezaría a producir cierta nostalgia respecto de la calidad de dirigentes que supo circular por el planeta de los países motores en, al menos, las tres últimas décadas del siglo pasado. Aldo Moro y Giulio Andreotti en Italia. Jacques Chirac y Francois Mitterand en Francia. Margaret Thatcher y Tony Blair en Gran Bretaña.
Adolfo Suarez y Felipe González en España.
Helmut Kohl, el artífice de la unificación alemana. No significaría, en este caso, un desmedro para la actual premier, Angela Merkel. Ronald Reagan o Bill Clinton en Estados Unidos.
Los liderazgos presentes, en general, resultan vacilantes, contradictorios y, a veces, inauditos. Con un denominador común.
No han logrado amalgamar conductas sociales frente a la amenaza de la pandemia.
Tampoco barrieron en la emergencia la confrontación política. El Partido Popular está empeñado en exigirle otra comparecencia al premier Pedro Sánchez, debido a la catástrofe que está provocando en España la pandemia.
Los sectores de la derecha dura de Italia, que controlan Lombardía, origen de la devastación del territorio, apuntan contra Giuseppe Conte, el primer ministro, por su lentitud para adoptar medidas. Boris Johnson recibe en Gran Bretaña ciertas críticas de su partido, el conservador, y de los laboristas por las idas y vueltas ante la crisis.
El paisaje se replica, con matices, en América Latina. Cerca de 24 de los 26 Estados de Brasil (entre ellos San Pablo, Rio de Janeiro y Bahía) han tomado decisiones drásticas ante la pandemia que contrastan con la demencialidad de Jair Bolsonaro. Su vicepresidente, el general (RE) Antonio Hamilton Mourau, se encarga de contradecirlo. Manuel López Obrador provoca con sus propuestas de aglomeración popular -y luego reclusión- perplejidad y críticas dentro y fuera de México. Le sucede algo parecido a Bolsonaro. Muchos gobiernos estaduales imponen sus propias medidas rígidas. No hay punto de contacto ideológico entre ese par de gobernantes.
Muchas de las discusiones ideológicas que enfrentan desde hace tiempo a los gobiernos declarados progresistas o de derecha con otros liberales de centro o centroderecha han quedado diluidas por la irrupción de la pandemia. Un caso es el de la preminencia del Estado. Resulta preminente, sin distinción de regímenes, para afrontar la enfermedad y la crisis sanitaria. Con mayor o menor eficiencia, según el grado de deli sarrollo de cada nación.
Un reflejo similar e inevitable se advierte para hacer frente al derrumbe económico. El Estado lo terminaría pagando todo en la emergencia luego del gran fracaso de los mercados. Este crac del 2020 ?según especialistas internacionales?ya podría ser comparable al de 1929, similar al de 1987 y probablemente peor que el del 2009.
Los planes de rescate son unidireccionales.

Corrientes
Municipalidad Lomas de Zamora
Municipalidad de Ushuahia
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