Alarma en las cárceles bonaerenses: el 20% de los presos, en huelga de hambre

Protestas. Son más de 8800 entre una población de 46.000 reclusos; reclaman mejores condiciones de alojamiento ante el contexto de hacinamiento, la restitución del "2x1" y el acceso a la morigeración en el cumplimiento de las penas

Miles de presos de las cárceles de la provincia de Buenos Aires iniciaron una huelga de hambre: piden mejoras en las condiciones de detención, en un contexto de importante hacinamiento, y fundamentalmente cambios en las leyes para facilitar las salidas transitorias o las excarcelaciones.

"Nosotros, los internos alojados en dependencias del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), pedimos que escuchen la grave situación en que nos encontramos", expresaron los internos en un petitorio escrito de puño y letra al que accedió LA NACION.

En esos manuscritos se destacó el hacinamiento "exponencial y exorbitante por el uso indiscriminado de la prisión preventiva", además de otros padecimientos en sus condiciones de detención.

La protesta, que se extiende en 17 de las 57 cárceles en plena transición política del Poder Ejecutivo, ya suma a 8854 presos de un total de 46.000 -según se admitió desde el Servicio Penitenciario Bonaerense-, pero la adhesión crece con el correr de las horas (los propios reclusos estimulan a otros a sumarse) y amenaza convertirse en un serio problema, quizás el primero, para la gestión de Axel Kicillof como nuevo gobernador bonaerense y para quien será su ministro de Justicia, Julio Alak, que ocupó el mismo cargo, pero a nivel nacional, en el último gobierno de Cristina Kirchner.

Es que la medida de fuerza se registra justo en las horas en que terminan los mandatos de María Eugenia Vidal y su ministro de Justicia, Gustavo Ferrari, que mañana a la mañana traspasarán el mando a Kicillof y a Alak.

En la transición, el Poder Ejecutivo estará a cargo de la senadora Teresa García, quien ya adelantó que no tomará medida alguna que no sea estrictamente administrativa. Ella será la futura ministra de Gobierno de Kicillof.

Mientras, la huelga es total en las cárceles de Batány Dolores, y se hace sentir en distintos pabellones de las unidades penitenciarias de Olmos, Sierra Chica, General Alvear, Magdalena, San Martín y Los Hornos, entre otros centros de detención bonaerenses.

Los petitorios apuntan al acceso a morigeraciones en el cumplimiento de las penas, están en contra de la aplicación de la llamada ?ley Blumberg?, piden la restauración del derogado sistema del "2x1" (que contabilizaba doble cada día en prisión sin sentencia firme) y se oponen a la aprobación del nuevo Código Penal, que en su anteproyecto elimina la posibilidad de excarcelación o salidas anticipadas en varios delitos de los considerados "graves".

La provisión de alimentos "se ofrece de manera normal" en todos los penales, se informó desde el Poder Ejecutivo provincial. "La situación del abastecimiento de carnes ya está arreglada. Solo hubo inconvenientes con esas mercaderías algunas semanas de noviembre", se precisó. El gobierno sí admitió que otros de los petitorios están vinculados con el hacinamiento y la salubridad de las condiciones de detención: los internos denuncian que el hantavirus y la tuberculosis se extienden en los lugares de encierro con las altas temperaturas y la escasa ventilación.

La Comisión Provincial por la Memoria (CPM) elevó el viernes pasado un informe al Subcomité Para la Prevención de la Tortura de las Naciones Unidas en el que desmintió que haya una cantidad de alimentos acorde con las necesidades de la población carcelaria. Y expuso ?la grave crisis que atraviesa hoy el sistema de encierro bonaerense por la falta de comida?.

Según la CPM, las personas privadas de libertad "padecen hambre". Agregaron que en inspecciones realizadas en la mitad de las unidades del sistema detectaron que los presos no comen carne vacuna y que hay faltantes de insumos necesarios para la preparación de dietas para diabéticos, desdentados o personas con VIH, entre otros padecimientos. También señalaron que las cocinas y las cámaras de frío de los penales no presentan las medidas de higiene adecuadas.

Las protestas por alimentos, medicinas y medidas judiciales comenzaron el viernes último y to marón mayor volumen en las últimas horas. "La protesta comenzó por la falta de comida y se fue expandiendo con demandas a la Justicia, que hoy es lo central del reclamo", se informó a la nación desde la Comisión por la Memoria.

"Se reclama porque los jueces no hacen lugar a los pedidos de morigeración de la pena -que son muy escasos a partir de la reforma de la ley de ejecución penal, de hace dos años- Esto genera más retención en el sistema de encierro", afirmaron desde la CPM.

La Comisión denunció una crisis humanitaria generalizada en el sistema, que tiene un 130% de superpoblación carcelaria: hay 46.000 detenidos para 21.000 plazas penitenciarias. Además se contabilizan 4200 detenidos en comisarías, donde hay espacio para 1000 personas alojadas de forma temporal.

Fuente: La Nación