Con un balance mejor que el que se preveía, la costa despide la temporada

En el sector, hay optimismo por la ocupación durante Carnaval, que en algunos destinos superó el 90%. Hubo un fuerte repunte a partir de la segunda quincena de enero

Los casi 1700 vehículos que en sentido a la Capital circulaban ayer por la tarde por las rutas que comunican a la costa con el área metropolitana marcaron el principio del fin no solo del fin de semana largo de Carnaval, que tuvo un muy buen rendimiento, sino de la temporada de verano, a la que todavía le queda resto, pero que, sin dudas, se empieza a despedir del pico de movimiento turístico. Este cierre anticipado, con feriados de Carnaval que este año se mudaron a los primeros días del mes, dejó una impresión optimista a la hora de hacer el balance. Quizá más en sensaciones que en los propios números finales. Esta primera escapada XXL del año tendrá estadísticas oficiales en las próximas horas, que seguramente confirmarán el mejor momento o, sin dudas, uno de los dos con mayor cantidad de arribos de este verano, junto al anteúltimo fin de semana de enero. Será, con esas cifras positivas como las que se prevén, un elemento más para inclinar la balanza hacia la conformidad de los prestadores de servicios que sufrieron con un arranque de año complicado, con poca gente y mal tiempo. Luego se recuperaron con una muy buena segunda quincena de enero y abundante sol. Y tienen desde el viernes pasado otro impulso fuerte. Sin embargo, en algunos casos ese empujón apenas es suficiente para ayudar a cubrir costos y en otros, por fin, para hacer alguna diferencia. Es que no solo hubo menos turistas que hace un año. El común denominador, sin distinción de dónde se pregunte, es que los viajeros vinieron por menos días y, por sobre todo, se comportaron muy moderados y cuidadosos a la hora del gasto. Un informe de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME) afirma que durante los primeros 46 días de verano "hubo 16,8% menos de turistas" que en el mismo período de 2023. Aun así la sensación que queda aquí y en la mayoría de los destinos de playa, salvo alguna excepción, es de una tibia o forzada satisfacción. Los números están en todos los casos por debajo de lo que se vivió hace un año, con un verano excepcional.

Fuente: La Nación