Desafío a Kicillof: Cristina evalúa ir de legisladora bonaerense
La ex presidenta se sumó a una reunión, el domingo en Ezeiza. "Yo estoy para jugar fuerte", dijo en medio de la disputa con el gobernador por la elección.
Arrancaron entrándole a un matrimonio por plato: chorizo de cerdo y morcilla demasiado jugosa para todos y todas. Luego llegó la carne en tira, no tan magra según los 21 comensales.
Máximo Kirchner hizo de anfitrión; aunque el verdadero anfitrión, el intendente de Ezeiza, Gastón Granados, se fue a Salta junto con el plantel de su club, Tristán Suárez. "Es cierto que el asado de anoche (por el domingo) no estuvo tan entretenido, salvo cuando llegó ella", apunta a Clarín un jefe comunal del GBA que, asegura, no sirvieron vino en la mesa "aunque algunos de los muchachos tenían un líquido color tinto en sus copas".
Aunque había varias mujeres, ella hay una sola. Cristina Kirchner llegó tarde a la cumbre que La Cámpora armó con urgencia para aglutinar fuerzas e intentar recobrar algo de centralidad en su refriega doméstica contra Axel Kicillof.
"Yo estoy para jugar. Y jugar fuerte, eh", le escucharon a Cristina, que se sentó al lado de la senadora provincial Teresa García, la misma que el miércoles presentó un proyecto para unificar las elecciones bonaerenses, en un claro mensaje de rechazo a la voluntad del gobernador de separar la votación provincial de la nacional de octubre.
Máximo se sentó cerca de una de las cabeceras. Apenas probó la comida.
Inquieto, se levantó varias veces. Algunas solo para estirar las piernas y otras para fumar cerca de la ventana. La comida fue en un salón ubicado en el predio de El Mangrullo, propiedad de los Granados.
Alejandro, el Sherif y ex intendente de Ezeiza, nunca logró que Cristina lo quiera. La ex presidenta todavía recuerda cuando Néstor "se escapaba" para comer rico y tomar sabroso hasta bien entrada la madrugada en el restorán con ingreso sobre la colectora de la Richieri.
Cristina suele irse a dormir temprano.
Antes de las 22. Por eso sorprendió que haya ido. Habría ido a Ezeiza empujada por un pedido en modo suplica de Máximo. No se siente cómoda (por no decir que odia) en este tipo de reuniones. Esta en una semana crucial de su vida, política y personal. Ayer tuvo que tuitear lo que su abogado Carlos Beraldi expuso en una confe rencia de prensa: rechazar lo que ella siente un asedio judicial. Nunca antes Cristina estuvo, como ahora, tan cerca de quedar presa, en una cárcel o en su casa.
La salida para ella es política. Se muestra activa y con alma de guerrera.
Contra Javier Milei y Mauricio Macri, a quienes responsabiliza por su asedio legal; y contra Axel Kicillof, su ¿ex? heredero más querido.
"Si Axel decide desdoblar, Máximo quiere romper. Esto significa que no le den ninguna lista a los intendentes alineados con el gobernador. El PJ iría dividido. Ahí sí sería un desastre porque le garantizaríamos la victoria a Milei. Pero esta escalada de la pelea ya no es política, es personal. Veo un punto de no retorno", se lamenta ante este diario uno de jefes comunales presentes en Ezeiza.
La reunión fue en el predio del sindicato de la ANSeS, como se dijo, pegado a El Mangrullo. Entre los intendentes estuvieron los de Merlo, Quilmes, Mercedes, Luján, Lomas de Zamora, Hurlingham, Moreno y Lanús. También Malvinas Argentinas y Cañuelas.
La bronca de La Cámpora contra Kicillof por su insurgencia es tal que hasta hay quienes aseguran que Cristina podría presentarse como candidata en el lugar donde más voto seguiría reteniendo: una ordinaria postulación a diputada provincial por la Tercera Sección electoral.
Más allá de cuándo se vote, en el PJ bonaerense hay olor a desorden, enfrentamientos donde se dirimen cuestiones personales y, lo peor de todo, a derrota.
"No le hablamos al vecino. No tenemos casi nada para mostrar, entusiasmarlos y seducirlos. Milei les habla de Inteligencia Artificial, para darte un ejemplo, y aunque nadie entienda un carajo de qué se trata, logra penetrar en el electorado, sobre todo entre los más jóvenes. Vamos hacia una derrota", plantea un líder municipal de la Tercera Sección.
La resistencia al desdoblamiento es, quizás, el único tema que une a Cristina Kirchner con Javier Milei.
Ahora los libertarios que arman la estrategia bonaerense ya se expresan abiertamente en contra de separar la elección. Incluso sus legisladores no votarían la suspensión de la PASO como sí hicieron en el Congreso Nacional.
"A nosotros también nos conviene votar todo el mismo día y que la pelea se reduzca entre Milei y Cristina.
No tenemos poder de fuego para enfrentar al aparato de los intendentes si se desdobla la votación", reconoce ante este diario uno de los líderes mileístas en la Legislatura provincial.
Fuente: Clarín