Agenda de la mañana
Javier Milei cierra su primer año con anuncios de reformas económicas, como la eliminación del cepo para 2025, reducción de impuestos y un tratado comercial con EE.UU. Medidas polémicas, como bajar la edad para portar armas, generan críticas. Cristina Kirchner busca unidad en el PJ, mientras Alberto Fernández aplaza su indagatoria judicial. Victoria Villarruel celebra su gestión desde las redes, marcando distancia del Presidente, quien enfrenta opiniones divididas y tensión con el periodismo tradicional.
El primer año de gobierno de Javier Milei deja un saldo de profundas reformas y controversias. El Presidente anuncia el fin de la recesión, una reducción del 90% de los impuestos y promete un crecimiento sostenido. Además, anticipa el fin del cepo cambiario para 2025 y avanza hacia un tratado de libre comercio con Estados Unidos, acompañado de un plan de bimonetarismo. Entre las medidas más polémicas, destaca la baja de la edad mínima para la tenencia de armas de uso civil de 21 a 18 años, lo que ha generado fuertes críticas por los riesgos asociados. En tanto, la agenda legislativa y judicial también se encuentra convulsionada. El Senado debate la suspensión o expulsión de Edgardo Kueider tras un escándalo millonario, mientras Cristina Kirchner formaliza su liderazgo en el Partido Justicialista, con críticas internas y la búsqueda de unidad del peronismo. Por su parte, Alberto Fernández logra postergar su indagatoria en la causa judicial por violencia de género contra Fabiola Yañez. En el plano provincial, el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, impulsa una redistribución de las regalías petroleras, incluyendo a Mainqué como municipio productor, lo que ha generado tensiones con Catriel. Por otro lado, Victoria Villarruel, vicepresidenta, celebra su primer año de gestión en redes sociales, marcando distancia del Presidente, mientras Javier Milei enfrenta divisiones de opinión sobre su liderazgo. A pesar de los logros en inflación y déficit, su estilo polarizante y la consolidación de un personalismo respaldado por patrullas digitales han tensado aún más el vínculo con el periodismo tradicional. Temas del día
El presidente Javier Milei anunció en una extensa cadena nacional de 36 minutos el final de la recesión. ?Hoy puedo decirles que hemos superado la prueba de fuego. Hemos salido del desierto: la recesión terminó y el país finalmente ha comenzado a crecer. Gracias por confiar en el Gobierno. Esto no quiere decir que hayamos llegado a puerto. Pero sí que podemos terminar el año con alivio y de que hemos dejado atrás lo peor. El futuro será cada vez mejor. Se vienen momentos felices en la Argentina?, pronosticó el jefe de Estado en un mensaje grabado en el Salón Blanco de la Casa Rosada, donde estuvo acompañado por todo su Gabinete, para celebrar su primer año de mandato. Rodeado por su hermana, la secretaria general de Presidencia Karina Milei y por el jefe de Gabinete Guillermo Francos, el mandatario celebró los hitos del primer año de su gestión: el final de la emisión monetaria, la baja de la inflación y el control de la calle. Prometió un plan de reformas, la salida del cepo y un tratado de libre comercio con los Estados Unidos. Con las hojas de su discurso y la imagen de un león sobre la mesa, cargó contra los blancos habituales de sus diatribas: sindicatos, periodistas, empleados públicos y dirigentes de la oposición -la casta- y agradeció a la ciudadanía por los esfuerzos. ?Gracias por haber sobrellevado los meses duros del comienzo de nuestra gestión. Quiero agradecer a los argentinos que se vieron asediados por la casta. Quiero agradecerles a los argentinos de a pie que fueron tratados como ciudadanos de segunda. El sacrificio que han hecho es conmovedor. No será en vano?, prometió. Milei recordó el punto de partida de su gestión y apuntó contra el ex ministro de Economía y candidato presidencial del peronismo, Sergio Massa, al que prefirió no mencionar. ?Hace un año, un degenerado fiscal que no voy a nombrar venía de imprimir 13 puntos del PBI sin cuidado de la inflación que iba a generar. Hoy la inflación es cosa del pasado?, aseguró aunque el alza de precios rondará cerca del 120 por ciento y, según las estimaciones oficiales, el índice de noviembre será más alto que el de octubre. El jefe de Estado evitó el triunfalismo. ?Todo esto no es un canto anticipado de victoria, sino un reconocimiento de que hemos cumplido el rumbo trazado?, dijo tras señalar que los medios y la política auguraban una caída rápida de su administración. El Presidente garantizó que el año próximo eliminará el cepo, como reclaman inversores y parte de los opositores dialoguistas y prometió una profunda reforma fiscal. ?Planeamos reducir un 90 por ciento la cantidad de impuestos nacionales y devolverles a las provincias la autonomía impositiva (...) El año que viene la salida del cepo será una realidad, para ello estamos trabajando en una solución definitiva para el problema de los stocks del Banco Central, que puede darse ya sea a través de un nuevo programa con el FMI o un acuerdo con privados?, destacó.
La sesión especial fue pedida por el bloque de Unión por la Patria con la intención de expulsar al senador de Unidad Federal, y el PRO ya confirmó que acompañará con el quórum. Pero entre los dialoguistas comenzó a circular la intención de buscar la suspensión del senador, hasta el 1° de marzo, una alternativa que es alentada por el oficialismo. Nadie está dispuesto a mostrar las cartas antes de que comience la partida. Tras la reunión, Luis Juez anticipó que en la sesión van a plantear la posibilidad de "suspenderlo hasta el 1ro. de marzo, suspensión sin goce de haberes" a la espera de una resolución de la Justicia de Paraguay que medidas tomar después del inicio del período ordinario del Congreso. En tanto, los radicales tienen agendada una reunión de bloque para este miércoles con la intención de definir la estrategia, pero hay senadores de ese espacio que también confirmaron su asistencia al debate. En bancada que comanda Eduardo Vischi, la balanza se inclinaría por la suspensión del entrerriano porque entienenden que "expulsar sin condena genera un precedente complicado". Por su parte, Victoria Villarruel se mantiene expectante, espera una señal desde la Casa Rosada para definir una estrategia que le permita al oficialismo mantener la mayoría que conformó el año pasado para destronar a los K de los cargos de poder. Pero desde que estalló el escándalo evitaron dar definiciones políticas desde el entorno de la vicepresidenta, más allá de algunos mensajes que la propia Villarruel subió a las redes sociales para recordar el pasado kirchnerista de Kueider. El senador de Unidad Federal, que cumple prisión domiciliaria en un hotel de Asunción, había pedido una licencia sin goce de haberes, una de las salidas más decorosas que buscaba con un guiño del oficialismo. Pero el riojano Juan Carlos Pagotto, uno de los senadores de La Libertad Avanza que opera como faro para el oficialismo en materia judicial, pidió que la Justicia actúe "rápido" y plantó la posibilidad de una "suspensión precautoria". También consideró que el senador detenido en Paraguay tiene "su derecho de defensa". La diferencia entre ambas salidas es que el senador puede levantar su licencia si logra superar la causa judicial, pero con la suspensión tendrá que esperar que se levante la sanción. En el PRO ya anticipan: "Kueider no vuelve al Senado". El bloque que comanda Luis Juez se reunió este martes en el primer piso del Palacio Legislativo, cerca de la presidencia del Senado, donde Villarruel recibió a directores y a algunos senadores como Carlos "Camau" Espínola, quien fue socio de Kueider cuando se fracturó el kirchnerismo y perdió la mayoría en la Cámara alta. Actualmente, el correntino preside el bloque de Unidad Federal, que integra junto al entrerriano y Alejandra Vigo.
Además, anticipó la reconversión de la Policía Federal y la libre competencia de monedas. Y hasta habló de un plan nuclear, que pergeña su jefe del Consejo de Asesores Económicos, Demian Reidel. Con motivo de haber cumplido su primer año de gobierno, el Presidente brindó una cadena nacional que duró 37 minutos. Estuvo rodeado por su gabinete y flanqueado por su hermana -de blanco y con gesto impertérrito- Karina Milei, la secretaria general de Presidencia, que tuvo un agradecimiento destacado en el epílogo de su ponencia. Tras realizar un repaso sobre lo que se encontró al asumir -con mensajes contra el kirchnerismo y, algunos que podrían interpretarse como dirigidos a Mauricio Macri, hizo un quiebre y dijo: ""Cambió también es dejar de mirar hacia atrás para mirar hacia adelante". Y allí comenzó con una serie de anuncios y promesas de cara al año venidero en materia política, económica, e impositiva, entre otros aspectos. Al repasar la gestión del kirchnerismo, habló de atravesar "una prueba de fuego" por la herencia recibida y dijo: "El país ha comenzado a crecer. Hemos dejado atrás lo peor. Se vienen tiempos felices en Argentina". Y ejemplificó: "Hace un años la tasa de inflación viajaba en 17.000 anualizado. Hoy el mismo índice marcó 1.2% para octubre y sigue bajando, estamos más cerca de que la inflación sea un mal recuerdo. Tenemos superávit fiscal sostenido, gracias a hacer el ajuste más grande de la historia". El Gobierno bajó la edad mínima para la tenencia y portación de armas Para evitar engorrosas discusiones, Javier Milei recurrió a un decreto para pasar de 21 años a 18 el momento en que se puede tener acceso legal a armas de uso civil. De 21 a 18 años: empeñado en hacer crecer el mercado y el uso de armas de fuego en el país, el gobierno de Javier Milei decretó este martes la baja de la edad mínima para adquirir, tener y portar armas como "legítimo usuario" en Argentina. Lo hizo modificando un artículo de la reglamentación de la Ley de Armas y con el argumento de que el piso etario debe adecuarse a la actual mayoría de edad. Especialistas advierten a Página 12, sin embargo, que los jóvenes de esa edad no están en condiciones de manejar armas, que la decisión oficial "sólo amplía los riesgos de asesinato" y que se inscribe en una serie de movimientos que el gobierno viene dando para ampliar el acceso a las armas. "El que quiera estar armado, que ande armado", supo decir hace ya seis años Patricia Bullrich, entonces como ministra de Seguridad de Mauricio Macri. Su firma, también como ministra, pero ahora de Javier Milei, cierra el decreto publicado en el Boletín Oficial con el que el Ejecutivo dispuso reducir la edad mínima legal para tener y portar armas de fuego. Aquella vez, la ministra argumentaba su posición asegurando que "la Argentina es un país libre". En el país libre de Milei, ahora se podrá tramitar la tenencia y portación legal de armas a partir de los 18 años. El decreto es corto y conciso. Tiene sólo dos páginas y, en lo resolutivo, se limita a modificar el primer inciso de un artículo de la reglamentación de 1975 de la Ley N° 20.429 de Armas y Explosivos. Se trata del Artículo N° 59, que hasta el lunes mantenía la edad mínima en los 21 años. Desde este martes, sin embargo, el requisito etario para ser considerado "legítimo usuario" quedó fijado en ?ser mayor de 18 años?. Esto incluye "la adquisición o transmisión de cualquier título, uso, tenencia y portación de armas de uso civil". El argumento técnico de la medida aparece en el decreto bajo el objetivo de "armonizar la legislación vigente", es decir acomodar la ley de armas a la mayoría de edad prevista por el Código Civil y Comercial actual. Sostiene que la reglamentación de la ley fue escrita cuando la mayoría era de 21 años, y que ahora, ya modificado eso, el piso para la tenencia de armas debe ser actualizado para igualarlo con la actual mayoría. Julián Alfie, director ejecutivo del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales (Inecip) y miembro de la Red Argentina para el Desarme, sostiene en diálogo con este diario que ese argumento no corre: "En varios países se han diferenciado ambas edades, estableciendo que para el acceso a las armas de fuego debe exigirse una edad mayor, dados los particulares riesgos que conllevan", sostiene y ejemplifica con el caso de Brasil, "que requiere una edad de 25 años". Incluso algunos estados de Estados Unidos, señala, "exigen tener 21 años pese a tener la mayoría en 18". "Esto responde a que una persona de 18, 19 o 20 todavía está en desarrollo, incluso en términos cognitivos, y su disposición a utilizar un arma de fuego en forma inadecuada es mayor", alerta.
Sin hacer mención alguna al Presidente, y tras su llamativa ausencia en el balcón de la Casa Rosada, Victoria Villarruel realizó un posteo para referirse al primer año de ejercicio del Gobierno. Lo hizo a instantes de la cadena nacional que Javier Milei da este martes. Lo hizo en su cuenta oficial de X: "Primer año de gobierno. Un año muy intenso de trabajo, construyendo consensos en el Senado, recorriendo las provincias, afianzando el federalismo y trabajando por una Argentina mejor. ¡Todo por Argentina!". Casi toda la plana mayor del Gobierno estaba reunida en la tarde del martes, en el balcón de la casa de gobierno. Karina Milei, secretaria general de la Presidencia; Luis Caputo, ministro de Economía; Federico Sturzenegger (Desregulación y Transformación del Estado); Patricia Bullrich (Seguridad); o Martín Menem, reelecto presidente de la Cámara de Diputados, se trenzaban en abrazos y saludaban exultantes, por el primer año de gestión. Entre esas y otras presencias, lo que llamó la atención la ausencia de la vicepresidente Victoria Villarruel. "Estaba reunida por el tema de (Edgardo) Kueider", señalaron a Clarín desde el círculo íntimo de Villarruel. Horas más tarde, ya en la noche del martes, la vice publicó lo suyo en X, a la vez que citó un video subido a la cuenta oficial del Senado, institución que ella preside. El video, cuyo motivo es también el cumplimiento del primer año de gestión, ensalza la figura de Villarruel, de tensa relación desde hace varias semanas con Javier Milei, según confirmara el propio Presidente. La omisión de toda mención al libertario y que su posteo se publicara en la víspera de su discurso en cadena nacional, no fue más que otro gesto de directo enfrentamiento. Cristina Kirchner asume formalmente la conducción del PJ y trabaja para "enderezar" al peronismo La expresidenta buscará configurar una nueva unidad en medio de las tensiones internas y la colaboración de algunos dirigentes peronistas con el Gobierno. Un año después de haber dejado la Casa Rosada, el peronismo avanza en su reorganización con Cristina Kirchner a la cabeza. Tras haber iniciado una gira por distintos puntos del país, haberle ganado la disputa al gobernador Ricardo Quintela por la presidencia del Partido Justicialista y haberse reunido con los máximos referentes del espacio en Moreno, la exmandataria asume hoy formalmente la conducción partidaria en la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET). En medio de los tironeos internos, CFK buscará barajar y dar de nuevo para "enderezar" al movimiento justicialista. El acto se desarrollará desde las 18 y tendrá a la ex jefa de Estado como única oradora de una ceremonia que también pondrá en funciones los vicepresidentes y consejeros de "Primero la Patria", la lista que fue proclamada en la interna del PJ luego de que resultara impugnada la candidatura de Quintela. Aunque aún no tomó posesión formal del cargo, CFK se viene mostrando como líder del partido en distintas actividades que protagonizó en Santiago del Estero, Rosario y recorridas por el conurbano bonaerense. Uno de los principales desafíos que tendrá Cristina Kirchner será configurar una nueva unidad en medio de las tensiones internas y la colaboración de algunos dirigentes del espacio con el gobierno de Javier Milei. Sobre este último punto, la expresidenta fue clara cuando lanzó su candidatura al partido en octubre pasado. En una carta a los afiliados, llamó a no "ignorar ni aceptar" las actitudes de diputados, senadores y gobernadores que llegaron a sus cargos bajo el sello del PJ y ahora respaldan a La Libertad Avanza. Lo expresó después de haber cruzado a los senadores Eduardo Kueider y Carlos "Camau" Espínola por entregar sus votos para Ley Bases; y a los gobernadores Osvaldo Jaldo y Raúl Jalil, por favorecer al oficialismo en la ratificación de los vetos presidencial a las leyes a favor de jubilados y universidades públicas.
Cuatro meses después de que inició la investigación por la revelación de este diario sobre las supuestas golpizas, se citó a Fernández a prestar declaración indagatoria. La fiscalía le atribuyó tres delitos puntuales que concursados representan una pena de 3 a 18 años de prisión. Sin embargo, el ex mandatario ganó tiempo y tras haber recusado al juez Ercolini, su indagatoria se postergó para el 19 de diciembre, a la espera de que la Cámara Federal porteña confirme al magistrado -una vez más-, al frente del expediente. En un escrito de 35 páginas, la abogada de Fernández acusa al juez de ser ?el denunciante e investigador?. La causa inició tras detectar los chats entre Fabiola Yañez y María Cantero, esta última investigada en la causa Seguros. Cuando la denuncia penal se formalizó, la causa fue enviada a sorteo y recayó en el juzgado a cargo de Ercolini. Como contó Clarín, la primera estrategia de la abogada defensora Silvina Carreira fue pedir la incompetencia de Comodoro Py en la intervención del caso. En el escrito presentado este lunes, la letrada sostuvo que por el tipo de delitos atribuidos tras la formulación de la imputación que figura en el llamado a indagatoria, la causa debería tramitar en el fuero Penal Contravencional de la Capital Federal, al entender que los hechos investigados se deben incluir ?en las contravenciones de maltrato y hostigamiento del Código Contravencional de dicha jurisdicción?. Después ingresó otro escrito al juzgado, a través del cual se volvió a recusar al juez que instruye el caso desde un comienzo. No es el primer intento de Alberto Fernández para apartar a Ercolini, quien ya fue confirmado frente a la investigación. Una provincia patagónica modificará la distribución de las regalías petroleras El gobernador a cargo impulsa una modificación de la forma en que se reparten las ganancias en su territorio. Los cambios que estudian y por qué El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, anunció que modificará la distribución de regalías petroleras entre los municipios productores e incorporará a uno clave que hace años solicita dicho cambio. Según lo anunció el mandatario provincial, quiere alterar el porcentaje de regalías que recibe cada distrito y es especialmente el municipio de Catriel el que se encuentra disconforme. Con la inclusión de Mainqué, la provincia aumentará a diez el número de municipios considerados "productores" de hidrocarburos, lo que tendrá un impacto directo sobre el reparto de regalías y la financiación de proyectos locales. Hasta el momento, por la Ley de regalías hidrocarburíferas se estableció que el 10% de los ingresos por la extracción del petróleo y gas se reparte entre los municipios y de ese monto, el 65% va para todos los municipios, según el índice de coparticipación, y el 35% restante está destinado exclusivamente a nueve ciudades del Alto Valle que son productoras. Entre las productoras, Catriel se queda con el 60%, Allen 11,69%, Roca 9,87%, Campo Grande 7,09%, Fernández Oro 3,03%, Cinco Saltos 2,83%, Cervantes 1,99%, Contralmirante Cordero 1,79% y Cipolletti 1,71%. Catriel sería uno de los municipios afectados por esta redistribución ya que la producción petrolera descendió en los últimos años. Desde la gobernación rionegrina advirtieron que falta la consolidación de límites de algunos municipios productores que conlleva un problema con los pozos petroleros que no tienen determinado en qué jurisdicción municipal se emplazan. En este sentido, el gobernador sostuvo que hay municipios que recaudan por la producción de pozos que están en jurisdicción ajena. Para el mandatario provincial hay ciertos "grises" que es necesario resolver para generar una justa distribución. Entre el entusiasmo y el insulto El Presidente pudo con la inflación y con el déficit, en efecto, pero es impotente para dominar su propio temperamento, duro y hostil Tal vez lo mejor del discurso de este martes por la noche del Presidente haya sido la descripción del país destruido que le tocó. No hubo anuncios concretos, salvo el que dio cuenta de que no habrá gastos nuevos ni mayores ni excepcionales en el próximo año electoral. Y el de que enfrentará las elecciones legislativas de 2025 con los dirigentes que coinciden con él. ¿Cerca de Pro? ¿Lejos de Pro? Ninguna respuesta podría ser cierta por la vaguedad de sus palabras. Hiperbólico como siempre, hizo tantas alusiones a su condición de actor novedoso de la historia de la humanidad y de la historia nacional que habría que comenzar a escribir una enciclopedia nueva solo dedicada al mileísmo. Acertó, con todo, cuando mencionó, sin extenderse demasiado, en el cambio cultural en la sociedad argentina que detectaron las encuestas. La última medición de Poliarquía señala que solo un 39 por ciento de los argentinos considera grave que Milei quiera reducir al mínimo el Estado. Esto es: el Estado no le importa a la mayoría de los argentinos. Es el resultado de los excesos cometidos por lo que él llamó otra vez la ?casta?. Los extremos del péndulo son siempre malos: ni en la extinción del Estado ni en su conversión en un dios profano radica la solución nacional. Y le estaba hablando a una sociedad que escuchó históricamente manifestar a sus dirigentes (peronistas, radicales o militares) que el Estado era un actor protagónico de la vida de cualquier argentino. El Estado nacional llegó a tener tanta presencia en la economía que solo fue comparable, hasta los años 90, con los países de la antigua órbita soviética. El Presidente podría haber sido más benévolo con sus críticos y también con los periodistas. Está en su mejor momento desde que accedió al poder o está en las mismas condiciones políticas de hace un año. No es una conquista menor cuando hizo un monumental ajuste de las cuentas públicas. Si es el mayor ajuste en la historia de la humanidad, como él lo retrató, dejémoslo al estudio de los que tienen tiempo para repasar al menos los más de 2000 años que pasaron desde el nacimiento del cristianismo, aunque la crónica de la humanidad comenzó mucho antes. Lo cierto es que según ese último informe de Poliarquía, publicado por LA NACION el último domingo, Milei conserva un 56 por ciento de imagen positiva y destacó que el mismo porcentaje de argentinos cree que la situación mejorará dentro de un año, aunque ahora no esté bien. ¿Por qué? ¿Por qué la sociedad es tan comprensiva con el jefe del Estado? La inflación bajó. Ese es el principal capital político de Milei. Quizás se deba también a la simple razón de que por primera vez en los últimos cinco años una mayoría social tiene la certeza de que mañana será igual que hoy. A estas alturas, los argentinos no esperan mayores progresos ni grandes victorias. Solo se conforman con satisfacer las necesidades más elementales de cualquier ser humano. Milei y el personalismo más exacerbado en 41 años
Javier Milei llegó a su primer año de gobierno con una comodidad impensada. En especial, cuando se rememora el punto de partida. Un líder que afloró de la nada, que saltó del panelismo televisivo a la Casa Rosada, sin dominio de territorio, inexperiencia de poder y escasísima representación institucional. Entre dos hitos imaginarios habría sabido imponer, al menos, un par de condiciones. La primera fue la sorpresa de su irrupción, prolongada también en la manera de manipular el poder. Con pasillos internos muy estrechos para la toma de decisiones. La segunda novedad la constituye la velocidad con que talló un personalismo poderoso y absorbente en la escena política. Una cosa puede haberse encadenado con la otra. Aquella característica no representa, en verdad, una novedad en la política argentina. Se trata de una práctica política emergente de la cultura dominante en la sociedad. En esas raíces existe mucho de peronismo. Con pinceladas de la Unión Cívica Radical. La plataforma existente le ha servido a Milei para convertirse en el presidente con mayor sesgo personalista de los 41 años de la democracia recuperada. De allí la forma vertical en que recoge apoyos de la pirámide social. Aquella cultura dominante ha tenido otras expresiones a lo largo del tiempo de la pos dictadura. Raúl Alfonsín, Carlos Menem, Néstor y Cristina Kirchner. Pero todos estuvieron amarrados dentro de un orden político precedente. Las pertenencias partidarias, la geografía política y las referencias institucionales guiaron a esos caudillos. Cristina fue la que pretendió pulverizar los límites en su segundo mandato cuando colonizó el Congreso e intento hacerlo, además, con el Poder Judicial. El contexto respecto de Milei resulta ahora totalmente distinto. El líder libertario accedió al poder sin la existencia de un orden político precedente. Voló por el aire el mismo día de su victoria electoral. El Presidente sufrió la falta de dominio territorial y la escasa representación parlamentaria. La fue sustituyendo al colocar el eje de la vida pública alrededor de su persona. La Libertad Avanza le importó poco, más allá de la premura que tenga ahora, junto a su hermana Karina, para construir una organización que le permita afrontar las legislativas del 2025. Al Congreso recurrió en situaciones extremas. Con el Poder Judicial recién está meditando si juega o no una carta muy controvertida: la designación por decreto de los jueces Ariel Lijo y Manuel García Mansilla para integrar la Corte Suprema.
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