Acceda a las Tapas Tema del día Victoria abrumadora del peronismo en las PASO El candidato del Frente de Todos obtuvo una diferencia de más de 15 puntos sobre el presidente Mauricio Macri, que intenta su reelección. La gran diferencia que sacó en la provincia de Buenos Aires, en Santa Fe y el buen desempeño en Córdoba, Mendoza e incluso en Ciudad, le permitieron superar el 47% de los votos y ponerse a tiro de una victoria en la primera vuelta del 27 de octubre. Cristina no estuvo en el festejo y, desde Santa Cruz, en un mensaje grabado, dijo: ?Las cosas deben cambiar porque así no estamos bien?. Macri salió a admitir la derrota antes de que se conocieran los resultados oficiales: ?Hemos tenido una mala elección y eso nos obliga a redoblar el esfuerzo?. El Gobierno sintió el impacto y Carrió planteó que ?la adversidad no es mala, porque nos quita la soberbia?. Se prevé una apertura tensa de los mercados y el dólar, esta madrugada, superaba los $ 49 en el mercado online. Los encuestadores estuvieron muy lejos de acertar con sus pronósticos. Clarín: El contundente triunfo de Alberto F. lo deja muy cerca de la presidencia. La Nación: Un arrasador triunfo deja a Fernández a las puertas del poder. Página|12: Arrasador triunfo del Frente de Todos en las PASO. El Cronista: Se esfuma le reelección de Macri. Ámbito: Dura derrota de Macri que pone en jaque plan económico y al FMI. El Economista: Sorpresa difícil de revertir. Contundente, Alberto arrasó por 15 puntos. Rodríguez Larreta se impuso con el 46% de los votos El jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, se encamina a un triunfo en las elecciones generales de octubre tras obtener un 46,33% de los votos en las primarias, Matías Lammens (Frente de Todos) sorprendió al reunir el 32,05%. En tercer lugar quedó Matías Tombolini, por Consenso Federal, el partido liderado por Roberto Lavagna a nivel nacional, con 7,23%. Clarín - La Nación - Página|12 - Ámbito - El Economista Buenos Aires: Kicillof arrasó en el Conurbano y le sacó una ventaja clave a Vidal El rechazo a la recesión económica y la desocupación en los alrededores de la Capital castigaron a la gobernadora. Axel Kicillof Frente de Todos 49,26 % M. Eugenia Vidal Juntos por el Cambio 32,66 % Clarín - La Nación - Página|12 - El Economista Agenda económica El viernes había sido un día de euforia en los mercados Varias encuestas (todas encargadas por bancos y fondos de inversión) hablaban de un potencial empate entre el macrismo y la oposición. Incluso algunas mencionaban una posible victoria. Esto hizo que la Bolsa subiera 8%. Los resultados de ayer fueron un baldazo de agua helada, especialmente para los que creyeron en esos pronósticos y perdieron millones. Ámbito Elecciones 2019 Demora en la carga pero a tiempo para la tensión política La demora en dar a conocer los resultados de la elección de ayer resultó bochornosa, después de asegurar, el Gobierno, que habría mejor sistema que los anteriores. Pero la decepción fue mayor cuando los datos comienzan a fluir una vez que el oficialismo acepta haber tenido una ?mala elección? y que la oposición comenzaba a inquietarse por demás acusando de una jugada adrede. Ámbito Análisis Mariel Fornoni Dir. de Management & Fit Un mensaje más crítico del que Macri esperaba El Cronista La Foto Festejo Alberto Fernández compareció cerca de la medianoche: "El cambio éramos nosotros" Columnas Una Argentina complicada e imprevisible Por: Joaquín Morales Solá Solo un milagro, poco habitual en política, puede salvar ahora la presidencia de Mauricio Macri. Alberto Fernández y Cristina Kirchner hicieron ayer una más que excelente elección y dejaron al Presidente casi sin posibilidad de reelección. Un voto oculto, que ni siquiera los encuestadores del kirchnerismo pudieron detectar, mostró ayer una realidad muy distinta de la que habían percibido las mediciones de opinión pública más prestigiosas. Cerca de Macri comenzaron ayer a trabajar en dos tareas: la campaña electoral con miras a octubre, cuando se realizará la primera elección en serio, y la más que probable transición entre el actual gobierno y la administración de Alberto Fernández. En rigor, Alberto solo necesita repetir la elección de ayer para ser elegido presidente en primera vuelta. Ni la suma de todos los votos de Roberto Lavagna, José Luis Espert y Juan Gómez Centurión le alcanza a Macri para cubrir la diferencia de casi 15 puntos que lo separa de Fernández. El primer objetivo del Gobierno es ahora conseguir que Macri sea el primer presidente no peronista en concluir su mandato desde 1928. Un país dividido cruelmente en dos mitades fue la conclusión más visible de ayer. Una parte de esas dos mitades parece deleitarse chapoteando en la grieta que divide violentamente a kirchneristas de antikirchneristas, a macristas de antimacristas. La polarización, espoleada por los dos grandes bloques electorales, no solo es nociva para cualquier noción de país; también resultó letal para el proyecto electoral del Gobierno. El kirchnerismo, digan lo que digan, tuvo más astucia para polarizar que la administración de Macri. Es cierto que el Presidente debía responder por una gestión que, según los datos de ayer, seducía tanto a los poderes fácticos de aquí y del exterior como resultaba antipática para amplios sectores sociales. Eso es lo que sucede con la otra porción de la sociedad, seguramente más importante que la que cultiva la grieta. Es la que expresa a sectores sociales acorralados por la penuria económica. El ajuste más severo que se haya hecho desde la crisis de 2001/2002 no podía pasar inadvertido en una elección presidencial sin cambiar todos los manuales políticos y electorales. El error fundamental del Gobierno, que ayer quedó expuesto en toda su amplitud, fue no haber hecho un claro balance del país que recibió no bien lo recibió. Más de tres años después es demasiado tarde. La teoría de Jaime Durán Barba de que era mejor el optimismo que el realismo se mostró ineficaz y contraproducente. ¿Cómo aumentar satelitalmente las tarifas de servicios públicos y el precio del dólar (con la consiguiente inflación) si la crisis que heredó fue asintomática? La crisis de Cristina existió. Los precios de las tarifas eran una fantasía.El déficit fiscal había llegado a niveles intolerables para cualquier economía más o menos seria. El déficit de cuenta corriente (la diferencia entre los dólares que el país produce y los que gasta) trepó en 2015 al 6% del PBI. Todo eso estaba cuando llegó Macri, pero el Presidente solo lo insinuó y luego lo publicó en un libro ("El estado del Estado") que nadie leyó. Cristina fue astuta (también su ministro de Economía, Axel Kicillof) para demorar la detonación de la bomba, que terminó estallando en los pies de Macri.
Nota El desafío de garantizar la gobernabilidad Por: Carlos Pagni Alberto Fernández y Cristina Kirchner obtuvieron ayer una victoria arrasadora, que superó aun las expectativas de quienes, en el Frente de Todos , encabezaban el optimismo.Esta madrugada registraban un 47,36% de los votos, contra un 32,24% de Mauricio Macri y Miguel Pichetto . Para el Gobierno, es un resultado catastrófico, cuya reversión demandaría, en octubre, una hazaña. El kirchnerismo demostró ayer que está en condiciones de ganar la presidencia en la primera vuelta. A estas incógnitas se agrega, por supuesto, otra: la capacidad del oficialismo para garantizar la gobernabilidad hasta diciembre. Desde anoche, la conducta de Fernández y la relación que con él tenga el Presidente serán claves para el orden general, sobre todo en el aspecto económico. El principal reto de Macri es, desde anoche, conducir un proceso que sigue teniendo la dinámica de una competencia de poder, pero que, al mismo tiempo, ha adquirido los rasgos de una transición hacia otro orden. Para Macri, Fernández es un rival, pero, al mismo tiempo, un socio. Anoche, hubo un mal augurio: en su discurso, el Presidente no saludó a quien había obtenido el mayor número de votos. Crédito: Fotoilustración El oficialismo vio desmentidas sus principales hipótesis. La más importante: que el rechazo a lo que el kirchnerismo representa, para buena parte de la sociedad, desde el punto de vista ético-institucional sería más decisivo que el malestar material que provocan la inflación y la recesión. La presunción de que se quebraría la ley según la cual ninguna administración puede sobreponerse a una economía deprimente fue refutada. Para la principal oposición, y sobre todo para la señora de Kirchner, se corroboró un axioma, pero también un pronóstico elaborado en 2015: con Macri había llegado al poder una "derecha ajustadora" que en poco tiempo se volvería intolerable para "el pueblo". A partir de hoy se conocerá qué sensibilidad posee Macri para leer el resultado. Sus primeras manifestaciones no fueron felices. Que haya anunciado el desenlace cuando todavía no había datos oficiales es, a estas alturas, un detalle. Lo más notorio es que careció de un giro autocrítico. Ese déficit puede reponer un problema que Juntos por el Cambio había, en apariencia, sofocado hace un par de meses: la apertura de un debate interno sobre la política económica y sobre la propia candidatura del Presidente. Las voces de dirigentes que, con distinto énfasis y publicidad, señalaron los límites electorales de la política oficial, que fueron desde Emilio Monzó y Alfredo Cornejo hasta Alfonso Prat-Gay, no encontraron eco en la Casa Rosada. La disidencia de esos integrantes de Cambiemos puso el acento en un aspecto de la situación que en el gabinete fue menospreciado:aun con estabilidad cambiaria y un descenso tenue de la inflación, el rigor de la recesión socavaría la base oficial. Habrá que ver qué hace Macri para administrar esas diferencias, que ahora están potenciadas. ¿Habrá un reemplazo de figuras? ¿Se decidirá un cambio de políticas? Solo hay una seguridad: si insiste en la visión que expresó anoche Macri, atribuyendo el resultado a dificultades objetivas y proponiéndose como alguien ajeno a esos inconvenientes, que está "para ayudar", es dificilísimo que el oficialismo consiga en octubre resultados mejores que los de anoche. Nota Vidal fue arrastrada por la debacle electoral de Macri Por: Santiago Dapelo Fue la única que no habló, no podía. Incluso Elisa Carrió intentó sacarla al escenario, pero fracasó en su intento. El golpe por la durísima derrota, que calificaron como una ?catástrofe? electoral, fue demoledor para la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal.
Enojada, Vidal también se quedó media hora más en el búnker de Juntos por el Cambio. Ahí analizó la situación y proyectó las primeras horas de hoy con algunos de sus funcionarios como su jefe de Gabinete, Federico Salvai; el ministro de Asuntos Públicos, Federico Suárez; el secretario General bonaerense, Fabián Perechodnik, y el secretario de Medios, Mariano Mohadeb.
La gobernadora bonaerense, que convocó a sus ministros a una reunión de gabinete al mediodía, no podía creer los datos que le fue acercando durante todo el día su jefe de campaña, el ministro coordinador bonaerense, Federico Salvai. Y cerca de las 24, con el 83% de los votos escrutados, Axel Kicillof le ganaba 49 a 32, buscó consuelo en su familia, que la acompañó al complejo de Costa Salguero.
El peso de la gestión de Mauricio Macri fue determinante para las aspiraciones de la dirigente política con mejor imagen de la Argentina. Prácticamente sin posibilidad de pelear por la reelección, Vidal tendrá las dificultades similares que el Presidente para mantener la gobernabilidad en el principal distrito del país.
Vidal comenzó el día con un desayuno con los principales candidatos de la provincia. Ahí estaban Cristian Ritondo, Waldo Wolff, María Luján Rey y Silvia Lospennato, entre otros. La particularidad fue que en la fotografía que hizo circular la provincia también estaba presente el exesposo de Vidal Ramiro Tagliaferro, el intendente de Morón.
Después fue a votar, acto que hizo sola. Un rato después, junto a Tagliaferro, acompañó a sus hijas, Camila y María José, que sufragó por primera vez. Tras descansar en su casa, en la base militar en Morón, Vidal almorzó con sus padres, Norma y José Luis, en Haedo. Nada alcanzó. Ni siquiera jugar la ?elección como si fuera un ballottage presidencial?, como admitió uno de los hombres de confianza de la mandataria provincial. Sin posibilidad de una segunda vuelta, las chances de Vidal son prácticamente nulas, según admitieron sus principales allegados.
Nota Lammens logró el mejor resultado del peronismo desde 2011 Por: Hernán Cappiello Cosechó el 32% de los sufragios; peleará por superar a Rodríguez Larreta ?Prepárate, que vas a ser jefe de gobierno de la ciudad?, le dijo Alberto Fernández cerca de las 18 a Matías Lammens, su candidato del Frente de Todos. Aún no llegó a ese objetivo, pero anoche Matías Lammens quebró el maleficio del kirchnerismo en Buenos Aires y rompió todos los techos electorales que alguna vez obtuvo esa fuerza política al superar el 32% de los votos para ser jefe de gobierno porteño. ?Esto nos pone en carrera. No tengo ninguna duda de que, con estos resultados, vamos a ganar la ciudad de Buenos Aires?, le dijo anoche Lammens a la nación, en una escalera del búnker del kirchnerismo, mientras la gente bailaba y cantaba la marcha peronista. Para un outsider de la política como lo es el presidente de San Lorenzo se trató de un escenario impensado, increíble, considerando que aun en sus sueños más optimistas un motivo de festejo era llegar el 30% de los sufragios y superar el histórico 27,4% que había obtenido en 2011 Daniel Filmus, en la mejor elección que alguna vez hizo un candidato de ese espacio en territorio porteño. Ganó en comunas donde el peronismo nunca había ganado y hasta triunfó en Boedo. Otro motivo ?cuervo? para festejar. Claro que a Lammens no le alcanza aún para llegar a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, pero sí para soñar con hacerle una buena elección en octubre a Horacio Rodríguez Larreta. La estrategia de ese kirchnerismo renovado para la ciudad fue efectiva. Amplió la oferta electoral tradicional del peronismo porteño y La Cámporay le puso anabólicos con un frente deskirchnerizado al que sumó a Fernando ?Pino? Solanas, Victoria Donda y Ofelia Fernández, entre otros candidatos que buscaron seducir al progresismo desencantado de Cambiemos. Ese que alguna vez votó a Martín Lousteau. Y anoche a Lammens, segundo en la ciudad, pero con un resultado nunca visto para el kirchnerismo, le tocó abrir los discursos en el escenario de la victoria. Y se rodeó de sus socios del frente con la periodista Gisela Marziotta, Mariano Recalde, Donda, Solanas, Claudia Neira, Claudio Ferreño, Itaí Hagman, Ofelia Fernández y Paula Penaca, entre otros, ?Es un día histórico, estoy feliz. Estoy muy emocionado con la elección que tuvimos, por encima del promedio histórico. Es más allá de lo que todos esperaban?, dijo en el escenario, y fue aplaudido por la multitud que agitaba banderas argentinas, el único accesorio que se vio en un atípico festejo peronista. Nota |