Agenda del día

08/03/2020

Agenda de la Mañana

Agenda de los diarios

 

Un argentino que estuvo en Francia es el primer muerto por coronavirus

 

 

Tenía 65 años. Había regresado al país el 25 de febrero y estaba internado en el Hospital Argerich desde hacía 4 días.

También padecía insuficiencia renal, EPOC y diabetes. Otros 8 argentinos que llegaron de Europa con el virus siguen aislados. El Gobierno porteño confirmó que espera el resultado en otros 4 casos.
Y las personas aisladas en la Ciudad son 30. El Ministerio de Trabajo habilitó licencias especiales en escuelas, en empresas y para empleados públicos.

(Clarín - La Nación - Página 12 - Perfil - Crónica - Popular)

Otros temas

 

La Iglesia hace una misa en Luján contra el aborto.

Convocan los obispos en el Día de la Mujer y es el inicio de la campaña a favor de ?las dos vidas?. Los evangélicos se suman en sus templos. (Clarín - Perfil)

Día de la Mujer.

Con la toma de conciencia no alcanza: las cifras de violencia de género crecen. Marchas y huelgas. En la Argentina y el resto de la región, las mujeres se movilizan (Clarín - La Nación - Página 12Perfil)

Agenda Económica

 

Cómo afecta al campo el aumento tributario.

Advierten los productores que la situación es inviable; el impacto en el interior. (La Nación)

Agenda Política

 

Tras las PASO, perdieron fuerza las causas de corrupción kirchnerista.

El giro comenzó en las horas que siguieron al triunfo arrollador de Alberto Fernández en las elecciones primarias de agosto. Con contadas excepciones, camaristas, jueces y fiscales de los tribunales federales de Comodoro Py descontaron el cambio de clima y se acomodaron a los nuevos vientos políticos. Sin que nadie se lo pidiera. Tampoco fue necesario. (La Nación)

Los Salieris de De Angeli.

quiénes forzaron el paro del campo. Con tractorazos y grupos de WhatsApp obligaron a la Mesa de Enlace a la medida de fuerza que empieza esta noche. (Perfil)

Entrevista

 

Daniel Arroyo, Ministro de Desarrollo Social

"Mi misión es parar la caída social"

(Perfil)

Deportes

 

Festejó Boca y olvidó la frustración.

Boca rompió anoche una dolorosa serie de frustraciones frente a River. Derrotó a Gimnasia por 1 a 0 y se consagró campeón de la Superliga 2019-2020 en una noche tensa y dramática en la que prevaleció en la pulseada frente al clásico rival. Al igualar con Atlético Tucumán 1-1 como visitante, River no pudo aprovechar la ventaja de un punto con la que llegó a la última fecha del torneo. (ClarínLa Nación - Página 12 - PerfilCrónica - Popular)

Columnas

 

Joaquín Morales Solá
Escandaloso regreso de lo que se había ido

Por las manos de Julio De Vido pasó el 95 por ciento de las causas de supuesta corrupción durante el kirchnerismo . Esa es la afirmación que suelen hacer los jueces y fiscales más comprometidos con la investigación de aquella época inverosímil. Oscar Parrilli fue el jefe de los servicios de inteligencia de Cristina Kirchner cuando estos servían para el espionaje de críticos y opositores y para hurgar en las debilidades de algunos jueces. O para perseguir a los jueces independientes. También la inteligencia kirchnerista trabajó de ese modo -hay que ser justos- antes de que llegara Parrilli a la conducción de los espías. Los dos han vuelto. Un De Vido eufórico, desafiante y altanero recorre las radios asegurando que no hubo corrupción durante el kirchnerismo. Se explica: decir otra cosa significaría en su caso una autoincriminación. Parrilli contó, tal vez en nombre de su jefa, que ellos se sienten "orgullosos de que sean los del campo los primeros que nos ataquen". Esos dos hombres corporizan lo peor de la época en que gobernó Cristina, pero representan, al mismo tiempo, el regreso de los problemas más graves de la Argentina actual. La corrupción que la Justicia no castiga y la crisis con el sector agropecuario.
De Vido está en libertad por una decisión arbitraria de la Justicia. Ya había sido puesto entre rejas después de que un juez de primera instancia, Luís Rodríguez, se negara a hacerlo. La Cámara Federal debió ordenarle al juez que reclamara de inmediato el desafuero del exministro (que era diputado) para poder encarcelarlo. Era por una causa de defraudación al Estado por muchos millones de pesos en la mina de Río Turbio. De Vido era presidente de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados cuando lo juzgaban por la defraudación de esa mina. Estaba en condiciones de entorpecer la investigación. ¿Lo está ahora cuando regresaron al poder muchos amigos suyos? Es probable. De todos modos, el exhombre fuerte de la caja kirchnerista tiene una condena a 5 años y 8 meses de prisión (no excarcelable) por la tragedia ferroviaria de Once, dispuesta por un tribunal oral. Resulta que no es suficiente. Hay que esperar la resolución de la Cámara de Casación sobre la apelación de De Vido. Esa Cámara tiene el expediente desde marzo de 2019 y nunca lo movió. Ni convocó a las audiencias necesarias y ni siquiera lo leyó. El multiprocesado De Vido debería estar preso por la Tragedia de Once, que provocó la muerte de 51 personas, más que por la defraudación de Río Turbio (aunque también). La sensibilidad política y social no abunda en Comodoro Py.
De Vido nunca estuvo en prisión preventiva por la catástrofe humana de Once. ¿Qué es entonces el lawfare, presunta complicidad de medios periodísticos y jueces, tan denunciado en los últimos tiempos y ahora en especial por el propio De Vido? El desastre de Once fue ampliamente cubierto por el periodismo. La Justicia no reaccionó y no reacciona. LA NACION y el periodista Diego Cabot no publicaron el escándalo de los cuadernos, la crónica más precisa de la corrupción kirchnerista, durante cuatro meses a la espera de la investigación de la Justicia. El diario y el periodista corrieron el riesgo de perder la primicia y, al final, terminaron publicando la información casi junto con los otros medios.

Jorge Fontevecchia
Ah, esto era el lawfare

Desde esta columna se viene sosteniendo que será más difícil para Alberto Fernández resolver los problemas judiciales de Cristina Kirchner que arreglar la economía. Una prueba más fue la sobrerreacción de Cristina Kirchner y sus allegados ante lo dicho por Carlos Pagni en su programa Odisea Argentina el lunes anterior. Cuando hasta un pequeño hecho pretende ser convertido en evidencia de existencia del lawfare, se revela su evanescencia como si se tratara de un fantasma que no logra instalarse completamente.
El concepto lawfare fue aplicado recientemente en Sudamérica como una forma de reintroducción por otros medios de un Plan Cóndor que durante los años 70, orquestado por el Departamento de Estado norteamericano y su agencia de inteligencia, coordinaba a dictaduras y poderes fácticos de Sudamérica en su búsqueda de exterminar opositores ideológicos. Desde esa cosmovisión, en Brasil el juez Sérgio Moro y su fiscal en el caso Lava Jato Deltan Dallagnol (ambos previamente habían sido becados en Harvard), y en Argentina el juez Claudio Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli eran apenas agentes de una trama elaborada en Washington para borrar de la faz latinoamericana a Lula, a Correa en Ecuador, al chavismo en Venezuela y al kirchnerismo en Argentina.
Y los principales medios de comunicación, la vanguardia del operativo, fabricando y difundiendo pruebas para crear las condiciones de posibilidad a los juicios en que terminarían siendo condenados e inhabilitados políticamente todos los líderes progresistas latinoamericanos.
Durante el Plan Cóndor hubo ejemplos así: durante la dictadura más eficaz en la consecución de sus fines, la de Pinochet en Chile, el diario más importante de ese país, El Mercurio, fue directamente subvencionado por los Estados Unidos y los pagos que recibió su propietario, Agustín Edwards, fueron ordenados personalmente por Henry Kissinger, el célebre canciller norteamericano de entonces. Los documentos desclasificados del Departamento de Estado muestran que el diario El Mercurio recibió de la CIA 700 mil dólares en 1971 y 965 mil el año siguiente, por ejemplo.
Pero así como Néstor Kirchner, en su emocionalidad alterada, creía ver en los cortes de ruta durante el conflicto con el campo en 2009 a los ?comandos civiles? que en los años 50 contribuyeron al derrocamiento de Perón, Cristina Kirchner recurrentemente observa a los medios del siglo XXI con el espejo retrovisor de los años 70. Siendo presidenta se refería a los ?generales mediáticos? y calificó un almuerzo donde participaban directivos de diarios como reunión del ?comando en jefe de la cadena nacional del miedo y el desánimo?. Y ahora, vía Twitter, escribió: ?Un conocido periodista acaba de ?informarnos? (claro que cuatro años después) que en el año 2016 el diario La Nación estuvo a punto de dedicar una tapa de domingo a los jueces de Comodoro Py que no habían ?perseguido? a funcionarios de nuestros gobiernos. (?) Ahora que las cosas empiezan a quedar al descubierto y que se desnudan los mecanismos de la persecución de opositores y del encubrimiento de la corrupción macrista, es más fácil entender la necesidad de volver a poner a la Justicia en la senda que la República le impone?.

Raúl Kollman
Cómo fue organizada la secuencia del lawfare

El columnista Carlos Pagni reveló que a principios de abril de 2016 La Nación publicaría una foto de todos los jueces federales, denunciando la demora en avanzar en los procesos contra ex funcionarios kirchneristas.
Y que por ello, el juez Julián Ercolini ordenó el apresamiento del ex secretario de Transporte Ricardo Jaime, que ni siquiera había sido indagado. La columna de Pagni produjo estupor dentro de La Nación y Clarín, con consecuencias que se verán en las próximas semanas. Mientras tanto, en Comodoro Py se dispararon varias denuncias. La actual vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, analizó que aquella detención no sólo fue producto de esa advertencia, sino que se hizo para tapar el escándalo que estalló en todo el mundo, los Panamá Papers, con sociedades y cuentas ocultas de Mauricio Macri y su familia.
A Julio De Vido lo detuvieron justo en los días de la campaña electoral de 2017. A Carlos Zannini lo apresaron cuando en el Congreso se debatía la reforma jubilatoria, con enormes manifestaciones en contra. Y se pueden enumerar todavía más casos. La alianza política-judicial-mediática alineada con Cambiemos, con aprietes como el revelado esta semana, ejecutó las detenciones que tenían que ver, no con las pruebas ni con la situación procesal, sino con la persecución de opositores.
Sótanos Los dichos de Pagni produjeron una explosión dentro de La Nación y Clarín, con fuertes reproches al columnista. Esta situación quedó expuesta cuando Pagni publicó una segunda nota con débiles argumentos: insistió en que los detenidos no eran inocentes, sino que había pruebas de la existencia de casos de corrupción en el gobierno de CFK. Esa no era la polémica, nadie cuestionaba que se juzgue y castigue a los que cometieron actos ilegales, sino justamente lo que dijo Pagni: que se haya ordenado prisiones preventivas por presiones y maniobras del aparato judicial- mediático-político cuyo verdadero objetivo era tapar al gobierno de Macri e ir contra los opositores al neoliberalismo. Pagni estuvo imputado en una causa por espionaje durante el gobierno de CFK en que se descubrió el hackeo de los mails de la secretaria de la entonces presidenta, los del jefe de Gabinete y actual presidente, y hasta protagonistas del espectáculo como Susana Giménez.
Tapar Como recordó CFK esta semana, el escándalo de Panamá Papers estalló el domingo 3 de abril de 2016, con cabecera en el Süddeutsche Zeitung de Alemania.
En la tapa de esa publicación apareció la foto de Mauricio Macri porque figuraba entre los mandatarios que habían armado sociedades ocultas en el estudio Mossak Fonseca de Panamá y registraba negocios en paraísos fiscales y Brasil. Por entonces, el periodista Hugo Alconada Mon, de La Nación, era la principal referencia del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación en el país. Eso derivó en que el diario de los Mitre y los Saguier publicara los datos, con absoluta protección de Macri.
De hecho, los periodistas alemanes criticaron la cobertura argentina señalando que fue condescendiente con el entonces presidente.

Fernando González
Los dos Albertos que teme la oposición

No son los únicos que tienen la misma duda existencial, pero por el lugar institucional que ocupan son los más importantes.
Los dirigentes de la oposición creen que hay dos Albertos en el diálogo con el Gobierno. Y, cuando ya han pasado tres meses del inicio de la gestión presidencial, todavía no saben a ciencia cierta con cuál de ellos van a tener que lidiar. Un día se enamoran del Alberto que les habla de consenso, que les resuelve pequeños problemas pendientes y que recuerda con cariño a Raúl Alfonsín en el Congreso. Pero al otro día se les aparece el Alberto de las pesadillas.
El que victimiza a Milagro sala en un video y deja crecer el fantasma de la intervención judicial en Jujuy que empuja todo el kirchnerismo. Se duermen con el Alberto hosco que compite con Cristina y se despiertan con otro que luce sonriente y abrazado a la vicepresidenta.
Por eso, la oposición ha comenzado lentamente a desperezarse. El primer gesto fue no haberle dado quórum al oficialismo cuando votaron los límites a las jubilaciones de privilegio de jueces y diplomáticos.
Pagaron el costo de aparecer apoyando un beneficio que genera enojo en el resto de la sociedad pero dejaron en evidencia la maniobra de forzar el voto sorpresa de Daniel Scioli, quien ya oficiaba de embajador en Brasilia. El episodio recordó al diputrucho con el que el peronismo aprobó la privatización de Gas del Estado en los ?90 y puso a Alberto en un lugar en el que prefiere no estar.
El del todo vale para ejercer el poder, que perfeccionó el kirchnerismo hasta el epílogo decadente en 2015.
El conflicto que tiene a Milagro Sala como protagonista es más complicado. El jueves pasado, el gobernador Gerardo Morales encabezó una marcha bastante nutrida en San Salvador para mostrarle al Gobierno nacional que no está dispuesto a ceder ni a darle un indulto a la activista jujeña. Esa es la propuesta que creyó recibir de su último encuentro con el Presidente, a quien le ratificó en el rústico argot provinciano que a veces utiliza su negativa a modificar el estatus de presa domiciliaria que tiene Sala después de las condenas judiciales.
El gesto político de la marcha que respaldó a Morales se repetirá esta semana, cuando diputados, senadores y varios dirigentes importantes de Juntos por el Cambio lo acompañen públicamente en la provincia. El mensaje de esa foto será señalarle al Gobierno Nacional que intervenir la Justicia de la provincia es un dique institucional que no debería romperse. El gobernador y el Presidente tienen una antigua y amable relación que la situación de Milagro Sala está poniendo en crisis.
Y es una encrucijada donde vuelve a aparecer el espejismo de los dos Albertos.
Morales lo repite en público cada vez que puede. ?Alberto Fernández no avala el proyecto?, insistió el gobernador esta misma semana.
Y agregó que el proyecto para intervenir la justicia provincial busca garantizar ?la impunidad? de Milagro Sala. ?No creo que Alberto esté en esto y le expliqué algunas cosas que no sabía?, es el argumento del dirigente radical.

Municipalidad de Tigre
Corrientes
Municipalidad Lomas de Zamora
Municipalidad de Ushuahia
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