Banksy en La Rural La obra del grafitero anónimo que seduce al arte global
"¿Genio o vándalo?", se pregunta la muestra sobre el provocador creador que desde hace décadas sorprende con trabajos en las calles del mundo. Abre sus puertas hoy.
"No hay nada más peligroso que alguien que quiere hacer del mundo un lugar mejor". El grafiti que cita a Banksy en el arranque de su primera exposición en el país, resume el espíritu idealista y provocador de este artista cuya identidad real se desconoce y al que también hay que concederle la categoría de intelectual: es que su obra no solo impacta desde el punto de vista estético sino que además confronta con las bases del sistema mismo, denunciando sus abusos y violencias múltiples. Así, el artista obliga al espectador a tomar postura.
Banksy es uno de los creadores más conocidos y controvertidos del panorama contemporáneo, y aunque se cree que nació en Bristol, Inglaterra, en 1974, él elige permanecer en el anonimato desde el origen de su carrera, que se remonta a comienzos de los ?90. En estos años, ha logrado convertirse en una figura mítica del arte del presente.
Por eso cobra sentido la muestra Banksy, Genius or Vandal?, que se inaugura hoy en el pabellón Frers de La Rural y acercará al público argentino a su universo artístico, a través de diferentes ejes temáticos y más de 70 creaciones que incluyen una selección de obras únicas ejecutadas con diferentes técnicas: óleo o acrílico sobre lienzo, spray sobre lienzo y madera, serigrafías de edición limitada, esténciles sobre metal u hormigón, esculturas, instalaciones, videos, fotografías y experiencia de realidad virtual.
La muestra ?que podrá verse, en principio, hasta el 16 de octubre? cuenta además con audioguía gratuita para smartphones, lo que enriquece la experiencia de los visitantes.
La obra de Banksy se nutre de las problemáticas contemporáneas con el lenguaje del arte callejero y un marcado signo irónico, a través de piezas en buena parte satíricas sobre política, cultura pop, la moralidad y las guerras, y en las que combina la escritura con grafitis y stencils.
Esta técnica que le permite al artista, por un lado, montar las obras con extrema celeridad, y por otro homenajear el lenguaje del arte callejero neoyorquino, nacido en los años 70, así como se nutre de la cultura del hip hop y el punk, movimiento que también dio vida a códigos de protesta visual que tuvieron impacto mundial.
Así como de otros adoptados por el establishment, como el pop art de Warhol, el impresionismo francés o la escultura clásica, vínculos en los que también se adentra la muestra.
El fenómeno Banksy no surgió de la nada sino que se alimenta de estéticas y tradiciones artísticas históricas, demuestra la expo.
Este lenguaje que elige para llegar a públicos masivos, le sirve al artista para cuestionar el statu quo afianzado a través de las normas sociales y la ley, plantando sus imágenes en las paredes y edificios de numerosas ciudades del mundo. Aunque nunca recae en un tono sombrío: por el contrario, se vuelve filoso a partir de una alta cuota de ironía y humor.
El grafiti ?que trasciende, además, las barreras lingüísticas- es para él un lenguaje artístico ideal, y que ha sabido elevar a un nivel superlativo, en términos de su calidad y el alcance.
Cada una de sus obras obtienen de manera espontánea máxima difusión, por el interés que generan a nivel global.
La lucha contra el autoritarismo en sus infinitas variantes está en la base de su propuesta, romántica a su modo, desde el momento que concibe implícitamente que los bellos perdedores del mundo ?también anónimos, como él? tendrían el poder de aunar sus fuerzas para oponer resistencia a un sistema regado de abusos e hipocresías.
Fuente: Clarín
