Caminito cumple 60 años y sus paredes recuperan los colores originales

Se recrearon las tonalidades elegidas por el pintor Benito Quinquela Martín.

Para Quinquela Martín, el color era un arma para vencer a la monotonía urbana, en tiempos en que su uso no era bien visto en ciertos círculos. Pero él hizo del colorinche una bandera que plasmó en el museo a cielo abierto de Caminito, una de sus obras máximas.

Aquellos colores originales se perdieron hace tiempo, debajo de nuevas intervenciones. Hasta que una investigación los sacó a la luz. 

Ayer, en el año de su 60° aniversario, el paseo por excelencia de La Boca fue reinaugurado con las mismas tonalidades que imaginó Quinquela.

El proyecto, encarado por la Fundación Proa junto al Museo Benito Quinquela Martín, consistió en la restauración, acondicionamiento y devolución de los colores históricos de los muros de Del Valle Iberlucea y Pedro de Mendoza, la esquina que conforma la postal típica de Caminito.

En 2017, el Ministerio de Espacio Público porteño realizó una obra de puesta en valor de todo Caminito y de la Vuelta de Rocha. Encontraron documentos históricos sobre los colores originales de las construcciones internas del pasaje, pero no de las de su famosa esquina. En ese momento, optaron por dejarla con el aspecto de la construcción de 1891.

Fue entonces que tomó la posta la Fundación Proa, que contó con un aporte económico de American Express a través de Resources Foundation. Además del tratamiento aplicado a los muros, se acondicionaron las bases de las esculturas y monumentos del museo.

El pasaje se extiende 150 metros de este a oeste. Su forma es curvada porque seguía el curso de las vías de un ramal del Ferrocarril de Buenos Aires que llegaba al Puerto de la Ensenada.

Cuando el tren dejó de pasar, en 1928, esa parte de la traza se convirtió en sendero y muy pronto, en basural. Hasta que en 1950 un grupo de vecinos decidió recuperarlo. Así sentaron las bases de lo que hoy es uno de los diez lugares más fotografiados del mundo.

Fuente: Clarín