Confitería del Molino: expertos avanzan en la restauración del gran salón de baile

Patrimonio. Escenario de casamientos, cumpleaños y bautismos, luego fue convertido en discoteca; Madonna filmó allí uno de sus famosos videos; un trabajo minucioso con materiales de alto valor

"Me parecía un lugar majestuoso, un lujo total. Te sentías una princesa", recuerda María Cristina Carlino Bajczman de cuando, a los 6 años, estuvo en el festejo de las bodas de oro de sus abuelos, celebradas en 1952 en el salón de baile de la Confitería del Molino. "Estoy feliz con la noticia de su recuperación", agrega, ante la promesa de los expertos de hacer brillar nuevamente el elegante espacio, como parte del plan integral de puesta en valor de la histórica confitería, durante 22 años sumida en el abandono y la desidia.

El fastuoso salón de baile, con reminiscencias de la Belle Époque, se ubica en el primer piso del edificio y desde principios de 1900 fue testigo de innumerables casamientos, fiestas de egresados, cumpleaños y bautismos, un lugar en el que a lo largo de los años se bailó desde el tango hasta el vals, pasando por el rock y por el pop. Un sitio con magia propia, que enamoró a figuras internacionales como Madonna o Raffaella Carra, quienes filmaron allí videoclips para sus canciones.

"Con el salón de baile empezamos a trabajar hace pocos días. Estará listo a mediados de año", anticipó a la nación Guillermo García, responsable patrimonial de la Comisión Bicameral Administradora del Edificio del Molino, quien coordina todos los trabajos de recuperación iniciados a mediados del año pasado, de acuerdo con lo estipulado por la ley de expropiación de 2014.

Fuente: La Nación