Descubrirán la fachada del Congreso, pero quedará tapada por andamios

La asunción del nuevo Presidente se producirá en medio de las obras de restauración, que terminan en febrero.

El 10 de diciembre, cuando Mauricio Macri y Alberto Fernández ingresen al Congreso para realizar la ceremonia de traspaso de mando, sucederá una curiosidad vinculada al patrimonio porteño: este edificio les dará la bienvenida con su fachada renovada.

Claro que el trabajo, que forma parte de la primera gran restauración integral del palacio, se podrá adivinar solo a través de los andamios, ya que quedará totalmente descubierta recién para el fin de este verano.

?La conservación forma parte de la vida de los monumentos. Y el Palacio del Congreso es uno de los más valiosos que tenemos en la Ciudad. Es verdad que en nuestro país no estamos acostumbrados a estos procesos y los vemos como algo molesto, como símbolo de deterioro o decadencia. Sin embargo, estos andamios son un símbolo de preocupación por la conservación?, le dijo a Clarín el arquitecto Fabio Grementieri, de la Comisión Nacional de Monumentos, Lugares y Bienes Históricos. El Palacio legislativo es Monumento Histórico desde diciembre de 1993.

El Congreso fue proyectado por el arquitecto italiano Vittorio Meano, que previamente trabajó en el Teatro Colón junto a su socio, Francisco Tamburini. Meano no llegó a verlo terminado, porque falleció en 1904, dos años antes de la inauguración.

Los trabajos habían arrancado en 1897 y concluyeron en 1946. Las cuatro caras (Entre Ríos, Rivadavia, Combate de los Pozos e Hipólito Yrigoyen) suman 600 metros lineales.

Para devolver el aspecto original al frente del Palacio, el equipo del Plan Rector de Intervenciones Edilicias (PRIE) trabajó en los últimos meses limpiando, reparando y reponiendo faltantes. El hollín, el guano de palomas y murciélagos, las filtraciones, la pintura y las plantas provocaron un gran deterioro. También las lluvias y la contaminación. La fachada se veía oscura y degradada.

?Logramos recuperar la piedra. La fachada luce como si estuviera iluminada?, confirmó a Clarín la arquitecta Catalina Liotti, directora de obra. Ya se realizaron pruebas para retirar la malla plástica de protección que lo recubre y en los próximos días comenzaran a sacarla para que el 10 de diciembre se pueda ver a través de los andamios.

De hecho, estas obras sobre el frente que da a Entre Ríos se enmarcan dentro de este plan rector que arrancó en 2012 y tiene una fecha de finalización estimada en 2035. Además de la restauración, se trabaja en la funcionalización del palacio, modernizando las instalaciones y ?escondiendo? las conexiones y cables que colgaban por todas partes. Se restauraron vitraux que se encontraban casi abandonados; se desinsectó la boiserie del Salón Eva Perón; se trabajó en la restauración interna de las cúpulas; además, se realizó un trabajo a fondo en la cúpula verde.

Los salones por los que circularán los presidentes, sus comitivas e invitados, ya se encuentran sin andamios.

Son el Salón Azul y el Atrio, el espacio que continúa inmediatamente a las puertas principales.

Cuenta Liotti que ?se trata de la primera recuperación integral del edificio.

Y para ambas cámaras se siguen los mismos parámetros y criterios?.

Se realizaron 11 licitaciones públicas para llevar a cabo las obras. Algunas, con personal del Congreso, y otras con especialistas contratados.

La piedra de la fachada, de diferentes tamaños y grosores, es caliza original de una cantera inactiva de la provincia de Córdoba. Los restauradores consiguieron los permisos y retiraron la cantidad de piedra que necesitaban para los arreglos.. El granito que se encuentra en el basamento, de unos 6 metros de alto, es de Uruguay, y se halló una veta similar en Colonia y otra en Tandil.

Sobre la historia de la fachada, cuenta Grementieri que ?la de Entre Ríos fue la primera que se terminó... y a las apuradas. En las crónicas, los medios de la época contaron con detalle que las obras estaban lejos de haber concluido para el momento de la inauguración?. Ese día fue el 12 de mayo de 1906, cuando aún no había asientos en el recinto. Recién en 1946 se dio por finalizada la obra completa, cuando se colocó el revestimiento de mármol del exterior.

Fuente: Clarín