El 48,1% de los porteños separa los residuos reciclables

Así lo indicó la Ciudad, al hacer un balance del primer año del plan BA Recicla

Este mes se cumplió un año desde que en abril del año pasado el gobierno porteño impulsó el proyecto BA Recicla. En el contexto de ese plan, se conoció un informe de la consultora Aresco que reveló que el 48,1% de los vecinos de la Capital separa los residuos reciclables "siempre", mientras que el 21,9% lo hace "a veces". 
En una conferencia de prensa vía Zoom, el jefe de Gabinete, Felipe Miguel; la ministra de Espacio Público e Higiene Urbana, Clara Muzzio, y el subsecretario de Higiene Urbana, Pedro Comín Villa- nueva señalaron que para el año próximo el 80% de los vecinos se sumarán a la iniciativa para cuidar el medio ambiente. 
"Este año de BA Recicla conllevó un cambio significativo en la manera en que manejamos los residuos, un gran cambio cultural, y estamos entusiasmados y con las expectativas redobladas hacia adelante. Más de la mitad de los ciudadanos separan en origen los residuos, que es el paso fundamental para seguir con la cadena de reciclado e impactar en términos ambientales. El cambio cultural es el desafío más grande que hay cuando se deben revertir conductas y hábitos arraigados y el reciclado requiere una cantidad de acciones necesarias para que funcione bien", señaló Miguel. 
Y destacó tres avances principales en el primer año del proyecto: el afianzamiento del vínculo y funcionamiento con los recuperadores urbanos (6613 trabajadores), la instalación de contenedores verdes a no más de 150 metros de cada domicilio en las 15 comunas (ya son 2845); y la entrega de más de 420.000 eco- tachos (recipientes hogareños destinados a los residuos que pueden reciclarse). "Nos comprometimos a entregar un millón antes de fin de año", apuntó. 
Refuerzo en la fiscalización 
Los funcionarios anunciaron que desde el 10 pasado se reforzó la fiscalización en los grandes generadores, como los consorcios que cuentan con un encargado que recibe el beneficio añadido de $2125 por mes, y oficinas, hoteles de más de 200 plazas, entre otros. 
"Se trata de verificar el cumplimiento de la obligación que tienen los administradores de los edificios. Significan muchísimos desechos menos y un impacto positivo en la higiene y el medio ambiente", enfatizó Miguel. De las inspecciones realizadas en lo que va del año, en el 20% de los casos se aplicó una sanción. 
Además señalaron que de los 40.000 frentes de los grandes generadores, alrededor de 31.000 son consorcios y el resto, comercios. Por ello, desde junio próximo se ampliarán las inspecciones semanales de entre 350 y 400 a entre 500y600 para verificar que los edificios dispongan de doble cesto en los lugares comunes, vincular con los que no lo estén con una de las cooperativas que trabajan con la Ciudad e implementar infracciones para aquellos que no cumplan con las disposiciones. 
Muzzio destacó que uno de los mayores reclamos de los vecinos se centró en no tener un espacio accesible para el reciclaje. "Conseguimos los objetivos del plan inicial. Fortalecimos la gestión social del sistema y mejoramos la infraestructura. Para fin de año prevemos que todas las campanas serán contenedores, para simplificar y efectivizar. Además, creamos programas como los embajadores verdes, más de 5500, que invitan a los vecinos a sumarse y multiplican este mensaje del cambio cultural", precisó. 
Y amplió: "Hoy, por día, en la ciudad se recuperan 413 toneladas de material reciclable. Tenemos que ir a buscar a ese 30% de vecinos y vecinas que aún no separan la basura, ya que el 14% de las emisiones de dióxido de carbono que se producen en la ciudad corresponden a los residuos generados. Estamos disminuyendo ese potencial medioambiental". 
Comín Villanueva recalcó que a diario la ciudad genera cerca de 7500 toneladas de basura, de las que alrededor de 1300 se entierran y cerca de 500 pueden ser reintroducidas como material recuperado u orgánico. 
Muzzio reveló que a través de la línea 147 reciben alrededor de 1200 pedidos por mes acerca de la reubicación de los contenedores. "En la medida de lo posible, intentamos que estos elementos puedan ir rotando, pero es complejo, sobre todo en las zonas densamente pobladas, como Congreso, Retiro o la avenida Santa Fe. Pero si generamos menos basura, que es el objetivo final, menor infraestructura necesitaremos. El mejor residuo es el que no se genera", puntualizó. 
 

Fuente: La Nación