La Ciudad recuperó un espejo de agua a pocas cuadras del Centro
Laguna de los Patos. La falta de lluvias y el avance de la vegetación la habían secado. Está dentro de la Reserva Ecológica, visitada por un millón de personas por año.
La Reserva Ecológica Costanera Sur "estrena" laguna. Después de un año de tareas ya se puede ver a pleno la recuperación de una parte de la Laguna de los Patos. Es uno de los tres espejos de agua que tiene la reserva que, por efecto de la sequía y la falta de lluvias en territorio porteño, se fue secando poco a poco. En paralelo, árboles, plantas y arbustos -muchos de ellos exóticos- le fueron ganando espacio a las especies acuáticas que prácticamente llegaron a desaparecer.
La laguna, así, se fue transformando, dando lugar a una configuración más parecida a la de un monte.
Al cabo de un año ya es posible ver la recuperación de la vegetación acuática.
Un manto verde de repollitos y lentejas de agua, juncos y una explosión de lirios de color amarillo conforman una postal encantadora que se puede ver desde el nuevo mirador, ubicado en uno de los extremos de la laguna, junto al Centro de Interpretación y a pasos del ingreso principal.
En su origen, esta laguna se regulaba a partir de las lluvias, igual que la Laguna de las Gaviotas. Muy distinto a lo que ocurre con la de los Coipos, el espejo de agua que se encuentra en el ingreso a la Reserva, que recibe agua del Río de la Plata.
Pero como se dijo, la sequía hizo es- tragos en la Reserva y también en el resto del país. En estas semanas el Servicio Meteorológico Nacional publicó un informe sobre esta situación climática. Identificó que el nivel de sequía es severo en la zona del norte de la provincia de Buenos Aires (incluida la Ciudad), Santa Fe, Córdoba y San Luis. En este contexto, la Ciudad registró su invierno más seco desde 1961 y el quinto consecutivo en registrar déficit de lluvias.
En este contexto es que el equipo de conservación de la Reserva tomó la decisión de cambiar la lógica de esta laguna y alimentarla con agua del Río de la Plata. Para tener una idea de la dimensión, es necesario saber que la reserva tiene 350 hectáreas y la Laguna de los Patos ocupa alrededor de 65, lo que incluye al espejo de agua, más un borde de encharcamiento y el bosque perimetral.
Para dar inicio a los trabajos concretos de reconstitución de la laguna se construyó un terraplén que permitiera delimitarla, "achicar" la superficie.
"El terraplén tiene dos funciones, evitar que la vegetación siga avanzando y además formar una suerte de "pileta" que pueda contener el agua que va a ir ingresando. Primero la tierra debe encharcarse, saturarse de agua, para que entonces sí comience a formarse nuevamente la laguna", explicó a Clarín Germán Ausina, gerente operativo de Reservas de la Ciudad.
Con maquinaria pesada fueron quitando los árboles, arbustos y plantas exóticas e híbridas que fueron creciendo en estos años. Todas las especies fueron marcadas previamente por el personal de conservación, que colocaba cintas para que los operarios de las máquinas identificaran cuáles podían sacar. Así lograron que realmente se vea como una piscina.
El siguiente paso fue comenzar a drenar el agua del Río de la Plata. Este proceso involucra a la Laguna de los Coipos. "El agua ingresa a la laguna a través del canal Viamonte y el agua excedente se bombea a la Laguna de los Patos. Este circuito se repite todos los días. Por la mañana ingresa el agua y por la tarde se traslada de una laguna a la otra. En los primeros meses se bombeó con más celeridad porque se necesitaba encharcar la tierra, que la napa se inunde, que recupere la capacidad de absorción que se perdió por la sequía", dijo Ausina.
Este trabajo de estabilización en esta parte de la laguna demandó un año. Y se espera que la rehabilitación de lo que queda, continúe. Así lo confirmó Inés Gorbea, secretaria de Ambiente de la Ciudad: "Tenemos proyectado seguir avanzando en la recuperación de esta laguna, para recuperar esta parte del humedal".
La misma metodología se utilizaría para llevar agua a la Laguna de las Gaviotas, un bypass de laguna en laguna.
Fuente: Clarín