Les bajan impuestos a gimnasios, cines, teatros y boliches porteños

No pagarán ABL por tres meses. Desde que comenzó la cuarentena no pueden trabajar con normalidad.

Sin poder funcionar con normalidad desde el inicio de la cuarentena por coronavirus, con aperturas parciales o directamente cerrados, varios rubros comerciales de la Ciudad se encuentran con la soga al cuello. 
Algunos, como los boliches, llevan más de un año casi sin ingresos genuinos. 
Para paliar aunque sea en parte este panorama, la Legislatura porteña aprobó ayer exenciones impositivas para varias actividades. 
Con estas leyes, los cines, teatros, locales de baile clase "C" (que es la definición legal de los boliches), centros culturales y academias de danza no pagarán el ABL de junio, julio y agosto. Igual medida correrá para los salones de fiesta. 
En tanto, a los gimnasios les condonarán el ABL por dos meses, junio y julio. Pero en ese plazo tampoco pagarán Ingresos Brutos, que es el principal impuesto que cobra la Ciudad de Buenos Aires. 
Esta medida abarca también a todos los emprendimientos considerados "servicios de acondicionamiento físico", como los centros de estética, instituciones que dan clases de yoga y otros. 
Se trata de tres proyectos de ley separados, pero que apuntan a lo mismo. 
Los tres fueron aprobados con 52 votos a favor y 4 abstenciones. 
Fueron iniciativas del interbloque oficialista. El proyecto de los gimnasios fue presentado por los legisladores Matías López y Agustín Forchieri, de Vamos Juntos. El de los salones de fiesta, por el radical Martín Ocampo. Y el de los boliches y espa cios culturales, por el socialista Roy Cortina. 
Según estiman en el Gobierno porteño, estas eximiciones significarán un costo fiscal de unos 200 millones de pesos en el año. Pero es un cálculo acaso demasiado teórico, porque se trata de comercios que, dada la situación en la que se encuentran, difícilmente pudieran pagar al día, si es que directamente no se ven obligados a cerrar. 
Es que la cuarentena y las sucesi vas medidas restrictivas que se tomaron desde marzo del año pasado los golpearon de lleno. Los dueños de gimnasios, por ejemplo, llegaron a manifestarse en las puertas de la residencia presidencial de Olivos para que les permitieran trabajar. A medida que aflojó la primera ola de contagios, pudieron primero organizar clases y actividades al aire libre, y luego en los locales, pero con cupo de personas y protocolos. Las últimas medidas por la segunda ola hicieron que otra vez debieran cerrar. 
Los boliches y salones de fiestas tampoco pudieron funcionar durante meses, y luego consiguieron que les permitiera trabajar como gastronómicos. 
En el ámbito cultural también la situación es crítica. En Belgrano, por ejemplo, cerraron los cines Arte Multiplex y Cinema City General Paz. Y el Atlas de Flores cerró en marzo del año pasado y hay dudas de que reabra. 
"Estas medidas apuntan a unos 1.700 locales, firmas, cuits y otros. Se suma así a otras ocho iniciativas que fueron puestas en vigencia en 2020 y este año", explicó Claudio Romero, de Vamos Juntos y presidente de la Comisión de Presupuesto de la Ciudad. Esas otras medidas fueron eximiciones similares para gastronómicos, hoteles y los sanatorios y clínicas que brindan el servicio de internación por Covid-19. 
En tanto, el diputado Matías López agregó que "las medidas son un alivio para los gimnasios que, como muchos sectores de la economía y el deporte, están sufriendo las consecuencias de la pandemia". 
Además de las medidas fiscales, el Gobierno porteño y el Banco Ciudad lanzaron una línea de créditos subsidiados para las pymes gastronómicas. 
Son préstamos a tasa fija (23%) por hasta $ 700.000 con financiación de hasta 24 meses. 
 

Fuente: Clarín