Ola de cierres de supermercados chinos en microcentro por falta de clientes
Desde la cámara que agrupa a los autoservicios orientales, denuncian que continúan los faltantes de productos y que hay segundas marcas que desaparecieron para siempre.
Los supermercados chinos vieron bajar sus persianas en masa durante la cuarentena. Y hoy, pese al levantamiento de las restricciones, el panorama para estos comercios continúa negro.
"El año pasado las ventas bajaron 30% y no se pudieron recuperar. No sólo hay escasez de ventas, sino también de mercadería; por ejemplo, faltan aceites, hay problemas con las entregas por parte de los proveedores y desaparecieron segundas marcas", sentenció Yolanda Durán, presidenta de la Cámara Empresarial de Desarrollo Argentino y Países del Sudeste Asiático (Cedeapsa).
Más afectados Si bien la crítica situación es un común denominador para gran parte de los comercios de proximidad, los más afectados son aquellos ubicados en el microcentro porteño. La falta de trabajadores en la zona se traduce en que hayan cerrado muchísimos negocios (no sólo de expendio de alimentos), sino también restaurantes, locales de indumentaria, cuero, zapatos, etc. Ante la falta de clientes, muchos redujeron el horario de funcionamiento.
"Hoy en la zona hay cero ventas, estamos analizando qué hacer con estos negocios, si mudarlos a otros barrios o hasta otras provincias", aclaró Durán, quien luego aseguró que no logran hacerle frente al pago de los alquileres, al tiempo que las cargas tributarias tampoco dan respiro.
Un dato curioso, que explica también el panorama, es que hace más de un año hubo 500 dueños de supermercados que viajaron a China, en la prepandemia, y desde entonces sólo 50 regresaron a la Argentina. "Solamente volvió al país el 10% de los que se habían ido, por eso también continúan muchos supermercados cerrados; no regresaron por temas personales o bien por las estrictas medidas de China para salir de allí", sentenció Durán.
De acuerdo con el último relevamiento realizado por la cámara del sector, cerraron 200 supermercados orientales, pero ya temen que la cifra sea aún mayor. Lo cierto es que aquellos que decidieron bajar persianas intentan hoy reacomodarse para trabajar en otros supermercados.
Además, desde que se lanzó el Programa Precios Máximos, hay un fuerte control sobre este sector por incumplimientos, que suele terminar en clausuras o actas por sobreprecios.
La inseguridad es otro tema que aquieta, sobre todo en los comercios ubicados en el conurbano, razón por la que muchos mantienen al día de hoy el horario reducido que habían impuesto durante la cuarentena para el funcionamiento de sus locales.
Otros dos negocios que están viviendo su ocaso en la comunidad oriental son las regalerías y los restaurantes por peso. En este último caso, la demanda es acotada, el teletrabajo generó menos visitas a las oficinas, que eran grandes clientes, a la vez que hoy el formato de tipo buffet se encuentra muy limitado. "Hoy en la zona hay cero ventas. Estamos analizando qué hacer con estos negocios, si mudarlos de barrio o hasta de provincia".
Fuente: Ámbito Financiero