Ordenan el desalojo "pacífico" de una toma de tierras en Barracas
En el lugar habría más de 100 familias; mayormente, mujeres y niñas y niños.
Hace diez días, una adolescente cayó sobre las vías de carga del ferrocarril Roca y murió. Sucedió en la Villa 21.24 de Barracas -uno de los asentamientos humanos más grandes de la Ciudad- y esta muerte desencadenó protestas.
Y la toma de un importante terreno ferroviario.
En el lugar, que se encuentra acordonado por fuerzas policiales de Nación y Ciudad, habría más de 100 familias; mayormente, mujeres y niñas y niños. El juez federal Daniel Rafecas ya dictó el desalojo ?pacífico? del predio y ?sin utilización de la violencia?.
Según pudo saber Clarín, ayer, tras una reunión convocada por el magistrado con las autoridades del gobierno nacional -que tienen acción directa sobre el predio- y también con funcionarios de Ciudad, se acordó seguir como hasta ahora, es decir, con el lugar cercado para no permitir que ingresen nuevos usurpadores, y continuar con el desalojo pasivo. Además, quienes no se vayan serán informados que serán imputados por el delito de usurpación.
Al mismo tiempo, también se supo que se colocará una posta sanitaria a la salida del predio para revisar a las personas que dejen la toma.
En principio, se sabe que el predio no estaba abandonado. Durante años el manejo estuvo a cargo de la empresa Ferrosur Roca, que opera este ramal de cargas. Pero luego volvió a manos del Estado Nacional -ADIF, Administrador de Infraestructuras Ferroviarias- para ser utilizado como obrador para los trabajos en el Ferrocarril Belgrano Sur.
Y a fines de 2020 la empresa AySA firmó un convenio con la Ciudad para utilizar también el lugar y arrancar obras de infraestructura de tendido de agua potable hacia el barrio.
En diálogo con este diario, un referente barrial -nacido y criado en la 21.24- entiende que buena parte del conflicto tiene que ver con las elecciones y el momento político indicado para "meter presión": "Acá tenemos un chiste, la patronal más importante del barrio es la organización Corriente Villera Independiente SA. Pero no es la única, hay muchas organizaciones que mueven gente a través de los planes sociales", denunció.
Y amplió: "Creo que en las últimas semanas -con los cortes que se realizaron en la 9 de Julio- fue visto por todo el mundo cómo, detrás de las protestas, hay muchos punteros políticos, de organizaciones, que manipulan las necesidades de la gente.
Acá, como en casi todos los barrios, también sucede", opinó.
Pero como ocurre también en muchos otros barrios pobres de la Ciudad, la crisis habitacional influye en el conflicto. La villa 21.24 ha crecido inusitadamente "hacia arriba" en los últimos años. Al encontrar limitaciones de expansión en territorio, se construyó mucho en altura. Y crece un negocio vinculado a los alquileres precarios y a la necesidad que tienen las familias de encontrar un sitio donde vivir.
En la toma, ayer a la tarde, los ánimos estuvieron más calmados que durante la noche del lunes, cuando se registraron algunos incidentes.
Las autoridades del gobierno nacional hicieron ingresar alimentos y medicamentos para asistir a las familias.
Mientras que Ciudad asignó médicos, enfermeros y asistencias sociales. Si bien se indicó que se realizó un censo, no hay precisiones sobre el resultado. Los vecinos de la toma dicen que hay 350 personas, pertenecientes a 160 familias.
Fuente: Clarín
