Transformación obligada: Palermo Soho vuelve a ser Palermo Viejo

La emblemática zona de paseo y de compras de la Ciudad de Buenos Aires se vacía. Comerciantes señalan que todas las semanas se desocupan locales.

La cuarentena en Palermo no sólo se ve: también se escucha. En ese rectángulo difuso que bautizaron Soho ya no se oye el ruido de autos con conductores en busca de un lugar, ni las charlas de turistas o cazadores de tendencias, ni los gritos en la vereda de un restaurante.

Hoy el soundtrack de Plaza Serrano es un ringtone de app de delivery, mezcla de grito de cowboy y victoria en el casino: la indicación sonora de que a un repartidor le entró un pedido.

Sin gente en cada esquina ni autos estacionados, es más fácil ver aquel Palermo de pasajes, casas chorizo, vecinos chango en mano y talleres mecánicos.

Un regreso inesperado que se da por el peor motivo: finales de bares y restaurantes cada semana, cierres o mudanzas de locales de ropa, o su traslado al mundo online. La cuarentena vació una zona de por sí poco poblada y poco rentable para construir, por las limitaciones de altura. "Esto va a volver a ser Palermo Viejo. Cuando reabrimos, daba miedo: parecía que había caído una bomba, o que había que esperar a que salieran zombies", cuenta Alfredo Vizcarro de la heladería Filippo, cerca de Plaza Serrano.

Cada semana se desocupan locales: hace unos días fue el turno de Bad Toro, Clara y The Fifty Bar. Chiqui?s también cerró. Igual suerte corren bares sobre Uriarte. Los dueños de la cochera de Thames al 1700, antes siempre llena, decidieron concentrar operaciones en otra sucursal. Una heladería cercana bajará la persiana la semana que viene. A unas cuadras, frente a Plaza Armenia, los locales cerrados también son norma, sobre todo, los de ropa. A una cuadra estaba Humawaka, tienda de carteras y accesorios.

Fuente: Clarín