Apareció el Boca cargado de juego y goles que los hinchas quieren ver
Otra vez sin Miguel Russo, el Xeneize demolió a Newell´s con un 5-0 que lo acomodó en todas las tablas. Una señal de esperanza que se celebró en los distintos ámbitos del club.
Un regalo para el ausente Russo: su equipo hizo un gran primer tiempo y en la suma de los 90 minutos destrozó a un Newell´s en caída libre. Hubo fiesta bajo la lluvia en la Bombonera.
Llegaron bajo nubes negras, con su equipo afuera de los playoffs del Torneo Clausura y de la clasificación a la Libertadores 2026. Terminaron bailando bajo la lluvia, celebrando el liderazgo de la Zona A y la posición en la tabla general, que le permite soñar con volver a disputar la Copa que obsesiona a orillas del Riachuelo.
De ilusiones breves vive Boca porque el fútbol son "momentos", diría Miguel Russo, el técnico ausente, de licencia médica. Entonces, los noventa minutos ante Newell´s entregan razones para pelear por un título que es una obligación. A fin de cuentas, es la única competencia hasta fin de año.
Boca volvió a mostrar un gran nivel en el primer tiempo, al igual que hace dos semanas, cuando en esta misma cancha superó a Central Córdoba. El resultado no se pudo sostener. Fue diferente ante Newell's, claro. También, los modos y las maneras -una vez más, a decir de Miguel-, porque en esta ocasión, el equipo que condujo Ubeda fue más dinámico, profundo y agresivo. Y no necesitó tanto de Paredes.
Hizo la diferencia por las bandas. Especialmente, por la derecha, donde Barinaga fue punzante y participó en los primeros dos goles de Milton Giménez, la gran figura. El rosarino enganchó hacia adentro y dejó claro que su mejor perfil será el diestro pero puede ejecutar notables centros con el pie izquierdo.
Y de un envío del lateral llegó el cabezazo del Tanque de Grand Bourg, que le ganó en el cielo del área al colombiano Mosquera y venció la resistencia de Espínola.
Boca se reencontró con su gente con un esquema que ya empieza a ser una fija, el 4-4-2 con Aguirre y Velasco por afuera, pero sobre todo con los laterales lanzados. Por dentro arman Paredes y Rodrigo Battaglia. Y adelante, funciona el "9" que lo obliga a Merentiel a salir un poquito más del área, muy a pesar suyo. Esta vez, todo encajó a la perfección. Hubo posesión (72% al cabo del primer tiempo) circulación, pases con sentido y el equipo fue más directo.
Fuente: Clarín