Bielsa arranca su ciclo como técnico de Uruguay entre la ilusión y las miradas de reojo
A 12 años de su adiós a la Selección de Chile, el DT argentino vuelve a dirigir en Sudamérica. La expectativa es grande, pero también hay muchas voces críticas.
Que Marcelo Bielsa está "loco" ya se sabe. Que su regreso al fútbol sudamericano le dará un salto de calidad a las competencias de selecciones es una afirmación que podrá constatarse por el rendimiento de su equipo y también por el interés que genere el entrenador desde lo discursivo. En Montevideo, el desembarco del entrenador argentino se vive con un entusiasmo moderado, que no es poco.
Bielsa llegó a Uruguay y los focos de la prensa deportiva están puestos sobre sos movimientos. Aterrizó en Carrasco el domingo, no les avisó a los dirigentes de la Asociación Uruguaya de Fútbol, y viajó en un bus de línea para reunirse con sus nuevos empleadores. "Hola, soy Marcelo Bielsa", se presentó en la puerta del Complejo Celeste, la casa de la selección uruguaya de fútbol.
El lunes recorrió el predio de la AUF (en Canelones, el Ezeiza de ellos) acompañado por Ignacio Alonso, presidente de la Asociación, y Jorrge Giordano (ex entrenador, actual gerente de selecciones nacionales de la AUF). Se lo vio enérgico, con una remera gris de manga corta debajo de un chaleco. Las zapatillas deportivas y el jogging, un clásico del entrenador nacido hace 67 años (cumplirá uno más el 21 de julio) en Rosario, provincia de Santa Fe.
En un video -furtivo- de la recorrida de Bielsa por el Complejo Celeste se lo puede ver dando indicaciones a los dos más altos directivos de la Asociación Uruguaya. Señala, mira, habla con ademanes; toma del suelo uno de esos muñecos inflables que sirven de rivales-conos en las prácticas y lo sacude: le falta aire y lo deja sobre el césped. Parece un cascarrabias, pero todos coinciden en que se fue conforme. El predio es un lujo y está a la altura de las expectativas del Loco.
Ayer acudió nuevamente para observar el amistoso de la selección uruguaya Sub 20 que conduce Marcelo Broli. Fue empate 2-2 ante Defensor Sporting y el último ensayo previo al Mundial que se disputará en Argentina. "Marcelo tiene decidido dirigir a la selección Sub 23", le confirma Nacho Alonso a Clarín (ver página 37). Si logra clasificarse, Bielsa dirigirá a Uruguay en los Juegos Olímpicos de París 2024, antes lo hará en el Preolímpico de Venezuela.
La expectativa es enorme. Y el desafío también. Uruguay viene de quedar eliminado en la primera ronda del Mundial de Qatar. Después del proceso del Maestro Tabárez, fue Diego Alonso el que llevó a la Celeste a la Copa del Mundo. Pero los resultados no acompañaron y el triunfo en la última fecha ante Ghana fue insuficiente y escandaloso por las protestas de los futbolistas vestidos de celeste contra el árbitro alemán Daniel Siebert, porque consideraban que debía cobrar penal en una jugada en la que Edinson Cavani aterrizó en el área.
Un gol más le hubiera dado a Uruguay el boleto a octavos.
Pero también, Bielsa deberá comandar el recambio generacional que se impone en la selección uruguaya.
Hoy, cuando sea presentado de manera oficial en el Estadio Centenario, el entrenador esclarecerá el panorama.
Pero en la prensa uruguaya se estima que los Diego Godín, Luis Suárez y Edinson Cavani -entre otrospaulatinamente le vayan dejando espacio a los Facundo Torres, Manuel Ugarte y Darwin Núñez, entre otros.
El Loco llega con su habitual equipo de trabajo que tendrá al chileno Diego Reyes como primer asistente, Pablo Quiroga y Lucas Oubiña (segundo y tercero); y desde España tendrá apoyo de Diego Bermúdez. En suelo uruguayo además contará con Magalí Conde para la logística; y cuando el equipo viaje al exterior la encargada de esa tarea será la española Sara Bouzas.
Más allá de lo que expresaron entrenadores uruguayos como Jorge Fossati o Martín Lasarte que hubiesen preferido a un entrenador local al frente de la selección (Bielsa será el segundo extranjero en toda la historia después de Daniel Passarella, quien comandó a la Celeste entre 1999 y 2001), en las calles de Montevideo la llegada del rosarino despierta expectativa, pero todavía lo miran de reojo.
Fuente: Clarín
