Boca hizo los deberes de local y apostó al remate final en Brasil
Cuando las cosas estaban complicadas y no aparecían las ideas para quebrar a un rival ordenado, Boca sacó a relucir su vieja mística copera.
Redondeando un muy buen segundo tiempo, con actitud y entrega, más el aporte del aliento ensordecedor de su hinchada, acorraló a Cruzeiro de Brasil contra su campo y logró doblegarlo, aunque por ventaja mínima, de 1 a 0. Por méritos, debió ganar por más, pero la realidad es que cumplió su tarea, la de vencer de local para ir a Brasil dentro de siete días con un planteo inteligente que le permita definir la serie y pasar a cuartos de final de la Copa Sudamericana.
Todo le costó mucho al local, porque Cruzeiro, sabiendo de los problemas que tiene en la salida, presionó bien alto, dejando que la pelota la manejaran los dos centrales sin que participen demasiado los volantes. Y cuando la tenía en su poder, la manejaba con mayor prolijidad, juntando pases y haciendo triangulaciones, aunque sin mayor profundidad, pero con algunas diagonales interesantes que nos prosperaron por centímetros al caer en offsides.
Y Boca, en una aislada, de un remate de Edinson Cavani por izquierda, a los 7 minutos, provocó la única situación de peligro, haciendo lucir a Cássio.
Con el aliento de la gente, el Xeneize se fue haciendo más combativo, aunque sin juego asociado, más que nada por intentos individuales, como por la gambeta de Cristian Medina, la movilidad de Miguel Merentiel y la subida de los dos laterales, Luis Advíncula y Lautaro Blanco, pero todo se diluía al llegar cerca del área, o en la misma, porque faltaba precisión en el último toque. Fueron aproximaciones, que siempre encontraron una pierna oportuna de algún jugador de Cruzeiro para que fueran realmente de peligro.
En el complemento, Boca fue otro, ayudado por el aliento de su gente, por el buen ingreso de Agustín Martegani y por los temores de un Cruzeiro que decidió defenderse. Así, a los 4 minutos, de un centro del ex San Lorenzo, Cavani no llegó por poco; y a los 19, en la mejor jugada combinada, que arrancó en Martegani, siguió en Medina y en una gran asistencia de Kevin Zenón, apareció Cavani para definir con toda su jerarquía con un remate esquinado, contra el palo derecho. Uno a cero y justicia.
Cruzeiro, lejos de reaccionar, siguió defendiéndose, y casi lo paga demasiado caro a los 29, cuando de un centro de Merentiel, Cavani remató haciendo estremecer el palo izquierdo y, del rebote, Zenón obligó a una gran atajada de Cássio. La visita amagó en el final pero no se animó y Boca terminó cuidando más la ventaja, pensando en la revancha dentro de siete días.
Fuente: Diario Popular