Colapinto se fue feliz de Mónaco y con el deseo de seguir mejorando
El argentino largó 18° y terminó 13° en su primer Gran Premio en la Fórmula 1 en este difícil circuito callejero. "Debo seguir aprendiendo y sumar kilómetros y experiencia" reflexionó.
El paddock del Gran Premio de Mónaco es el más diminuto de toda la temporada de la Fórmula 1. Pasillo muy angosto y espacios sumamente reducidos para cada equipo. La comodidad siempre brilló por su ausencia en esta competencia tan particular como distintiva. El ingreso para los protagonistas de la máxima categoría, desde los pilotos hasta los principales referentes de cada escudería, se encuentra en la curva de La Rascasse. Quien se pare allí verá de cerca a todos los referentes de la máxima expresión del mundo de la velocidad. Por allí, al igual que el resto los pilotos, entró cada día Franco Colapinto.
No hay exageración cuando se dice que el argentino despierta un interés que se compara con los grandes ídolos de la categoría. Los que fueron campeones, por ejemplo.
Franco camina envuelto de un carisma especial.
Aplomado, casi despreocupado, su semblante se mantuvo durante todo el fin de semana. Él sabía lo que tenía que hacer. Girar, sumar kilómetros y experiencia, no exponerse negativamente con algún golpe, tan propenso este circuito a los incidentes.
Se somete a las selfies, a los autógrafos, dedicó su simpatía a los argentinos que fueron a verlo al Fan Zone del otro lado del circuito, junto a la explanada que lleva a los turistas al Palacio del Principado.
Pero la procesión irá por dentro.
No lo dice, pero parece tener experiencia para soportar las presiones y los rumores cuando las cosas parecen no salir. Como el golpe en Imola en la clasificación o, elsábado pasado, cuando quedó último en la prueba cronometrada.
"Después de largar atrás, llegar 13° acá en Mónaco es positivo", afirmó con un semblante distinto. Pese a no perder nunca la simpatía, se lo veía más relajado, satisfecho por la tarea cumplida.
Claro que el equipo Alpine transmitía una vibración distinta, ya que sus autos no habían pasado de la Q3 y ahora "festejaban" el decimotercer puesto del piloto argentino, porque el francés Pierre Gasly chocó de atrás a Yuki Tsunoda (Red Bull) a la salida del túnel y debió abandonar a poco de la largada.
"Fue una carrera dura, complicada. Cuando largás atrás tenés que avanzar a lo largo de la competencia, tratando de ir para adelante", destacó Colapinto.
Y agregó: "Largué con la goma incorrecta y traté de ayudar a Gasly, pero su carrera duró poco. Entonces tuve que ir con la estrategia de parar temprano y así sacarme de encima el neumático duro".
Cada tanto recibía una palmada de algún integrante del equipo Alpine.
Su sonrisa respondía la muestra de aprobación.
"Destaco junto con el equipo que cambiamos de estrategia sobre la marcha, frente a otros equipos que se nota que hicieron todo lo que tenían planificado. La verdad es que las cosas no venían bien aquí, pero dimos vuelta el resultado. Ahora hay que tratar de mejorar para la carrera de Barcelona, en la que supongo que estaremos más firmes", sentenció.
La prensa internacional se detiene ante la palabra del argentino.
No pasa inadvertido y a medida que Colapinto hablaba se sumaban colegas de diversos medios.
"Está claro que tengo que seguir aprendiendo, sumar kilómetros y experiencia. Estoy contento con lo logrado en esta carrera. Hay que seguir progresando, porque por momentos estamos muy lejos y eso hay que mejorarlo", describió el de Pilar.
En los espacios reducidos de Mónaco, entre el muro y uno de los extremos de la bahía del Puerto Hércules, se asomó Flavio Briatore.
También su semblante era distinto al de 24 horas atrás. Caminaba como si tuviese todo bajo control.
"Tuvimos problemas al inicio. Con Pierre (Gasly) planteamos un cambio inmediato de neumáticos y acto seguido llegó el incidente con Tsunoda. Otros equipos hicieron muy interesantes planteos de estrategia", comentó.
Pero de inmediato se refirió a Colapinto.
"Franco hizo un buen trabajo, no cometió errores, mantuvo su buen ritmo y se comportó muy bien con el tráfico. Estoy seguro de que hoy aprendió mucho y eso le dará mayor confianza", destacó el italiano.
Sobre la realidad del equipo Alpine, Briatore comentó con bastan te autocrítico: "No somos lo suficientemente rápidos. Veremos qué sucede en Barcelona, donde tendremos los nuevos alerones".
Más allá de Colapinto, el público se comportó con caballerosidad en una pelea fantástica entre Lando Norris (McLaren) y el local Charles Leclerc (Ferrari). Casi en su totalidad, las tribunas apoyaron al monegasco, pero se rindieron ante la primera victoria del británico en este tradicional Gran Premio.
Las bocinas de los yates de valores multimillonarios se multiplicaron ante el paso en la vuelta de honor para agasajar a los protagonistas.
El público aplaudió de pie a los contendientes, más allá de la victoria.
Norris vuelve a dar pelea en el campeonato con su McLaren, a tres puntos del líder Oscar Piastri, fortalecido con una victoria única en su campaña después de que Mas Verstappen apostara a un ingreso del auto de seguridad que nunca llegó.
Y Franco Colapinto deberá aprovechar el gran aprendizaje obtenido este fin de semana, estimulado por su gran actuación frente a las limitaciones de su auto y de su inexperiencia con el equipo.
Fuente: Clarín