El séptimo balón de oro fue el que le faltaba a Messi: un premio a su año en la selección
En una ajustada votación se impuso a Robert Lewandowski; acompañado por toda su familia en París, dijo que este trofeo era especial porque está relacionado con la Copa América, su primer título con la Argentina en 16 años
El séptimo Balón de Oro no fue uno más para Lionel Messi. Tuvo un factor diferencial de los seis anteriores. No porque lo haya ganado a los 34 años, cuando su magisterio futbolístico todavía no puede ser destronado por las nuevas generaciones. O porque su extraordinaria vigencia empieza a ser limítrofe con los últimos años de su carrera. Como dijo sobre el escenario del Theatre du Chatelet, hace dos años ya empezaba a escuchar preguntas o comentarios sobre su retiro.
Este Balón de Oro es especial para Messi porque le puede quitar el dorado y bañarlo de celeste y blanco, envolverlo con la camiseta argentina. Este trofeo es hijo de la conquista de la Copa América, de ese seleccionado por el que tanto sufrió y se frustró, y que ahora fue el facilitador para alcanzar la distinción que la revista France Football entrega desde 1956. En una votación muy ajustada entre 170 periodistas del mundo, superó a Robert Lewandowski por 33 puntos (613 contra 580).
La pesada mochila del seleccionado se aliviana un poco más y las deudas son saldadas. A eso se refirió Leo durante su alocución: "Varias veces gané el Balón de Oro, pero me quedaba la sensación de que me faltaba algo, una espina clavada. Y este año fue todo lo contrario. Este premio es por lo que hicimos en la Copa América. Lo comparto con mis compañeros y el cuerpo técnico de la selección. Es también de ellos, les agradezco. Es una noche especial para mí. Están mi mujer, mis hijos, mis padres, hermanos, sobrinos, cuñados. Mi mayor premio lo conseguí en junio, obtener algo con mi camiseta, para mi país, para mi gente. Fue algo grandioso lo que vivimos en la Copa América. Hice realidad el sueño después de tantos años, que tanto deseaba".
Con los ojos vidriosos, esta vez Messi hizo un esfuerzo por contener las lágrimas, las que derramó en la noche del Maracaná, en la noche del Monumental con el hat-trick a Boli- via y los festejos al final con los hinchas argentinos y la presencia de su familia en las plateas.
Messi, ahora como vecino de Neuilly sur Seine, era una vez más un firme candidato, pero a diferencia de otras ocasiones, lo hecho en el seleccionado argentino potenciaba un favoritismo que entraba en tela de juicio si solo se toma su producción en Barcelona. En más de una oportunidad, su año en el seleccionado era un contrapeso en el balance que incluía su desempeño en el club catalán. El más discutido de sus balones fue el de 2010, cuando se impuso en la terna que integró con Xavi y Andrés Iniesta, figuras en la España campeona del mundo en Sudáfrica.
Ahora, el título de la Copa América, el primero que conquista en 16 años con la camiseta albiceleste, refuerza considerablemente su última campaña en Barcelona, donde fue el goleador de La Liga por octava vez (30 en 35 encuentros) y levantó la Copa del Rey. En 2021, Messi disputó 57 partidos, convirtió 41 goles y dio 17 asistencias. También fue uno de los máximos anotadores de la Copa América, con cuatro, junto con el colombiano Luis Díaz. Y en 2021 también superó la plusmarca de Pelé como máximo anotador de selecciones en América del Sur. Alcanzó los 80 goles, contra los 77 de O?Rei.
Messi tiene clase dentro de la cancha y deportividad fuera de ella. Tuvo palabras reivindicatorías para quien quedó segundo en la votación, el polaco Robert Lewandowski, que por cierto habría sido seguramente el ganador en 2020 si la ceremonia no se hubiera cancelado por la pandemia Los méritos del delantero de Bayern Munich en 2021 tampoco son menores: Bota de Oro (máximo anotador de las ligas europeas, con 41 festejos en 29 partidos batió el récord de 40 de Gerd Müller), títulos en la Bundesliga y en la Supercopa Alemana. El lado opaco: sus tres goles en la Eurocopa no evitaron que Polonia finalizara última en el grupo.
Este Balón de Oro devolvió a un Messi rejuvenecido, sin referencias al retiro que sobrevoló cuando levantó el trofeo de 2019. "Estoy muy feliz y con ganas de seguir peleando por nuevos retos. No sé cuánto me queda, pero espero que sea mucho porque lo disfruto enormemente. Amo el fútbol y espero seguir haciéndolo", expresó. Él mejor que nadie sabe que si en 2022 hay un octavo Balón de Oro, la justificación estará en el Mundial de Qatar. Y en esta selección que lo completa como futbolista y persona.
Fuente: La Nación