El Sub 17 ganó un torneo que les sienta bien a los argentinos
Los pibes dirigidos por Placente, que se preparan para el Mundial de Qatar en noviembre, se consagraron en L'Alcudia frente a jugadores Sub 20.
Con el espíritu del juego que pregona Lionel Scaloni en la Selección campeona del mundo y bicampeona de América, el Sub 17 comandada por Diego Placente se quedó con el Torneo L'Alcudia al vencer en la final a Valencia por 2 a 0. Es la cuarta vez que una Selección juvenil argentina gana el torneo. Anteriormente lo había conseguido en 2012, 2018 y 2022. Más allá de ser una competencia Sub 20, Placente optó por presentar un plantel Sub 17 al utilizar el campeonato a modo de preparación previa para el Mundial de la categoría que se disputará en Qatar entre el 3 y el 27 de noviembre. Y sus dirigidos, lejos de estar en desventaja, dieron cátedra ya que terminaron invictos al superar en su recorrido a Chile, un combinado estadual brasileño, al Alboraya Unión Deportiva español y dos veces al Valencia español, con 12 goles a favor y apenas uno en contra. Argentina no le dejó chance alguna a los chicos de Valencia. Impuso su buen juego desde el vamos. Y trasladó su superioridad sobre el césped sintético del Municipal Els Arcs al resultado en una primera parte en la que prácticamente liquidó todo. Dos buenas jugadas de Ramiro Tulián desembocaron en dos lindos goles. El primero fue de Misael Zalazar. Sí, uno de Belgrano y otro de Talleres respectivamente, de clubes cordobeses adversarios a socios en la Selección. Y el segundo fue del centrodelantero Thomas de Martis, que recibió de Tulián, aguantó a su marcador y sacó el remate de media vuelta. Se mira y se toca. Parmo brilló en una Argentina que en la definición derrotó a Valencia por 2 a 0. A pesar de los más de 30 grados de temperatura, los chicos mantuvieron la presión alta para recuperar rápido aun después del segundo tanto. No hubo merma en la concentración y en lo físico. Eso dejó a Valencia lejísimo del arco del ganador. La misma sintonía se vio en el complemento. La Selección se perdió el tercero con un remate de Santiago Espíndola y un tiro libre de Tomás Parmo, ambos tapados por el arquero Pablo Mollá. Después el cansancio empezó a sentirse en los argentinos y Placente aplicó variantes para refrescar a un equipo que naturalmente fue perdiendo la frescura por el calor y el desgaste de sostener un ritmo elevado durante una gran parte de la noche. Valencia, con las modificaciones, se mandó al ataque porque otra no le quedaba si pretendía tener alguna aspiración a empatarlo y forzar los penales. Sin embargo Argentina demostró a su vez su solvencia defensiva y, más allá de algún aviso de media distancia, no pasó peligro. De contraataque pudo haber aumentado la cuenta sobre el final. Con el ADN de la Mayor, el Sub 17 dejó la bandera argentina nuevamente en alto en una competencia internacional. Con un fútbol vistoso, apelando al pase, a moverse en bloque, a ser agresivo ofensivamente, con velocidad, cambio de ritmo y mucho gol, los chicos fueron inobjetables campeones en un torneo que hace ya siete años, por caso, fue el primer paso de un tal Scaloni como director técnico principal.
Fuente: Clarín