Independiente y Racing se repartieron un clásico caliente y con polémica
El partido fue parejo, jugado como en un tablero de ajedrez. Los dos tuvieron chances de ganarlo.
Pasión en las tribunas, un recibimiento a la altura de la magnitud de este partido, con mucho color y humo rojo. Independiente necesitaba mostrar otra cara ante su gente. En especial, por la expectativa que generaba el cambio de entrenador con la llegada de Zielinski. Racing tenía todo más claro, más allá de las derrotas que arrastraba. En este contexto, resultó parejo el primer tiempo. Con individualidades destacadas, pero irregular funcionamiento de uno y otro equipo.
Independiente pensó el duelo desde la conocida receta del Ruso. Orden, intensidad y juego directo. No sorprendió el 4-4-2, pero necesitó del desequilibrio de Mauricio Cuero. Por la derecha, el colombiano resultó un problema para Gabriel Rojas y Gonzalo Piovi. Adelante, el doble ?9? con Martín Cauteruccio como punta de lanza inquietó a la defensa celeste y blanca, que se paró con Tomás Avi- lés partiendo de cinco, pero metiéndose en la cueva para colaborar con los zagueros.
Y el primer golpe del clásico llegó por esa vía. Un contragolpe que encabezó Cuero, un centro atrás de Matías Giménez y una definición fantástica de Cauteruccio. Eso sí, el uruguayo tuvo tiempo de bajar la pelota con el pecho y sacudir con un derechazo que pegó en el palo y dejó sin chances a Gabriel Arias. Fueron muy pasivos los centrales visitantes.
Racing arribó a Bochini y Alsina con su habitual 4-3-3 en el que Fernando Gago eligió a Avilés como volante central, fundamentalmente por su predisposición defensiva, y a Jonathan Gómez y Juan Nardoni como internos. Sin embargo, la llave maestra siempre es Matías Rojas. Y aunque estuvo impreciso en el arranque, casi en sintonía con el resto de sus compañeros, mostró sus destellos.
Tuvo dos chances muy claras ante del empate. Primero, Matías Rojas abrió hacia la derecha y encontró el desborde de Mura. Remató Gómez y la pelota se levantó apenas por encima del travesaño. Después, fue el otro Rojas, Gabriel, el que mandó un centro pasado que Romero controló, pero su disparo a quemarropa fue tapado notablemente por Rey.
El empate, en definitiva, terminó siendo un negocio para los dos. Independiente sigue sin ganar (hace once fechas que no logra una victoria), pero no flaqueó en el comienzo del derrotero de su nuevo entrenador.
Fuente: Clarín