Las Leonas no pudieron contra su sombra negra e irán por el bronce
Países Bajos ratificó las razones que lo llevaron a ser el mejor equipo del mundo. Fue muy superior a Argentina, que perdió por 3 a 0. Mañana, para subir al podio, habrá que ir por Bélgica.
El anaranjado se apoderó de las tribunas del Yves du Manoir, pero cuando las argentinas recorrieron sus costados saludando tras perder por 3 a 0 sólo bajaron aplausos. Las Leonas no pudieron contra su eterno verdugo, Países Bajos, y lucharán por la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de París 2024 mañana contra Bélgica, que fue derrotado por China en la otra semifinal.
Terminar segundas en el grupo B las había destinado a esa final anticipada.
Contra un rival superior al resto desde hace décadas, el planteo de Fernando Ferrara fue cauto e inteligente y estuvo acompañado por la extrema concentración de las jugadoras argentinas, que se replegaron y defendieron muy bien, tanto que sólo cedieron un corner corto en el primer tiempo.
Hubo sudor y hasta sangre en el sintético parisino. Fue cuando a falta de dos minutos para el final de un primer cuarto sin goles el partido se interrumpió para que atendieran a la neerlandesa Joosje Burg y limpiaran la cancha. La jugadora recibió un bochazo en el rostro cuando la pelota se elevó en el palo de Gorzelany y no pudo continuar el partido.
Las Leonas resistieron los avances neerlandeses, pero los 10 ingresos al semicírculo contra ninguno de Argentina en esa primera etapa tuvieron su correlato en el marcador.
En cinco minutos implacables Países Bajos sacó dos goles de distancia.
El primero, a los 21 minutos, tras un bochazo largo que Luna Fokke controló para, en soledad, encarar a la arquera Cristina Cosentino y someterla para abrir el marcador.
El segundo, a los 16 y luego de una peligrosa situación de Albers que no prosperó, llegó a través de Laura Nunnink que desvió en el primer palo un fierrazo de Fokke.
La efectividad y el poderío de Países Bajos quedó plasmado en el resultado parcial. Las argentinas lucharon durante todo ese primer tiempo para intentar tener la bocha y generar peligro en el arco adversario, pero no encontraron la manera de entrar al semicírculo - de hecho, cerraron esos 30 minutos sin ingresos- en parte porque las defensoras del título se cerraron bien atrás y en parte también por imprecisiones en el manejo de la pelota; así, las situaciones de peligro nunca llegaron. Las ganadoras, en cambio, jugaron con más soltura y no se impacientaron cuando, en los primeros minutos, se encontraron con una defensa sólida del otro lado. Y tuvieron su premio porque teminaron siendo muy superiores y sacando una buena diferencia antes del descanso.
Más sueltas en el ataque para buscar el descuento, las Leonas dejaron espacios atrás y Países Bajos no desaprovechó la oportunidad.
Apenas a los 5 minutos del tercer cuarto De Waard forzó el pie de Gorzelany para el segundo corto de su equipo y el remate rasante de Jansen fue inatajable.
Con un 3-0 casi irremontable, Argentina se animó con Junkunas - que logró la primera jugada fija para el seleccionado de Fernando Ferrara- y con la joven Zoe Díaz, que con un tiro de revés exigió a la arquera Anne Veenendaal, quien volvió a aparecer poco después para detener un tiro de Casas en el último cuarto. En el medio, Cristina Cosentino -la gran figura contra Alemania para acceder a la semifinal- también dijo presente en su arco con una doble tapada.
La chicharra llegó con la explosión neerlandesa en las tribunas (el hockey lleva muchos fanáticos de ese país cuando sus seleccionados se presentan en los campeonatos que se juegan en Europa). En la cancha hubo lágrimas entre las Leonas más chicas y bronca en otras experimentadas como Albertarrio.
Reunidas en un amplio círculo por su entrenador, el mensaje que primó fue el de "paciencia" anteponiendo el futuro prometedor de un posible bronce a ese presente triste de otro oro olímpico esquivo.
"No tengo palabras, le pido disculpas a toda la gente", se quebró la goleadora Agustina Gorzelany, quien no pudo evitar el llanto. Su capitana Rocío Sánchez Moccia, que antes les había hablado a sus compañeras, resumió el momento a la perfección: "Las Leonas lo hacen fácil pero no es fácil llegar a una semifinal olímpica". Claro que no es fácil, menos cuando enfrente está el mejor equipo del mundo en un nivel extraordinario.
Fuente: Clarín