Los All Blacks buscan un sponsor que aporte 300 millones de dólares
Los dirigentes pretenden un único auspiciante para reemplazar al que hoy aporta 120 millones.
La falta de competencia por la pandemia del coronavirus fue un duro golpe para el mundo del rugby, en lo deportivo y económico. La Unión de Rugby de Nueva Zelanda (NZR, según su sigla en inglés) anunció recientemente que espera para 2020 una caída de 120 millones de dólares en sus ingresos a causa de la crisis sanitaria. Aunque ya tiene en mente una manera para intentar recuperar algo de las pérdidas en los próximos años.
El contrato de patrocinio de la camiseta de los All Blacks vencerá a fines de 2021 y la NZR pretende tener a partir de 2022 un solo auspiciante que deberá desembolsar una cifra exuberante para ver su nombre en el uniforme del mítico equipo: 300 millones de dólares. Nueva Zelanda está segundo en el ranking mundial detrás de Sudáfrica, el campeón de Japón 2019. Ambos países son los que más títulos mundiales ganaron en la historia (tres cada uno).
El acuerdo actual tiene un valor de 120 millones por cinco años, pero la NZR fijó el precio de un nuevo contrato por ese lapso para un inversor en más del doble; esa cifra superaría además los ingresos totales de todos los patrocinios de 2016 a 2019, según detalló el sitio neocelandés Newshub.
La empresa que acepte pagar aquel monto tendrá derecho a mostrar su logo y su nombre en las camisetas de todos los combinados de la NZR. Es que además de los All Blacks será auspiciante del seleccionado femenino, del Seven, del seleccionado maorí -un equipo integrado por jugadores del pueblo maorí- y del Sub 20.
La empresa de seguros estadounidense AIG -también auspiciante del seleccionado femenino de hockey sobre césped de ese país- es el principal patrocinador de los All Blacks desde 2012, cuando su nombre comenzó a aparecer en la camiseta del equipo. Pero anunció en enero que terminaría su patrocinio el año próximo.
La NZR pretende que de 2022 en adelante haya un único auspiciante y la posibilidad de patrocinar la camiseta sería ofrecida a una importante agencia de publicidad estadounidense o japonesa con la esperanza que las ganancias del nuevo trato la ayuden en un futuro cercano a recuperar su golpeada economía.
Fuente: Clarín
