Messi cumple 35 años: su evolución para seguir en la cima y regalar más magia
La madurez del crack rosarino. Festeja en vacaciones antes de arrancar una temporada muy especial
Lionel Andrés Messi cumple 35 años bajo el sol de Ibiza y la gran noticia es que aún tiene mucho fútbol para regalar.
Los avances tecnológicos, los extremos cuidados personales y la hiperprofesionalización del deporte son algunas de las razones para entender el porqué de la prolongación de las carreras de los jugadores. Pero en Messi existe otra virtud visible y admirable: supo transformarse como futbolista para permanecer en la cima. Del extremo habilidoso pasó al goleador serial y de ahí al asistidor con cabeza y pie de enganche. La vigencia de Messi se comprende, entre otras cosas, por su inteligencia para entender el momento ideal para el cambio.
La metamorfosis de Messi no se produjo una mañana y tras un sueño intranquilo, como la de Gregorio Samsa, sino que fue producto del implacable paso del tiempo. Y, se repite, fue posible gracias a su gran inteligencia. A Lionel se lo comparó, se lo compara y se lo comparará con Diego Armando Maradona.
Es justo que así sea. Pero Messi, como Diego, es tan grande como futbolista que en él -en ellos- conviven muchos de los jugadores que han deleitado a los argentinos a través de los años.
Y es que el Messi extremo tenía cosas de René Orlando Houseman, de Oreste Osmar Corbatta y de Ariel Arnaldo Ortega; el Messi goleador serial tenía las mismas convicciones y el mismo optimismo que Martín Palermo, Arsenio Erico, Ángel Labruna y José Sanfilippo; y el ahora Messi pensante tiene la clarividencia que supieron administrar Juan Román Riquelme, Ricardo Enrique Bochini y Norberto Alonso. No alarmarse: la lista de futbolistas es caprichosa y se podrían sumar infinidad de personalidades. ?El Messi del pasado necesitaba de mediocampistas para jugar; el Messi de ahora necesita delanteros?. La frase le corresponde a Adrián Maladesky, periodista de esta casa, y describe a la perfección la transformación del rosarino.
Leo pasó de ser un terminador de jugadas a un gestador. Sus números en la primera temporada en Paris Saint Germain sustentan las palabras: 11 goles y 14 asistencias en 33 partidos.
Un dato: por primera vez en su carrera culmina una temporada a nivel clubes con más asistencias que goles.
La primera vez que Messi deslumbró al mundo como extremo derecho fue el 24 de agosto de 2005 contra Juventus, por el trofeo Joan Gamper. Esa jornada, los 90.000 espectadores que colmaron el Camp Nou asistieron al nacimiento de una leyenda. Fue tan brutal lo que hizo el rosarino (tenía 18 años) por la banda que el italiano Fabio Capello, entrenador de la Vecchia Signora, no dudó en saltar del banco de suplentes a los 20 minutos de la primera parte para encarar al holandés Frank Rijkaard, técnico culé. "¿Me prestás a ese chico para Juventus?", le dijo entre risas Capello. "Nunca había visto a un jugador juvenil con tanta calidad y con esa personalidad con una camiseta tan importante", confesó tiempo después.
El Messi extremo era un gambeteador incansable, capaz de dejar en el camino a todos los que se le pusieron enfrente a una velocidad imposible. Tuvo otros hitos como wing: el 22 de febrero de 2005 fue figura en la victoria 2- 1 de Barcelona contra Chelsea en Stamford Bridge por la ida de los octavos de final de la Champions League y el 11 de marzo de 2007 le marcó un triplete a Real Madrid en un empate 3-3 por la liga local ante un repleto Camp Nou que ovacionó por primera vez de manera unánime y sonora al rosarino de 19 años. En ambas ocasiones formó tridente con Ronaldinho y Eto?o.
La historia de Messi como falso 9 y goleador implacable es conocida: fue Pep Guardiola quien lo colocó ahí en una victoria 6-2 contra Real Madrid en el Santiago Bernabéu. Sucedió el 2 de mayo de 2009. En los años que siguieron, el crack rosarino se cansó de batir récords con goles de todos los colores.
El último cambio de Messi se profundizó en PSG, aunque se comenzó a gestar cuando Luis Suárez llegó a Barcelona para ocupar el lugar de centrodelantero, en julio de 2014. Leo se corrió un poco a la derecha y desde ahí asistió al Pistolero. Pero el rosarino nunca perdió la ambición por el gol y siguió rompiendo redes.
Este último Messi con aroma francés es un típico enganche, más allá de que no se mueva por todo el campo de juego. La Pulga siempre comienza recostado sobre el sector derecho, aunque ahora inicia más cerca del interior propio que del lateral rival. Desde ahí lanza para el genial Kylian Mbappé. Incluso los volantes suelen terminar los jugadas por delante de él. Es probable que todo lo que Messi sabe ahora lo haya aprendido de Andrés Iniesta y de Xavi Hernández. Porque además de asistir, suele manejar el ritmo de las jugadas de su equipo y sabe cómo y por dónde moverse.
¿Qué sucede con Messi en la Selección? El entrenador Lionel Scaloni suele ubicarlo como segundo delantero para acompañar a Lautaro Martínez. Es cierto que Leo ha perdido la velocidad y la potencia para el uno contra uno, pero siguen intactas la calidad y la efectividad para definir. Por momentos desciende unos metros para conectar con De Paul y Paredes y se liberan Di María y Lo Celso. Así, en la Scaloneta conviven el Messi goleador con el Messi enganche.
Messi cumple 35 años y su fútbol no envejece. Cuenta con la virtud del cambio el rosarino y por eso sigue en la cima del mundo. De extremo a goleador y de goleador a enganche, siempre como el mejor del mundo.
El próximo paso podría ser de enganche a mediocampista. O de enganche a lo que él quiera porque todo lo puede. Cumple años Messi y lo celebra el fútbol. ¡Salud!
Fuente: Clarín