Información General

17/12/2024

Beatriz Sarlo: una ausencia que retumba

Beatriz Sarlo, una de las pensadoras más influyentes de la cultura argentina, falleció a los 82 años, dejando un legado invaluable en el mundo de la crítica literaria y la reflexión política. Su mirada incisiva y su capacidad para interrogar la realidad con profundidad marcaron una generación de intelectuales y lectores, consolidándola como una figura fundamental en la historia del pensamiento argentino. Su partida, silenciosa y contundente, deja un vacío en la cultura del país que será difícil de llenar.

 Beatriz Sarlo ya no está entre nosotros. A los 82 años, la ensayista, escritora y crítica cultural dejó un vacío irremplazable en el pensamiento argentino, uno de esos vacíos que se sienten más por lo que aún podría haber dicho que por lo que ya dijo. Es extraño pensar que esa mirada penetrante, que hacía preguntas que nadie más se animaba a formular, se apaga de golpe, como si hubiera sido solo un parpadeo, una luz que se apagó en medio de una reflexión interminable.

Había algo en Sarlo que no se podía confundir: era, por encima de todo, una mujer de ideas, de esas que no se conforman con lo fácil ni con lo obvio. Y si algo marcó su obra fue su capacidad para enfrentar los dilemas de la cultura argentina con una lucidez que solo se encuentra en aquellos que no se dejan atrapar por la inercia del tiempo. No le importaba desenterrar las sombras de la historia o enfrentar la actualidad de cara, con un estilo tan afilado como sereno, tan cerebral como profundamente humano.

Con su partida, la Argentina pierde una mente insobornable, alguien capaz de dibujar la complejidad de la cultura y la política con una precisión inquietante. No eran solo sus libros los que la hacían grande, sino la constante búsqueda de un sentido que nunca se dejaba atrapar. En sus escritos, la literatura, el cine, la política y la vida misma se entrelazaban, y cada palabra que salía de su pluma parecía estar tejida con hilos invisibles que conectaban más de lo que mostraba.

Su muerte es un golpe callado, que no se grita en los titulares ni en los discursos, pero que retumba en todos los rincones del país. La cultura argentina, en su constante cambio y disputa por entenderse a sí misma, se queda sin una de sus voces más claras y comprometidas. Y aunque los homenajes se sucederán, no hay manera de llenar ese vacío, porque Beatriz Sarlo no era solo una escritora más: era una de las grandes pensadoras de nuestra época, la que nunca dejó de interrogar, de incomodar y, sobre todo, de pensar.

Y es en esa intermitencia que queda cuando alguien se va, en ese lugar donde la ausencia se convierte en presencia, donde nos damos cuenta de que algo muy grande ya no estará, pero de que, de alguna manera, todo lo que nos dejó sigue ahí, esperando a ser comprendido, como si nunca hubiera terminado.

Fuente: Ejes de comunicación

Corrientes
Municipalidad Lomas de Zamora
Municipalidad de Ushuahia
Noticias relacionadas
Acceso a clientes

Ingresá con el usuario y clave para acceder.

¿Te interesan nuestros servicios?

Contactanos