Ciudad: ya hay dengue autóctono, 7 semanas antes que el año pasado
El Gobierno informó los primeros casos sin antecedente de viaje, lo que significa que ya hay circulación local. Se suman a los que había registrado Córdoba y ahora también Mendoza.
Pablo Sigal psigal@clarin.com En la Ciudad de Buenos Aires hay 204 casos sospechosos de dengue, 18 probables y se acaba de confirmar el primero autóctono, es decir, que no tiene antecedentes de viaje donde la persona haya podido contagiarse el virus. Lo que significa que ya empieza a haber circulación local.
La detección se produjo siete semanas antes que el año pasado, cuando comenzó la temporada que luego durante el verano se convertiría en récord histórico. Los dos primeros casos de dengue porteños se informaron entonces en la semana 50, mientras que ahora eso ocurrió en la 43.
El caso autóctono se suma a los dos ya confirmados en el distrito con antecedente de viaje. En la provincia de Buenos Aires, en tanto, los casos importados son cuatro y también fue confirmado el primero autóctono, algo que la administración bonaerense había adelantado la semana pasada. Los casos sospechosos en el distrito ascienden a 342 y los probables, a 21.
Estos casos autóctonos se suman en la zona central del país a los dos de Córdoba que ya habían sido informados por Clarín. Mientras que en Entre Ríos y Santa Fe aún no hay casos propios.
Otra confirmación que sorprende a esta altura de la temporada es la detección de un caso de dengue autóctono en Mendoza, que se suma a otro importado.
El Boletín Epidemiológico Nacional publicado ayer detalló: "En cuanto a la temporada 2024/2025, que comenzó en la SE31/2024 y hasta la SE43/2024, se registraron 162 casos confirmados (153 sin antecedentes de viaje y el resto con antecedentes de viaje, trasplante o vacunación), manteniéndose la detección de casos durante todas las semanas, a expensas fundamentalmente de las notificaciones aportadas por las provincias de Chaco (63 casos, sin identificación de serotipo) y Formosa (84 casos, de los cuales en 44 pudo identificarse el serotipo DEN-2 y en 6 DEN- 1 y con residencia en los departamentos Capital, Patiñom, Pilagás y Pilcomayo), provincias que notificaron casos durante todas las semanas".
En cuanto al caso de la Ciudad de Buenos Aires se sabe que reside en la Comuna 3, integrada por los barrios de Balvanera y San Cristóbal, con el serotipo DEN-1. Mientras que el caso bonaerense fue asistido en CABA y está domiciliado en La Matanza.
El Gobierno nacional presentó la semana pasada la Sala de Situación de Dengue, cuyo objetivo es monitorear todo el país y evaluar la situación epidemiológica del territorio nacional en función de dos botones: uno amarillo y otro rojo. Cada uno indica una categoría de acción y Nación evaluará con los distritos las intervenciones pertinentes para atacar los eventuales brotes.
La gran pregunta de esta temporada es cuán grave será con respecto a la anterior. Por lo pronto hay dos elementos que se sumarían para tratar de evitar que la epidemia se desborde.
Por un lado, la nueva vacuna contra el dengue que ya viene siendo aplicada tanto de forma pública (focalizada en determinadas poblaciones y edades) como privada (con una gran demanda en vacunatorios).
Por otro lado, el Gobierno nacional también mantuvo reuniones con los fabricantes de repelente para tratar de evitar que el insumo falte de las góndolas en el momento en el que más se lo necesite, como ocurrió durante el verano pasado.
A esos elementos se suman otros dos indicios que en la temporada de dengue que empieza podrían actuar a favor. Por un lado, se el Servicio Meteorológico Nacional prevé un comienzo del verano muy seco, con lluvias bastante por debajo de lo normal, por lo que el hábitat natural de los huevos del Aedes aegypti -transmisor del virus- para desarrollarse podrían encontrar algún escollo extra con respecto a la temporada pasada.
Por otro lado aparece un condicionante menos palpable y concreto, que en rigor podría tener un impacto más a largo que a corto plazo: el descubrimiento de científicos argentinos de que las hembras del Aedes aegypti no estarían siendo todo lo eficaces como se esperaría para reproducir a la especie, al no estar eligiendo los recipientes más convenientes para potenciar al máximo la descendencia. De modo que en ese punto podría encontrarse una eventual fisura en la especie asociada a un rendimiento decreciente.
Fuente: Clarín
