El fin de una era: demuelen Ku, una discoteca que fue símbolo en la noche de Pinamar

Inaugurada en 1992 tuvo su apogeo en los ´90, con políticos, artistas y deportistas. Había cerrado en 2016.

"Buenas noches, Ku", saludaba el Dj cerca de las 3 am. Era previo al clímax de música, la aparición de alguna figura de la farándula, el ?manos arriba?, las ?mesas vip?. Era mucho antes del final del Gobierno de De la Rúa y el fin de la convertibilidad, otros símbolos de los ?90. Era anterior también a los 194 muertos en Cromañón y a la tragedia de Time Warp. Nadie hubiera previsto que la discoteca que había marcado por décadas el pulso de la noche en la Costa perdería su brillo lentamente, hasta cerrar en 2016. Mucho menos, que ayer se iniciaría su demolición. 
"El complejo Ku y El Alma, como las automotrices en Bunge, para mucha gente era el recuerdo del éxito de Pinamar de los ?90. El signo de una época. Desde siempre fueron el ancla que nos impidió progresar. A veces somos esclavos de los éxitos", escribió el intendente de Pinamar, Martín Yeza, en Twitter. 
Parte del complejo Ku/El Alma, el emblemático boliche de Pinamar inaugurado en 1992, que tenía capacidad para 10 mil personas y atrajo a figuras de la política, la cultura y el espectáculo de la época de la "Pizza con champagne", como Guillermo Coppola, Carlos Menem Jr., Moria Casán o Charly García, comenzó a ser tirado abajo por retroexcavadoras. 
No se sabe si algo quedará en pie. 
Allí se construirá un bar de playa. 
Yeza adelantó que se tratará de un bar "nocturno", pero no de las dimensiones de la emblemática discoteca: "Ku y El Alma tenía capacidad para 10 mil personas y este bar será para 500 personas. Es el fin total de una época, que Pinamar deja atrás para abrirse al futuro, que es mejor". 
"Cuando tu ciudad pasó mucho tiempo viviendo de los éxitos del pasado no queda otra que tomar decisiones claras", twitteó Yeza, que contó que se trata de una obra privada de la empresa Energy Group, propietaria del lugar. El boliche, al sur del centro pinamarense, venía con números en picada desde hacía algunas temporadas, pero el año de quiebre fue 2016. Ese verano, sus dueños organizaron solo algunos eventos, tras un año atravesado por la tragedia de Time Warp, una fiesta electrónica que dejó cinco muertes en Costa Salguero. 
Desde entonces, en el predio funcionó una sala vinculada al abogado Víctor Stinfale -que representó a "celebrities" de los policiales como a Luis "El Gordo" Valor-, sobreseído por falta de pruebas en la causa Time Warp, en la que se lo acusaba de haber facilitado la venta de drogas. 
En 2016, el ex Dj Eduardo "El Oso" Nadotti, socio propietario de Ku, fue condenado a seis años de cárcel por haber suministrado cocaína a una chica de 28 años durante una fiesta privada en su departamento en Las Cañitas y haberla dejado muerta por sobredosis en el palier del edificio. 
Probablemente, Gustavo Palmer sea la cara más conocida de Ku. Arengando a los jóvenes a bailar desde la cabina de DJ o produciendo shows musicales, su rol fue indispensable para dar vida a ese clásico de la noche pinamarense, que "marcó la esencia de una época". Empresario de la noche, conduce el programa Cultura DJ en el Canal de la Ciudad y gerencia su cervecería en Buenos Aires, pero cada verano vuelve a Pinamar, donde tiene su nuevo corazón bailable, Pink, en la avenida Bunge. 
"Se me pianta un lagrimón cada vez que pasó por lo que era Ku. Cuando me enteré por los medios de que lo estaban demoliendo fue más de uno", reconoció el hombre, que recuerda el trabajo que hicieron con la planta "diente de león" para fijar el médano donde se erigió la discoteca. 
El primer día donó 700 pares de jeans, porque la pintura roja de las paredes estaba fresca y muchos chicos se habían manchado. "Una marca que nos esponsoreaba nos salvó", recuerda. 
Un 31 de diciembre hubo un apagón. "Era tal la energía que metimos un jeep en la pista y empezamos a pasar música. Entre tema y tema, yo subía para aplaudir hasta que arrancara el siguiente", cuenta. 

 

Fuente: Clarín