La expedición submarina del Conicet relevó más de 40 posibles nuevas especies
Así lo explicaron los científicos que participaron de la campaña, que se hizo viral en streaming; sigue el desafío de compararlas y clasificarlas; tienen 200 horas de filmación.
Durante tres semanas, cientos de miles de personas se sumaron cada día a una experiencia única: acompañar en vivo a un grupo de científicos argentinos que exploraban las profundidades del Atlántico Sur. Desde escuelas, bares, gimnasios, o simplemente desde sus casas, los espectadores se maravillaban al ver en tiempo real cómo aparecían frente a las cámaras criaturas desconocidas, desde pulpos de aspecto fantasmal hasta corales luminosos. La expedición, transmitida por YouTube y Twitch, alcanzó casi 18 millones de visualizaciones y convirtió a la ciencia en un verdadero espectáculo compartido.
Pero detrás de esa emoción global también hubo un logro científico sin precedentes: la expedición descubrió más de 40 nuevas especies y reveló una biodiversidad inesperada en el cañón submarino de Mar del Plata, a casi 3900 metros de profundidad.
Fue la primera vez que un equipo argentino lideró una campaña del Schmidt Ocean Institute, utilizando el vehículo operado remotamente SuBastian, capaz de captar imágenes en ultra alta definición y recolectar muestras sin dañar el ecosistema.
El informe de la expedición fue presentado ayer en una conferencia de prensa encabezada por Daniel Lauretta, investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) en el Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia (MACN).
Lauretta, acompañado por parte del equipo que participó de la expedición, compartió con los medios la relevancia de los hallazgos y destacó que las muestras ya están en el MACN, donde serán analizadas en detalle durante los próximos meses. "La gente le tomó cariño a su propia fauna marina", celebró Lauretta.
"La calidad de las imágenes captadas por el ROV SuBastian fue excepcional, y nos ayudó a comprender mejor la complejidad de este hábitat y la extraordinaria biodiversidad que alberga", afirmó el científico. El investigador explicó que ahora comienza una etapa de laboratorio que puede llevar meses o años, debido a que incluye el reconocimiento taxonómico de las nuevas especies, el estudio de sedimentos, la evaluación de microplásticos y el análisis del llamado "carbono azul", fundamental en la captura natural de dióxido de carbono.
La expedición, bautizada "Underwater Oasis of Mar del Plata Canyon: Talud Continental IV", se desarrolló entre el 23 de julio y el 11 de agosto a bordo del buque de investigación R/V Falkor (too), provisto por el Schmidt Ocean Institute, la fundación creada en Estados Unidos por Eric y Wendy Schmidt. Fue la primera vez que una misión del instituto estuvo liderada por un científico argentino y también la primera en transmitir cada inmersión en vivo desde aguas profundas del Atlántico sudoccidental.
El impacto de la transmisión fue asombroso. Mientras que otras campañas del Schmidt Ocean Institute suelen registrar alrededor de 4000 visualizaciones por inmersión, esta alcanzó un promedio de 500.000, con un total de 17,5 millones en tres semanas. Aproximadamente tres cuartas partes de la audiencia fueron argentinas. Familias enteras, profesores y estudiantes siguieron cada descenso del ROV SuBastian, que mostró en directo arrecifes, corales y animales que nunca antes habían sido vistos en esta región.
"Recibimos cientos de mensajes de niños, profesores y familias que se sintieron inspirados, sorprendidos e incluso emocionados al ver las retransmisiones. Algunos jóvenes nos contaron que ahora sueñan con convertir sen biólogos marinos", relató el investigador Martín Brogger, del Instituto de Biología de Organismos Marinos (Ibiomar-Conicet).
Los hallazgos incluyeron arrecifes de coral a más de 1000 metros de profundidad, campos extensos de corales blandos rojos a 1500 metros y una fauna sorprendente: anémonas, pepinos y erizos de mar, caracoles y crinoideos. La confirmación de las nuevas especies llevará tiempo. Los expertos deben compararlas con ejemplares ya descriptos y revisar literatura científica internacional.
Además, el equipo trajo más de 200 horas de filmación que serán estudiadas cuadro por cuadro.
Lauretta subrayó la importancia estratégica de estas campañas: "Cerca de la mitad del país está sumergido bajo las aguas del Atlántico, y sus fondos están llenos de recursos que aún desconocemos. Cuanto más investiguemos, más especies nuevas vamos a hallar. Y ese conocimiento será esencial para evaluar qué actividades humanas se pueden realizar en esas zonas sin comprometer su equilibrio. Nos llevamos muchísima información que ahora deberá ser estudiada. Estas cosas llevan tiempo, pero en términos científicos fue un éxito el trabajo que se hizo".
La expedición se inscribe en una línea de trabajo que comenzó hace más de una década. En 2012 y 2013, los científicos del Conicet realizaron las campañas Talud Continental I, II y III a bordo del buque oceanográfico Puerto Deseado. En aquellas oportunidades, las muestras se obtenían con redes y rastras, lo que permitió describir decenas de especies, pero sin imágenes directas.
Mariano Martínez, investigador del MACN-Conicet y miembro de la campaña, describió la experiencia como un momento de "amor puro, pasión por la naturaleza y la investigación". Y agregó: "Compartir eso con la gente y que se apasionen como nosotros nos dio una felicidad enorme. En la Argentina, el estudio del mar profundo siempre fue un desafío por los costos de la tecnología y la distancia de estas zonas a la costa. Tener acceso al ROV SuBastian gracias al convenio con el Schmidt Ocean Institute fue increíble".
Desde el exterior, Wendy Schmidt, cofundadora y presidenta del instituto, celebró lo ocurrido: "Las profundidades marinas y su impresionante vida, desde los brillantes corales hasta los fascinantes pulpos, han cautivado a toda una nación. La Argentina está mostrando al mundo el poder de la exploración de las profundidades marinas, no solo para despertar asombro, sino también para recordarnos cuánto queda por descubrir y proteger en nuestro planeta".
Fuente: La Nación