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18/02/2020

Lenguaje inclusivo. Ya es aceptado su uso en siete universidades nacionales

Las universidades de Río Negro, la Patagonia San Juan Bosco, de Mar del Plata, de Córdoba, de Buenos Aires (UBA), de Rosario, y de San Martín, ya aceptaron el lenguaje inclusivo en producciones orales y escritas, incluso exámenes y tesis.

"Cuando comencé a escribir con la x me equivocaba bastante. Algunos profesores me ayudaban y corregían porque siempre alguna palabra se me escapaba", contó Sofía Gorini, que entrega trabajos prácticos y exámenes en lenguaje inclusivo desde que, en 2016, empezó la carrera de Comunicación Social en la Universidad Nacional de Rosario. Ya son siete las universidades que aceptan su uso en distintas formas. 

Entre esas casas de estudios nacionales se encuentran las de Río Negro, que cuenta con un estatuto no sexista desde 2017; de la Patagonia San Juan Bosco; de Mar del Plata; de Córdoba; de Buenos Aires (UBA); de Rosario, y de San Martín. Estas universidades ya aceptaron el lenguaje inclusivo en producciones orales y escritas, incluso exámenes y tesis, aplicable a varias de sus facultades.

Y, en la última sesión del Consejo Provincial de Educación de Santa Cruz, en diciembre pasado, se dio un paso más amplio que los que de las universidades nacionales: se autorizó su uso en las escuelas, en todos los niveles. No será de aplicación obligatoria, según se explicó, y quedará librado a la decisión de los docentes frente al aula.

Las autoridades educativas de Santa Cruz aclararon que no habrá sanciones para los maestros o profesores que no quieran aplicar esa modalidad. La decisión, de todos modos, no fue bien recibida por muchos padres, quienes plantearon la necesidad de efectuar una consulta amplia para determinar ese cambio del lenguaje en el aula de sus hijos. Las autoridades santacruceñas plantearon que la iniciativa busca erradicar las desigualdades en la formación de los estudiantes.

Gorini recordó que, al principio, prefería hablar en un lenguaje binario: "todas y todos". Pero después comenzó a cuestionarse el uso de la "e" y la situación de quienes no se sienten identificadas con el género femenino y ni el masculino. 

En las aulas universitarias, en tanto, en exámenes, en trabajos prácticos y en tesis, el lenguaje inclusivo se convirtió en moneda corriente entre el alumnado, las autoridades y los profesores. Algo que comenzó a escucharse en los pasillos hace unos años está cada vez más presente en la vida universitaria.

El uso de la e no es un capricho de algunos pocos. Cada vez son más los que defienden el lenguaje inclusivo. "Es respetar la identidad de género. Desde la universidad nos proponemos erradicar la violencia sexista", comentó Luciano Fabbri, coordinador del área de género y sexualidades (Agesex) de la Universidad Nacional de Rosario. Fue a fines del año pasado cuando en esta casa de estudios se aceptaron como válidas las producciones escritas y orales que optan por el lenguaje inclusivo y no sexista.

Gorini apoya el desarrollo del lenguaje inclusivo y lo implementa en su día a día. "Al principio hablábamos solo en los pasillos", recordó, y comentó que, poco después, comenzó a entregar trabajos con lenguaje inclusivo.

La mayoría de las autoridades de las universidades están de acuerdo en que la demanda por la implementación del lenguaje inclusivo proviene en gran parte de los jóvenes. "Desde el alumnado la fuerza siempre es mayor", admitió Sandra Torlucci, rectora de Red Universitaria de Género (RUGE).

Desde la Facultad de Lenguas de la Universidad Nacional de Córdoba, su decana, Elena Pérez, contó cómo atienden estas demandas: "Propusimos recomendaciones de lenguaje incluyente, para que no se confunda con la x, @ o e. Se crearon espacios heterogéneos donde se promueven el debate y la diversidad de ideas", comentó. Para ella, como para muchos docentes, fue difícil comenzar a hablar y escribir en lenguaje inclusivo.

"Hay que dejar atrás todos los sesgos de género del lenguaje. Ahora tenemos la posibilidad de cuestionar aspectos que no sean solo binarios", comentó Adrián Canelotto, rector de la Universidad Pedagógica Nacional (Unipe). Según él, en la universidad faltaría una implementación institucional. En 2018, la Unipe adhirió a la ley Micaela, de capacitación obligatoria en la temática de género y violencia contra las mujeres, y se estima que este año el lenguaje inclusivo va a llegar a tener un orden.

"Previo a mi ingreso a la universidad nunca había discutido sobre la importancia del lenguaje inclusivo. Una vez adentro me acerqué a las actividades que proponía el centro de estudiantes, en donde se comenzaba a tratar el tema", contó Jimena Milla, estudiante de la carrera de Trabajo Social de la Universidad Nacional de Mar del Plata.

Fuente: La Nación

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