Por el nuevo cuadro tarifario, en verano los hogares pagarán por la luz más que la industria
La situación se revertirá en invierno y el precio promedio en el año será similar en ambos segmentos; la novedad fue dispuesta por una resolución de la Secretaría de Energía
La Secretaría de Energía comenzó a implementar cambios estructurales en la manera de facturar los servicios de electricidad, con una medida que busca dar señales más precisas de precios y avanzar hacia la desregulación gradual del mercado.
El nuevo esquema establecerá diferencias más marcadas entre los valores que pagan los hogares y los que deben afrontar los grandes usuarios, como comercios e industrias.
En el corto plazo, esto implicará que los usuarios residenciales abonen una energía más cara que los industriales durante el verano, pero la situación se revertirá en el invierno.
El objetivo, según explicaron fuentes oficiales, es que el precio medio anual que paguen ambos segmentos sea similar, pero con un comportamiento estacional distinto.
La diferencia se origina en el tipo de generadores a los que accede cada segmento. Los usuarios residenciales comprarán la energía ?de modo indirecto? a generadores con precios constantes durante todo el año, como los productores de energía renovable y nuclear, cuyos contratos son de largo plazo y no dependen de los costos del gas.
Por el contrario, las industrias y comercios deberán adquirir su electricidad a generadores térmicos, que utilizan gas y otros combustibles líquidos. Como el gas resulta más barato en verano, debido a la menor demanda de calefacción, la generación térmica se abarata en esa estación, pero se encarece fuertemente en los meses fríos.
"El nuevo esquema de precios mayoristas busca proteger a los usuarios residenciales de los vaivenes del mercado energético. Por ejemplo, en invierno, cuando el costo de la energía aumenta significativamente, los hogares no verán variaciones abruptas en sus tarifas", señalaron desde la secretaría del área.
Según la resolución 434/25, que fija el nuevo régimen para el período que va del 1° de noviembre de 2025 al 30 de abril de 2026, los usuarios residenciales pagarán un precio que irá entre $63.443 y $66.374 por MWh, mientras que los grandes usuarios, como las industrias, abonarán entre $47.940 y $49.496 por MWh.
El cambio forma parte del proceso de reordenamiento del mercado eléctrico impulsado por el Gobierno, que busca volver a un modelo más competitivo y descentralizado, similar al que rigió en la década de 1990.
En ese entonces, la demanda podía firmar contratos de abastecimiento con los generadores, sin la intermediación estatal. A mediados de los años 2000 y con la llegada del congelamiento de tarifas energéticas, el sistema fue centralizado en
Cammesa, la compañía con control estatal encargada de organizar los despachos de energía. Además de coordinar que las plantas más eficientes ingresen primero al sistema, Cammesa pasó a comprar toda la energía y venderla a precios subsidiados a la demanda (industrias, comercios y distribuidoras como Edenor y Edesur).
Las nuevas medidas mantienen garantizado el abastecimiento para los hogares y otros usuarios prioritarios, pero obligan a los grandes consumidores a gestionar sus propios contratos de suministro. ?El Gobierno busca garantizar que los hogares tengan precios más estables y previsibles a lo largo del año, y que en el promedio anual la electricidad continúe siendo más económica para los usuarios residenciales que para las industrias y comercios?, explicó la secretaría que conduce María Tettamanti.
El impacto de esta transformación comenzará a notarse con mayor claridad a partir de diciembre.
Fuente: La Nación






