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08/10/2020

Temporada. Harán una prueba piloto en centros de veraneo bonaerenses

Será el mes próximo; estudian cómo serán las vacaciones en pandemia

Noviembre sería el momento para probar la actividad turística en los principales centros de veraneo bonaerenses. En el Gobierno piensan en una experiencia piloto para evaluar protocolos en destinos todavía con altos niveles de contagio. El ministro de Turismo de la Nación, Matías Lammens, dejó una certeza tras una reunión con intendentes del circuito mar y sierras: ?Vamos a poder ir a la playa?, dijo para empezar a despejar dudas sobre el verano. 

Los movimientos de arena para emparejar el frente de playa, colocación de postes que serán estructura de futuras carpas en balnearios y algunos guardavidas ya en servicio son las primeras señales claras de confianza en una temporada de verano que, seguro muy distinta de todas las anteriores pero todavía difusa en su formato posible, empieza a ser por fin una realidad que asoma. 

Aun cuando la mayoría de las localidades de la costa bonaerense viven momentos críticos en lo sanitario, todavía con alto índice de casos de Covid-19 y hospitales y clínicas con demanda máxima, en estos destinos se mantiene la ilusión de una buena dinámica turística desde fines de este año. 

Lammens y el ministro de Producción bonaerense, Augusto Costa, compartieron esta reunión vía Zoom con una decena de jefes comunales para avanzar sobre criterios para la temporada. "Todavía no hay ninguna definición", confiaron participantes. 
En estas localidades balnearias nunca se descartó la posibilidad de playas habilitadas. La duda que existió y aún persiste es qué perfil de turista podrá llegar, cuántos, bajo qué condiciones y cuáles serán los recursos para controlar que estas últimas se cumplan. ¿Habrá cupos de ingresos? ¿Con qué criterios? Por eso el interés de una prueba piloto, postergada para el mes próximo a la espera de controlar algunos focos con índices de contagio elevados. 

Mar del Plata, epicentro de la demanda de cada período estival, está hoy en el centro de escena de la crisis sanitaria nacional. Es el cuarto distrito del país con más contagiados: 4462 durante las últimas dos semanas. Y tiene una ocupación del 90% de sus camas de terapia intensiva. "Necesitamos reactivar el turismo porque los marplatenses necesitan trabajar ya", reclamó el intendente Guillermo Montenegro para un distrito que lidera índices de desocupación nacional: tiene más de 26% de su población sin empleo. 

La temporada es siempre una gran oportunidad para dinamizar industrias y comercios. Esta vez -y más que nunca- es también una necesidad urgente. "El desafío más grande es la reactivación económica de los sectores y actuar balanceados con el sistema de salud y, dijo a la nación el responsable de El Torreón y secretario de la Cámara de Balnearios, Restaurantes y Afines (Cebra), Nicolás Parato. 

Por eso, explicó, ya está en marcha el montaje de infraestructura en los paradores. Una tarea que, sin pandemia de por medio, a esta fecha ya estaría muy avanzada. Los protocolos del rubro esperan aprobación provincial. Contemplan barbijo en espacios comunes de playa, uso del 50% de vestuarios y unidades de recreación y menor capacidad de personas por carpa (6) y sombrillas (4), siempre en los espacios privados. 

Mar del Plata está en fase 3 pero con una particularidad: la agonía económica llevó a comerciantes a abrir sus puertas más allá de esas restricciones. Aunque no está permitido, la gastronomía atiende al aire libre y -en algunos casos- también puertas adentro. Abrieron gimnasios, canchas de paddle y la construcción nunca escuchó limitaciones. "No es rebeldía, es necesidad", se argumentó. El municipio descartó sanción alguna a estos que sobrevivieron con sus negocios tras siete meses de obligada inactividad. 

Martín Yeza, intendente de Pinamar, valoró el contacto con Lammens y resaltó la positiva experiencia que tuvieron con el ingreso paulatino de propietarios no residentes en el distrito, siempre con previa autorización municipal: "No tuvimos ningún caso de contagio con ellos". Por eso insistió en la posibilidad de abrirles más el acceso en la medida en que la legislación nacional habilite una normalización de la circulación en rutas. 

Lo que surgió de la reunión con las autoridades provinciales y nacionales es la necesidad de que los municipios trabajen en conjunto. La costa tiene un embudo sanitario en Mar del Plata, donde están los dos hospitales interzonales que atienden la franja de mayor concentración turística. Todo caso complejo de la región deriva a esos establecimientos. Hoy ese servicio está al límite. 

En la reunión de anteayer se habló de algún mecanismo para ordenar y regular el ingreso de turistas. Se buscaría una ocupación máxima del 50% de la capacidad de cada destino. Sería mediante herramientas digitales. 

También se analizaron hipótesis de contagios entre turistas y cómo actuar. Una opción es regresarlos a su destino de origen, con una logística compleja y costosa. Otra es aislarlos para que se recuperen en el Complejo Turístico de Chapadmalal, equipado en pandemia para atención de cuadros menores. 

Para los intendentes quedó un pedido de los funcionarios superiores: reforzar en lo inmediato todo lo que pueda ayudar a disminuir los actuales niveles de contagios de Covid-19. Por aquí todavía mantienen dos particularidades que preocupan con miras a la temporada: son altos y constantes.

Fuente: La Nación

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