La violencia y el mensaje mafioso tras el asesinato de Susana Montoya agitan a Córdoba
Montoya, de 76 años, fue hallada sin vida con un mensaje intimidatorio en su hogar, en un contexto de amenazas previas vinculadas al discurso negacionista del actual gobierno. El crimen, que apunta a un acto de violencia con motivaciones políticas, ha encendido las alarmas entre organizaciones de Derechos Humanos y autoridades locales.
El sábado pasado, Córdoba vivió un episodio de extrema violencia que ha generado conmoción en la sociedad y las esferas políticas. Susana Beatriz Montoya, de 76 años, fue encontrada muerta en su hogar, en lo que parece ser un ataque dirigido con un claro mensaje intimidatorio. Montoya era la esposa de Ricardo Fermín Albareda, un subcomisario del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) desaparecido durante la última dictadura cívico-militar argentina, y madre de Fernando Albareda, militante de HIJOS Córdoba.
La noticia ha encendido una ola de alarma entre las organizaciones de Derechos Humanos y en los círculos políticos. La casa de Montoya, ubicada en el barrio norte de Córdoba, no mostraba signos de robo. Sin embargo, en una de las paredes, los presuntos autores del crimen dejaron un mensaje intimidatorio escrito en rojo con lápiz labial: "Los vamos a matar a todos. Ahora vamos por tus hijos. #Policía".
Este crimen se produce en un contexto de creciente preocupación por las amenazas recibidas por Fernando Albareda desde diciembre pasado, tras la llegada al poder de Javier Milei y el discurso negacionista de la vicepresidenta. En aquella ocasión, Albareda hijo había sido blanco de amenazas con simbología nazi.
La investigación del caso, que se encuentra bajo la jurisdicción de la Fiscalía del Distrito 4, Turno 3, a cargo de Juan Pablo Klinger, ha avanzado en medio de un hermetismo que busca evitar especulaciones prematuras. La puerta de la vivienda no estaba forzada, lo que plantea dudas sobre un posible intento de robo como motivo principal del asesinato.
La respuesta a este trágico suceso ha sido rápida y contundente. Desde la Mesa de Trabajo de los Derechos Humanos de Córdoba se ha exigido a la Justicia y al Poder Ejecutivo que esclarezcan el caso y garanticen la protección de la familia Albareda. ?Estamos consternados y ocupados por el violento asesinato de la madre de un compañero de HIJOS Córdoba. Exigimos la urgente investigación y protección para Fernando Albareda y su familia?, afirma el comunicado difundido.
Desde la Casa de Gobierno de Córdoba, encabezada por el gobernador Martín Llayora, se ha expresado un prudente silencio a la espera de los avances de la investigación. Sin embargo, el gobernador había sido uno de los primeros en repudiar las amenazas contra Albareda en diciembre pasado.
Los diputados nacionales Gabriela Estevez y Pablo Carro, de Unión por la Patria, también se han pronunciado enérgicamente. Estevez exige el ?esclarecimiento inmediato de este hecho?, mientras que Carro condena el negacionismo y exige justicia para Montoya y su familia.
El crimen de Susana Beatriz Montoya reaviva la memoria de la represión y el terror de la última dictadura, cuando su esposo, Ricardo Fermín Albareda, fue secuestrado y asesinado por la temible patota del D2. Albareda, que militaba en el ERP y se desempeñaba en la Policía de Córdoba, fue torturado y ejecutado en 1979. Su caso ha sido uno de los pocos reconocidos por la Policía como delito de lesa humanidad.
Fernando Albareda, que ha enfrentado amenazas y hostigamiento durante años, continúa luchando por la justicia para su padre y su familia. La reciente tragedia ha puesto de relieve el contexto de violencia y represión que aún persiste, demandando una respuesta firme y urgente de las autoridades.
Fuente: Ejes de Comunicación