Bolsonaro y Lula arrancaron la campaña electoral más polarizada de Brasil en décadas
El presidente se presentó donde fue apuñalado en 2018 y dijo que el país no quiere "el comunismo". Lula hizo su acto en San Pablo y llamó "demonio" a su adversario.
Brasil entró este martes en campaña electoral con el ultraderechista Jair Bolsonaro y el centroizquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, muy girado al centro, como protagonistas de la disputa presidencial más polarizada en décadas.
En el primer día de campaña rumbo a los comicios del 2 de octubre, el mandatario, de 67 años, se presentó en la misma esquina en la que fue apuñalado en la campaña de 2018, en Juiz de Fora, en el estado de Minas Gerais (sudeste): "La ciudad donde renací", dijo al convocar a sus seguidores para el acto, bajo el lema "Dios, patria, familia y libertad". Lula por su parte, que encabeza las encuestas, visitó una fábrica automotriz en Sao Bernardo do Campo, la región metropolitana de Sao Paulo donde se forjó como líder sindical en los años ´70, papel que marcó el inicio de su vida política.
Ambas citas sirvieron para un duro cruce entre los postulantes. El ex presidente socialdemócrata remarcó un perfil promercado en una reunión la semana pasada con los industriales de San Pablo y ayer afirmó que su rival está "poseído por el demonio".
Añadió que "este país no puede tener un presidente que nadie quiere recibirlo, que miente siete veces por día, que miente a los evangélicos (...) Está intentando manipular la buena fe de las personas que van a la iglesia".
Bolsonaro, a su vez, acusó a Lula de ser "un corrupto" y lamentó que "no estuviera en prisión". "Este país no quiere retrocesos, no quiere la ideología de género en las escuelas, no quiere liberar las drogas. Este país respeta la vida desde su concepción y no quiere el comunismo", sostuvo. La primera dama, Michelle Bolsonaro, muy activa en la campaña, afirmó que "Dios hizo un milagro en la vida de mi marido"y sentenció que "la justicia del Señor será hecha".
Bolsonaro "ha buscado construir un relato de que es el ?elegido divino?, y haber sobrevivido a la puñalada desempeña un papel central" para consolidar el apoyo de los evangélicos, dijo a la AFP Adriano Laureno, analista política de la consultora Prospectiva.
A su vez. "Lula siempre busca volver a Sao Bernardo do Campo en momentos clave de su trayectoria política porque favorece su narrativa de representante de los trabajadores", añadió.
Un sondeo de la firma FSB registró siete puntos de distancia a favor de Lula. Pero este martes el instituto IPEC indicó que el ex presidente reúne 44% de apoyos frente a 32% de Bolsonaro.
En un lejano tercer lugar aparece el otro centroizquierdista Ciro Gomes. Si ningún candidato obtiene más del 50% de los votos, habrá un balotaje el 30 de octubre.
Para reducir esa diferencia o anularla, Bolsonaro ha dispuesto un aumento de 50 por ciento en la ayuda social a 20 millones de familias pobres, más de 60 millones de personas.
También relevó a la conducción de la estatal Petrobras y ordenó al nuevo equipo tres bajas sucesivas en menos de un mes del precio de los combustibles.
Fuente: Clarín