Chile volvió a rechazar una nueva Constitución y seguirá vigente el texto nacido en la dictadura
El 55,6% votó contra el proyecto redactado por grupos conservadores y más a la derecha que la Carta Magna de Pinochet, que tiene enmiendas. La votación complica al gobierno de Boric.
Los chilenos rechazaron ayer en un plebiscito la propuesta de Constitución elaborada por un consejo dominado por la derecha más conservadora, por lo que seguirán bajo el marco normativo impuesto por la dictadura de Augusto Pinochet que incluye varias enmiendas introducidas en la era democrática posterior .
Escrutado los votos del 90% de las mesas, la opción ?en contra? se imponía por un 55,68%, de acuerdo con Servicio Electoral de Chile (Servel), mientras un 44,32%, de los electores votó a favor de la iniciativa que pretendía endurecer el trato hacia la migración irregular y abría la puerta a la revisión de la ley del aborto.
Por segunda vez en dos años, los chilenos rechazaron en las urnas una propuesta para reemplazar la Constitución vigente de la dictadura (1973-1990), reformada varias veces en democracia.
La votación de ayer marcó la peor paradoja del gobierno de Gabriel Boric en Chile. Su gobierno asumió con la idea de cambiar la Constitución de Pinochet y reemplazarla por otra más progresista. Pero el proyecto de esa Carta Magna deseada fue redactado por grupos radicalizados de izquierda y luego rechazada por el 62% de los chilenos en un primer plebiscito en setiembre de 2022. El texto constitucional dejado de lado ayer, al contrario del anterior, estaba escorado a la derecha tras ser formulado por una mayoría de representantes de los sectores más conservadores.
La votación de ayer deja entonces al gobierno con el sabor amargo de tener que aceptar que la Constitución que seguirá vigente en Chile en el futuro inmediato será la misma que la que quiso cambiar al inicio de su gestión.
El resultado de este domingo también golpea al ex candidato ultraderechista José Antonio Kast, con quien Boric peleó la presidencia y que veía en un eventual triunfo del proyecto rechazado una señal para llegar al Palacio de la Moneda en la próxima presidencial.
"Hoy día por segunda vez ha quedado ratificada la Constitución vigente en Chile, y es importante en eso ser coherentes con esta respuesta democrática que ha plantado nuestro país", dijo Javier Macaya, presidente del partido derechista Unión Demócrata Independiente (UDI), promotor del texto rechazado en las urnas.
Chile se puso en el centro al rechazar las propuestas de los extremos, la última de ellas elaborada por un consejo dominado por el Partido Republicano, y que era aún más conservador que la Carta Magna heredada de la dictadura.
Entre otros artículos, el proyecto de Carta Magna rechazado ayer limitaba el rol del Estado en la economía de mercado y podría dar pie a revisar el derecho al aborto en tres causales (violación, inviabilidad del feto y riesgo para la madre).
Además, endurecía el trato a los migrantes con la expulsión "en el menor tiempo posible" de quienes estuvieran en situación irregular.
"Hoy estamos llevando adelante una nueva jornada cívica que más allá de cualquier resultado, fortalece nuestra democracia", afirmó más temprano el mandatario izquierdista Gabriel Boric, tras votar en su natal ciudad de Punta Arenas, a 3.000 km al sur de Santiago.
Chile se sumió hace cuatro años en un proceso para cambiar su Constitución tras las masivas protestas sociales que estallaron en octubre de 2019 para exigir una mayor igualdad social.
El gobierno y los partidos políticos han asegurado que aquí termina por ahora la fase constitucional.
"Para tranquilidad de la gente, todos hemos entendido que también, sea cual sea el resultado, el proceso constituyente tal y como lo conocemos se cierra acá, al menos por los dos años restantes que nos quedan como gobierno y como parlamento", afirmó la vocera oficial del gobierno Camila Vallejo.
La votación se realizó sin mayores inconveniente, pero lejos de la efervescencia con la que se inició el proceso hace cuatro años, por el hartazgo de la población frente a dos procesos en que la clase política no pudo ponerse de acuerdo en un texto que generara mayoría.
El aumento de los delitos violentos -que los chilenos asocian a la llegada de migrantes extranjerosy una economía que no despega tras un fuerte ajuste destinado a contener la inflación, concentran ahora la atención de la población.
Cuatro años después de salir a las calles para reclamar mayor justicia social, los habitantes ahora quieren más policías, orden y seguridad y reprochan cada vez más casos de corrupción vinculados a la coalición oficialista
Fuente: Clarín