Condenan por corrupción a Sarkozy y deberá usar una tobillera electrónica
La pena será con prisión domiciliaria. Lo hallaron culpable en una causa por tráfico de influencias.
El ex presidente conservador Nicolás Sarkozy se convirtió ayer en el primer ex jefe de Estado francés en tener que llevar un brazalete electrónico, al ser condenado a tres años de prisión por el affaire de las escuchas "por corrupción y tráfico de influencias".
La sentencia ha sido suspendida temporariamente porque sus abogados decidieron apelar al tribunal de casación. La pena será con prisión domiciliaria y brazalete.
El Tribunal de Apelación de París también pronunció una prohibición de derechos civiles de tres años para el ex presidente de la República, que está recurriendo en casación.
Sarkozy, de 68 años, fue condenado en apelación en París a tres años de prisión, incluido un año de prisión firme, con un brazalete electrónico "por corrupción y tráfico de influencias" en una causa de escuchas telefónicas.
Una sanción sin precedentes para un ex jefe de Estado.
"Vamos a interponer recurso de casación. Un recurso que suspende todas las medidas que se han pronunciado hoy", declaró a la prensa la abogada, Jaqueline Laffont a su salida de la sala. "Nicolas Sarkozy es inocente de los cargos que se le imputan", agregó, refiriéndose a una decisión "sorprendente".
"No abandonaremos esta lucha, que es una lucha justa frente a una decisión particularmente inicua e injusta" declaró.
El Tribunal de Apelación confirmó la sentencia pronunciada en primera instancia, el 1 de marzo de 2021, contra el expresidente de la República.
Sarkozy escuchó la decisión sentado en el banquillo de los acusados, con la mandíbula apretada.
Sarkozy es el primer ex presidente francés en ser condenado a prisión ya que su ex mentor Jacques Chirac recibió una sentencia suspendida de dos años en 2011, en el caso de trabajos ficticios en la ciudad de París cuando era alcalde. Su histórico abogado Thierry Herzog y el ex magistrado senior Gilbert Azibert también fueron declarados culpables de haber firmado un "pacto de corrupción" con Sarkozy en el 2014 y condenados a la misma pena.
El Tribunal de Apelación también pronunció una prohibición de tres años de derechos civiles para Sarkozy, lo que lo hace inelegible. Le sumó una prohibición de tres años para ejercer la profesión para su abogado, Thierry Herzog, uno de los más famosos de París. El ex caudillo de la derecha conservadora impugnó "con la mayor fuerza" durante el juicio de apelación estas acusaciones, reafirmando en su testimonio que "jamás había corrompido a nadie".
En su sentencia, el tribunal evocó "un caso de certera gravedad en cuanto a un ataque a nuestras instituciones".
"Estos hechos infunden la idea de que un procedimiento puede ser objeto de arreglos encubiertos y sólo pueden lesionar la confianza que los ciudadanos pueden esperar legítimamente de la justicia", dice el fallo.
Los hechos imputados a Nicolás Sarkozy "son tanto más graves en cuanto que fueron cometidos por un ex presidente de la República" y "como tal garante de la independencia de la autoridad judicial", señala el tribunal en su sentencia.
En el momento de los hechos, Sarkozy se liberaba de otro incómodo caso: el affaire Bettencourt, donde se lo acusaba de conseguir dinero en efectivo de la familia más rica de Francia para su campaña presidencial.
Fuente: Clarín