Conmoción por un derrumbe en Miami: buscan a 9 argentinos
El colapso de un edificio de 12 pisos frente al mar en Surfside dejó un muerto y 99 desaparecidos; las causas aún son un misterio
Una tragedia de dimensiones aún inciertas golpeó ayer a la apacible localidad de Surfside, al norte de Miami Beach, y conmocionó a Estados Unidos. El edificio de 12 pisos Champlain Towers South ?ubicado sobre la playa, en Collins y la calle 88, una zona turística muy cerca del shopping Bal Harbour? se derrumbó parcialmente en la madrugada por causas que todavía se desconocen: hasta anoche las autoridades habían reportado un muerto y 99 desaparecidos, entre ellos, nueve argentinos. Además, 102 personas fueron encontradas con vida. ?Es como si hubiese explotado una bomba, pero estamos seguros de que no fue eso. Colapsó un piso encima del otro, lo que dificulta el acceso para las labores de rescate?, indicó el alcalde de Surfside, Charles Burkett.
En conferencia de prensa, Burkett comentó que el administrador del edificio le aseguró que estaba casi lleno en el momento del siniestro, alrededor de la 1.30 (hora local).
Unos minutos después, Collins ya era un desfile de camiones de bomberos y rescatistas. Decenas de unidades llegaron colmando con luces y sirenas la típica avenida costera que bordea la playa.
Algunas familias pudieron abandonar el edificio por sus propios medios, pero con el correr de las horas, otros familiares se acercaron desesperados a los hospitales Jackson Memorial y Aventura Hospital para preguntar por sus seres queridos.
La cancillería argentina aseguró estar en contacto con las familias de todos los afectados. "Fue rescatado un argentino y otros nueve siguen desaparecidos" por el colapso, informó, pero se abstuvo de informar sus nombres. Entre los buscados están el cirujano Andrés Galfrascoli (de 45 años); su marido, Fabián Núñez (55), y la hija de ambos, Sofía (5).
En tanto, otros familiares de desaparecidos se dirigieron al centro de reunificación familiar en el Centro Comunitario de Surfside, a pocas cuadras del siniestro, adonde llegó el gobernador de Florida, el republicano Ron De Santis. "Nos estamos preparando para tener malas noticias, dado el nivel de destrucción", dijo.
"Mi tío está en el edificio, nadie busca entre los escombros", se quejó uno de los asistentes cuando pasó el funcionario a su lado. Había gente descalza o incluso en pijama; muchos de ellos viven en la torre y lograron salir a salvo. "Sentí un temblor, un estruendo de la nada y enseguida una nube blanca de polvo. Logramos salir casi a ciegas", dijo Diego, uno de los vecinos. Las autoridades están relocalizándolos en hoteles para evacuar la zona. Los edificios del área no tienen luz, y la avenida Collins estará cerrada para circular desde la calle 85 a la 96 hasta pasado mañana como mínimo.
Pero la tragedia también muestra buenas acciones. Algunos juga dores del equipo de básquet local, Miami Heat, se hicieron presentes para acercar donaciones.
"Mi hermano no contesta el teléfono desde las 3 de la mañana", dijo entre lágrimas Gloria, una mujer de unos 40 años. Casos como el de ella se repitieron en el caos. "Si bien saben que las posibilidades de vida se van apagando con el correr de los minutos", dijo Daniella Levine Cava, alcalde del condado de Miami- Dade, que anunció la cifra de 102 rescatados como una buena señal.
"Se está llevando a cabo una búsqueda y rescate masivo y haremos todo lo posible para identificar y rescatar a aquellos que han quedado atrapados entre los escombros", dijo Levine Cava.
Tras muchas horas de trabajo en el lugar, el equipo de búsqueda y rescate resolvió un cambio en la estrategia. Así informó el subjefe de bomberos, Ray Jaddalah, que confirmó que se escucharon sonidos debajo de los escombros. "Todas las operaciones ocurren debajo de los escombros", dijo, y precisó que si bien se había iniciado con una búsqueda por arriba de los restos del edificio colapsado, el equipo de tareas ahora trabaja desde el estacionamiento del subsuelo. "Los bomberos continúan haciendo cortes, brechas y colocando sonares y cámaras de búsqueda para localizar a las víctimas", detalló Jadallah.
Si bien las cifras variaban con el correr de las horas, por lo menos 18 latinoamericanos permanecían desaparecidos: tres uruguayos, seis paraguayos y los nueve argentinos.
El consulado argentino envió una notificación urgente a su comunidad, y puso un teléfono para aquellos que buscan familiares.
La hermana de la primera dama de Paraguay, Sophia López Moreira, su esposo y tres hijos, así como una empleada, figuraban entre los desaparecidos, informó el canciller de ese país, Euclides Acevedo.
Focos de incendio "Toda la zona es inestable. Hay bomberos que están allí trabajando, y son muy valientes. Tienen perros y van a seguir toda la noche", anunció Freddy Ramirez, director de la policía de Miami-Dade. Pero también explicó que el edificio derrumbado tenía focos de incendio que los bomberos trataban de sofocar.
Cuando eso sucede, primero tienen que apagar el fuego.
El clima no ayudaba a las tareas de rescate. No es solo la lluvia, que cayó durante las primeras horas, sino la amenaza de tormentas eléctricas.
En la zona, además de policías y bomberos, trabajaban la Cruz Roja, la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA) y el Ejército de Salvación. El presidente Joe Biden habló con la alcaldesa Levine Cava, y se puso a disposición para enviar recursos federales inmediatamente.
"FEMA está allí viendo qué hace falta, dónde hay que evacuar, asistiendo a esas familias", dijo.
Por su parte, DeSantis dijo que saber qué pasó no será inmediato, pero ya está en marcha un grupo de ingenieros tratando de determinar las causas del derrumbe.
Si bien en el último mes el edificio estaba sobrellevando unas reparaciones en el techo, autoridades casi descartaron que eso pudiera haber ocasionado el desastre.
El edificio tiene 40 años, momento límite en que se hace una revisión de toda su estructura, según normas del sur de Florida. "La rectificación de los 40 años tiene el propósito que el dueño entregue un reporte hecho por un profesional, que demuestre el estado actual de ese edificio a nivel estructural y eléctrico", explicó a la nacion Yanina Mauro, arquitecta de Red Octupus.
¿Pudo haber corrosión de los cimientos por su cercanía al océano? Es lo que muchos se preguntan. Sin embargo, en 2015 una propietaria puso una demanda que alegaba que la administración del edificio no mantuvo una pared exterior, lo que provocó daños por agua y grietas.
Por otro lado, un estudio de 2020 de Shimon Wdowinski, profesor del Departamento de Tierra y Medio Ambiente de la Universidad Internacional de Florida, salió ayer a la luz y mostraba que el edificio, que fue construido en 1981, se ha estado hundiendo a un ritmo alarmante desde la década de 1990, informó el diario USA Today
Fuente: La Nación