El éxodo ucraniano no se detiene y ya alcanza los 6,8 millones de refugiados

Las cifras de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) revelan que se convirtió en la crisis más grande de la actualidad, superando a la que produjo la guerra en Siria.

Los ucranianos que han dejado su país desde la invasión rusa del 24 de febrero ascendieron este martes a 6,8 millones, con lo que la crisis de refugiados se ha convertido en la más grave de la actualidad, superando incluso a la que produjo la guerra en Siria, según los datos de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR). 
A los 6,8 millones de refugiados, en su mayoría mujeres, niños y ancianos, se unen otros 8 millones de desplazados internos en Ucrania, por lo que la guerra ha obligado a dejar su hogar a cerca de 15 millones de ucranianos, la tercera parte de la población nacional. 
ACNUR aclara que unos 2.200.000 de ucranianos han vuelto a entrar en su país desde el inicio de la invasión, aunque señala que en muchos casos se trata de viajes de ida y vuelta (gente que visita familiares o va a comprobar el estado de sus propiedades) que no indican un flujo estable de regresos a Ucrania. 
Polonia es el país que ha acogido más refugiados ucranianos en la actual crisis (3,6 millones), mientras que cerca de un millón arribaron a Rumanía (algunos de ellos tras pasar antes por Moldavia) y otros 970.000 se desplazaron a Rusia. 
Un gráfico del ACNUR muestra que el mayor número de refugiados ucranianos en países no vecinos se encuentra en Alemania, República Checa e Italia. 
A principios de marzo llegaban a la frontera polaca unos 100.000 refugiados al día, pero el número se redujo a unos 20.000 a lo largo de mayo. "Los refugiados recién llegados proceden a menudo de zonas muy afectadas por los combates, y algunos han pasado semanas escondidos en refugios antibombas y sótanos", explicó la portavoz del ACNUR, Olga Sarrado, en la sesión informativa por videoconferencia desde un centro de inscripción de casos de refugiados en Varsovia. 
Las salidas de Ucrania han bajado en las últimas semanas y están lejos de las masivas olas de refugiados de febrero y marzo, pero todavía se cuentan por varios miles al día. Es la peor crisis de refugiados que vive Europa desde el final de la Segunda Guerra Mundial (1939-45). 
La ONU también alertó sobre otro problema grave que está ocasionando la guerra: la crisis alimentaria. Esto se debe a que Ucrania, gran exportador de cereales, tiene bloqueada su producción debido a los combates, mientras que Rusia, otra potencia agrícola, no puede vender sus fertilizantes y sus cereales debido a las sanciones occidentales. Ambos países producen un tercio del trigo mundial. 
Según varias estimaciones, Ucrania almacena actualmente en sus silos unos 22 millones de toneladas de grano que no puede sacar del país como consecuencia del conflicto, dado que Rusia bloquea el mar Negro y que los puertos ucranianos fueron minados para evitar un desembarco de tropas rusas. 
Este lunes hubo conversaciones entre el gobierno ruso y representantes de la ONU para tratar de solucionar este problema. Rebeca Grynspan, la secretaria general de la Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD), se reunió en Moscú con el viceprimer ministro de Rusia, Andréi Beloúsov, y este martes viajó a Washington para mantener encuentros con funcionarios estadounidenses, confirmó ayer la organización. 
"El objetivo de sus discusiones, como hemos dicho, se centra en facilitar cereales y fertilizantes rusos a los mercados globales con el fin de responder a la creciente inseguridad alimentaria", explicó el portavoz Stéphane Dujarric. 
Grynspan trabaja en esta cuestión por encargo del secretario general de la ONU, António Guterres, que lleva semanas tratando de impulsar un acuerdo más amplio por el que, además de los productos rusos, puedan volver a exportarse alimentos ucranianos, que son básicos para algunos de los países más pobres del mundo, donde se está complicando el problema del hambre. El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, dijo que su país está dispuesto a facilitar la salida de buques cargados con granos desde Ucrania. 

 

Fuente: Clarín