Internacional

24/04/2025

Emotivo traslado del ataúd abierto del Papa a San Pedro: podrá ser visto por los fieles hasta el viernes

Con una marcha a pie, acompañado por medio centenar de cardenales, el féretro fue llevado de Santa Marta a la basílica para tres días de funerales. El entierro del pontífice será el sábado.

Encabezando la marcha a pie dentro del Vaticano, el féretro abierto con los restos del Papa Francisco recorrió en la mañana de ayer miércoles las callejuelas hasta salir por la puerta del Arco de las Campanas a la plaza de San Pedro y por las escaleras de entrada hasta el ingreso a la basílica. 
Fue el mismo recorrido que hizo el domingo de Pascuas Jorge Bergoglio al regresar de su triunfal vuelta por toda la plaza, aclamado por decenas de miles de fieles. Murió un día después, a los 88 años, a causa de un ictus que le provocó un paro cardíaco. 
La ceremonia del traslado comenzó a las 9 de la mañana (cinco horas menos en la Argentina), en la capilla de la Casa de Santa Marta, la residencia donde se alojó desde que lo eligieron pontífice, hace doce años y que ahora se está preparando para recibir a los cardenales que deberán deliberar y votar por un sucesor en el cónclave. 
El cardenal camarlengo, Kevin Farrell, presidió la ceremonia de la que participaron medio centenar de los cardenales presentes ya en Roma para los funerales y el Cónclave que desde el 5-6 de mayo, se estima, elegirá al nuevo pontífice. 
En total, los purpurados que votarán para decidir quién será el nuevo Papa son 135, que deben ser menores de 80 años de edad. 
La novedad de la ceremonia es que el cuerpo de Francisco, vestido con los elementos que recuerdan su condición de Obispo de Roma y de pontífice, permanece a la vista porque el féretro está abierto, como dispuso el mismo Papa argentino en las reformas que hizo sobre las ceremonias de sepultura de un pontífice. 
Medio centenar de cardenales participaron de la ceremonia, en la que el cardenal camarlengo Farrell, que administra la Iglesia durante la sede vacante junto con los purpurados, leyó en latín varios textos. 
En la primera fila se encontraba el secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin, uno de los más conversados candidatos a la sucesión de Francisco, sobre todo en el caso que el enfrentamiento entre reformistas y tradicionalistas impida arribar al voto positivo de los dos tercios (91 sufragios) de los 135 prelados presentes en el Cónclave. 
La columna fúnebre con el féretro abierto llevado por personal del Vaticano caminó entre las callejuelas del pequeño Estado hacia la salida por el Arco de las Campanas. 
Seguía al féretro una escolta de guardias suizos (el ejército del Papa), el cardenal Farrell acompañado por un sacerdote con una gran cruz, y los cardenales divididos en dos columnas. 
La marcha fue lenta, en particular por la edad de la mayor parte de los purpurados, algunos con bastones, que afrontaron el camino hacia la plaza. Cuando arribó a San Pedro, a la izquierda se veía una gran masa de gente que esperaba. 
Algunos aplaudieron el paso del féretro, otros comenzaron a rezar. La columna llegó casi hasta la mitad de la enorme explanada, rodeada por la imponente serie de columnas diseñadas por el arquitecto Gianlorenzo Bernini en el 1600, y dobló a la izquierda y después volvió a doblar para dirigirse al ingre so de la Basílica. 
El féretro abierto fue colocado en la nave central del principal templo de la Iglesia, cerca de la tumba de San Pedro, el primer apóstol. 
Se escucharon las Letanías de los Santos, a los que los fieles responden: "Ruega por nosotros", en presencia de los cardenales y del personal del Vaticano. 
Después de los tres días de duración del velatorio, el viernes a las 20 horas de Italia (15 horas en Argentina), el cardenal Farrell presidirá el rito de cierre del féretro. 
El sábado tendrán lugar los solemnes funerales, que contarán con la presencia de 170 jefes de Estado y de gobierno que han confirmado su presencia. 
Al velatorio pueden concurrir todos los fieles que hagan la larga fila que ya se había armado en la madrugada para entrar a la basílica. 
Cuando llegue el sábado el momento de trasladar el cuerpo de Francisco a su sepultura en la basílica de Santa María la Mayor, como él mismo pidió, antes de cerrar el féretro, el cardenal camarlengo y los tres purpurados que encabezan el orden episcopal, presbiterial y diaconal, cumplirán una serie de gestos rituales. 
En ellos participarán también el sustituto de la Secretaría de Estado, el prefecto de la Casa Pontificia, el limosnero del Papa y una representación de canónigos de la Basílica y los familiares del difunto. 
Durante esta ceremonia se leerá el texto en voz alta y algunos presentes firmarán dos copias. Una de ellos será introducido en un tubo de metal con el sello de la Oficina de ceremonias Litúrgicas del pontífice y el otro será conservado en el archivo de este departamento. 
El rostro del Papa difunto será cubierto con un velo blanco de seda "con la viva esperanza de que él pueda contemplar el rostro de Dios Padre, junto a la beata Virgen María y a los santos". 
Por último, el maestro de ceremonias depositará dentro del ataúd una bolsa de tela con monedas de oro, plata y bronce por los años, meses y días acuñadas en la gestión de Francisco, que señalarán la duración de su pontificado. 
 

Fuente: Clarín

Corrientes
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