'Estamos en una fase de exterminio total': el reclamo desesperado del primer ministro de Annobón

'Nos están matando desde hace 57 años', denunció Orlando Cartagena Lagar, primer ministro de Annobón, una isla africana bajo ocupación colonial de Guinea.

Madrid/ Buenos Aires ? En una fábrica española, entre ruido de máquinas y la urgencia de un turno laboral, Orlando Cartagena Lagar atiende el teléfono. Su realidad contrasta brutalmente con su título: es el Primer Ministro de la República de Annobón, una pequeña isla africana sumida en lo que describe como una crisis humanitaria terminal bajo ocupación de Guinea Ecuatorial. Desde el exilio forzado, su voz se alza en una denuncia desgarradora y un llamado desesperado al reconocimiento internacional, con la mirada puesta especialmente en Argentina.

El grito desde el exilio:
Cartagena Lagar no puede vivir en la tierra que gobierna en el exilio. "Annobón es una isla que está bajo ocupación colonial de Guinea, en la que nosotros no podemos estar, porque si estamos ahí nos matan al día siguiente, si es que llegamos al día siguiente", afirmó textualmente durante una entrevista radial, explicando su residencia en España. La razón es un régimen de terror: "Ellos [Guinea Ecuatorial] nos tiene marginado, abandonado y sometido a todo tipo de abusos... tiene a 500 militares en la isla que se dedican al abuso sexual, a violaciones de mujeres en los campos, a abuso infantil, o sea que para humillar a la población".

La vida en el infierno:
El relato del Primer Ministro pinta un cuadro de abandono absoluto y violaciones sistemáticas de derechos humanos: "Además no tenemos luz, no tenemos agua potable, no hay sanidad". La incomunicación es total: "Si estuviera en Annobón no podías contactar conmigo obviamente, porque no hay nada". Sobre el contacto con sus seres queridos, la situación es aún más dramática: "Sí, tengo hermanos y hermanas allí, pero... llamarles es ponerles en peligro además en Annobón no hay cobertura para llamar a nadie".

El pedido de independencia y el vínculo con Argentina:
Frente a esta realidad, Cartagena Lagar enfatiza que la prioridad es el reconocimiento internacional de Annobón como estado independiente: "Estamos intentando el reconocimiento de nuestra independencia como pueblo con derecho a la libre determinación... recurriendo a los países que nos den cobertura internacional para el reconocimiento pleno de nuestra soberanía". Es en este contexto donde surge la referencia a Argentina, basada en un vínculo histórico singular: "Hemos recurrido a Argentina como hermanos, como país amigo, porque formamos parte del Virreinato del Río de La Plata en su día en 1778 con el pacto que trasladó a España... al pueblo de Annobón". Aclara, sin embargo, que no buscan anexión inmediata: "No es que seamos parte de Argentina".

La búsqueda de apoyo y la respuesta argentina:
El líder annobonés confirmó gestiones con legisladores argentinos: "Estamos teniendo apoyo por parte de los legisladores, por parte de los diputados, congresistas". Sin embargo, expresó frustración por la falta de acción del gobierno nacional: 

"De momento no hemos recibido ningún acercamiento del gobierno en concreto. Y eso es lo que echamos de menos, que el gobierno de Milei... se dé cuenta de que estar del lado de la dictadura no es una opción que nos apoye en lo que pueda".

La urgencia humanitaria vs. los problemas internos argentinos:
Ante el argumento del periodista sobre los graves problemas que enfrenta Argentina (pobreza, inflación) y su capacidad limitada para ayudar, Cartagena Lagar respondió con una contundencia que resume la extrema gravedad de la situación en Annobón: "Ya, pero una cosa es el problema que tiene [Argentina] a nivel interno, y esto es un pueblo que está en una fase de exterminio total, ¿no? La parte humanitaria también existe porque mientras las sociedades luchan por otras cosas, nosotros luchamos por nuestra vida. Por tanto, no tenemos otra que solicitar apoyo y ayuda. Si no nos ayudan, pues nos matarán a todos, como están haciendo desde hace 57 años... ahora sí que se sabe que estamos ahí muriendo de hambre, muriendo de sed, muriendo de abuso de todo tipo, violaciones de derechos humanos".

Un futuro incierto:
La entrevista se corta abruptamente. "Disculpen, no puedo parar la línea de trabajo", pide entre ruidos de máquinas. La escena lo resume todo: un líder sin territorio, gobernando desde el exilio mientras su pueblo resiste a ciegas. "Queda claro que estamos ahí ?remata?, muriendo bajo una dictadura que nos mata". Annobón ya no es invisible, pero su supervivencia pende de un hilo: el mundo escuchó el grito. Ahora falta que alguien responda.
 

 Este detalle subraya su realidad: un Primer Ministro exiliado, trabajando en una fábrica para sobrevivir, mientras su pueblo enfrenta lo que califica sin ambages como un intento de exterminio. Su lucha es por dar a conocer al mundo la existencia de Annobón y la brutalidad que sufre: "Por lo menos saben que hay una isla allí, que hay una población sumida en la pobreza, en la miseria y agredida brutalmente por una dictadura que nos está matando". El reconocimiento de su independencia y la presión internacional sobre Guinea Ecuatorial se presentan, desde su perspectiva, como la única esperanza para evitar una tragedia anunciada.

Fuente: Ejes de Comunicación