Javier Milei intensifica la disputa con Lula pero se retracta ante el Papa Francisco
El presidente argentino mantuve firme su postura contra su par brasilero, al que calificó de "comunista" y recordó que fue condenado por corrupción; mientras que respecto al Sumo Pontífice reconoció: "Me equivoqué"
En medio de una creciente tensión diplomática entre Argentina y Brasil, el presidente argentino Javier Milei ha decidido redoblar su postura contra el mandatario brasileño Luiz Inácio "Lula" da Silva. Sin embargo, en un giro inesperado, Milei ha optado por pedir disculpas al papa Francisco por comentarios anteriores.
La polémica con Brasil se avivó recientemente cuando Lula exigió que Milei se disculpara por llamarlo "comunista y corrupto" como condición para iniciar conversaciones bilaterales. Lejos de retractarse, Milei reafirmó sus declaraciones, calificando a Lula como un "zurdito con el ego inflado" y acusándolo de intervenir en la campaña electoral argentina en favor del entonces ministro de Economía, Sergio Massa. "Las cosas que yo dije son ciertas. ¿Acaso no fue preso por corrupto? ¿Acaso no es comunista?" sostuvo el mandatario argentino en una entrevista, insistiendo en que no pedirá disculpas por decir la verdad.
El conflicto tuvo un nuevo capítulo cuando Lula, en una entrevista con el sitio web UOL, reiteró que no había hablado con Milei debido a la falta de disculpas por sus comentarios ofensivos. Lula subrayó la importancia de las relaciones entre Brasil y Argentina, sugiriendo que las naciones son más grandes que sus líderes y que Milei debería centrarse en gobernar su país sin causar divisiones internacionales.
En contraste con su postura desafiante hacia Lula, Milei mostró un enfoque más conciliador respecto al papa Francisco. En una entrevista reciente, Milei explicó que había pedido perdón al pontífice tras haberlo llamado "el representante del maligno en la tierra". El presidente argentino admitió que su comentario fue inapropiado y que surgió de una malinterpretación de las diferencias en la visión y lectura de las sagradas escrituras entre ambos. "Me equivoqué, le estaba diciendo algo por pensar distinto. Él tiene una interpretación de los hechos y una visión distinta a la mía. No ameritaba que yo utilizara los calificativos que utilicé", afirmó Milei.
El mandatario también reconoció que había caído en la trampa de creer que las posturas del papa eran debido a su supuesta afinidad con el peronismo. Sin embargo, tras reflexionar, entendió que las diferencias tenían más que ver con la perspectiva jesuita de Francisco. "Fue mi error, por eso contesté como contesté. Pero me fui desasnando... Creo que tiene que ver con su lectura, después puedo compartir o no", concluyó Milei.
Este contraste en las actitudes de Milei hacia Lula y el papa Francisco subraya las complejidades de la política internacional y religiosa que enfrenta su administración, mostrando a la vez una intransigencia frente a sus adversarios políticos y una disposición a rectificar cuando reconoce sus errores personales.