Suben a 31 los muertos por el ciclón en el sur de Brasil
Debido a las inundaciones, 1600 personas quedaron sin hogar; el gobernador recorrió las áreas afectadas junto a enviados de Lula
Las inundaciones provocadas por un ciclón en el sur de Brasil arrasaron casas, dejaron a automovilistas atrapados en sus vehículos y anegaron las calles de varias ciudades, lo que causó al menos 31 muertos y la pérdida de los hogares de por lo menos 1600 personas.
Ocho de las últimas víctimas corresponden a localidad de Roca Sales, si bien el municipio de Muçum es el que más muertes acumula, con al menos 15, según un recuento provisional que las autoridades temen que siga aumentando, en la medida en que numerosas zonas siguen anegadas.
Es el "más mortífero evento climático en el estado de Rio Grande do Sul", dijo su gobernador Eduardo Leite, que sobrevoló las zonas castigadas junto a una comitiva del gobierno del presidente Luiz Inacio Lula da Silva encabezada por su ministro de Comunicaciones.
Más de 60 ciudades han sido afectadas por la tormenta desde el lunes por la noche, y el gobernador del estado Rio Grande do Sul, Eduardo Leite, dijo que la cifra de muertes es la más alta causada por un fenómeno climático en la región.
"El sobrevuelo que acabamos de hacer, muestra la dimensión de un suceso absolutamente fuera de lo común", dijo Leite en un video publicado en las cuentas de redes sociales del estado. "No sólo se vieron afectadas comunidades ribereñas, sino ciudades enteras que quedaron completamente comprometidas".
Las abundantes lluvias y los fuertes vientos causados por el ciclón afectaron 67 municipios y a más de 52.000 personas.
En Muçum, una ciudad de unos 50.000 habitantes, los rescatistas hallaron 15 muertos en una misma vivienda. Una vez pasada la tormenta, los residentes descubrieron un sendero de destrucción junto al río, y la mayoría de los edificios arrasados hasta el nivel del suelo. Las imágenes mostraban una oveja colgando de un tendido eléctrico, lo que indicaba lo alto que había subido el agua.
Desesperación "El agua llegó muy rápido, subía 2 metros por hora", contó uno de los habitantes de Muçum, Marcos Antonio Gomes, quien estaba de pie sobre una pila de escombros.
"No nos queda nada. Ni siquiera tenemos ropa".
En una señal de que la gente podría estar varada durante algún tiempo, el Ayuntamiento de Muçum aconsejó a los residentes que buscaran provisiones para cubrir sus necesidades durante las próximas 72 horas.
Gomes dijo que era la cuarta vez en 15 años que su casa se ve dañada por inundaciones. Sin embargo, indicó que esta fue una de las peores, y que anticipa más inundaciones en el futuro: "No hay manera de que podamos vivir aquí. Esto volverá a pasar. Tenemos que irnos de aquí", lamentó.
Muchas de las víctimas murieron electrocutadas o atrapadas en vehículos, mientras centenares de efectivos de los bomberos, defensa civil y la policía militar, así como voluntarios, continuaban las labores de rescate y de desbloqueo de los accesos a diferentes localidades, que quedaron incomunicadas por las lluvias.
Fuente: La Nación