Trump prohíbe a la Universidad de Harvard la matriculación de estudiantes extranjeros
Ordenó que sus más de 6.800 inscriptos foráneos sean transferidos a otra institución o salgan del país. Acusa a Harvard de vínculos con el PC de China.
El gobierno de Estados Unidos sorprendió este jueves al revocar la autorización de la facultad de la Universidad de Harvard para matricular a estudiantes internacionales y la acusó de conspirar con el régimen comunista chino.
Se trata del capítulo más agudo en el creciente conflicto de la administración de Donald Trump con la prestigiosa universidad. Como consecuencia La Casa Blanca exigió que miles de estudiantes de origen extranjero en sus aulas deben transferirse a otras instituciones o abandonar el país.
El ministerio de Seguridad Nacional anunció la medida afirmando que Harvard ha creado un ambiente inseguro en el campus al permitir que "agitadores antiestadounidenses y proterroristas" agredan a estudiantes judíos en áreas de la casa de estudios.
En esa denuncia incluso acusa a la la institución académica de coordinarse con el Partido Comunista chino, afirmando que albergó y entrenó a miembros de un grupo paramilitar chino en 2024.
"Esto significa que Harvard ya no puede matricular a estudiantes extranjeros y que los estudiantes extranjeros actuales deben transferirse o perderán su estatus legal", declaró la cartera en un comunicado difundido ayer.
La universidad matricula a casi 6.800 estudiantes extranjeros en su campus de Cambridge, en Massachusetts, lo que representa más de una cuarta parte de su alumnado. La mayoría son estudiantes de posgrado provenientes de más de 100 países.
Los especialistas advierten que la medida, si no logra ser revertida, tendrá un impacto significativo en los ingresos de la universidad y su solidez financiera.
La matrícula en Harvard alcanza a los 59.320 dólares para la cursada anual académica que comienza a finales de este año. Los costos pueden ascender a casi 87.000 dólares si se incluyen el alojamiento y la comida. Los estudiantes internacionales tienden a pagar una mayor proporción de los costos educativos en comparación con otros alumnos.
Un portavoz de Harvard calificó la medida de la administración de "ilegal".
Sostuvo que "estamos plenamente comprometidos con mantener la capacidad de Harvard para acoger a nuestros estudiantes y académicos internacionales, quienes provienen de más de 140 países y enriquecen enormemente a la universidad y a este país", declaró Jason Newton, director de relaciones con los medios de la universidad.
"Estamos trabajando con rapidez para brindar orientación y apoyo a los miembros de nuestra comunidad. Esta represalia amenaza con causar graves daños a la comunidad de Harvard y a nuestro país, y socava la misión académica y de investigación de Harvard".
Leo Gerden, estudiante de último año de Harvard, originario de Estocolmo y un firme defensor de los estudiantes internacionales en el campus, se mostró devastado por la noticia.
"Sin sus estudiantes internacionales y sin su capacidad para atraer a los mejores profesionales de todo el mundo, Harvard ya no será Harvard", declaró Gerden, quien se gradúa la próxima semana. "La administración Trump nos está utilizando como fichas de póquer en este momento", añadió. "Es extremadamente peligroso".
La disputa surge a raíz de una solicitud del 16 de abril de la ministra de Seguridad Nacional, Kristi Noem. La carta exigía que Harvard entregara información sobre estudiantes extranjeros que pudiera implicarlos en actos de violencia o protestas que, de lo contrario, podrían resultar en su deportación.
En una carta dirigida a la universidad este jueves, la ministra Noem afirmó que la sanción de la universidad es "el lamentable resultado del incumplimiento por parte de Harvard de requisitos de información básicos".
La funcionaria afirmó que Harvard puede recuperar su capacidad para acoger a estudiantes extranjeros si presenta una gran cantidad de registros sobre ellos en un plazo de 72 horas.
Fuente: Clarín