El BCRA confirmó que el supercepo no se flexibilizará hasta 2022
Prorrogó los límites al pago de importaciones; también la prohibición a los bancos de pagar dividendos para alinearlos con la norma que obligó a empresas a reestructurar deudas
El Banco Central (BCRA) confirmó por vía indirecta que no tiene previsto retocar el supercepo -es decir, los refuerzos al cepo cambiario dispuestos de urgencia durante el año pasado cuando las reservas líquidas de la entidad caían sostenidamente hasta llegar a cero (hacia octubre)- como mínimo hasta el año que viene. La conclusión surge de evaluar resoluciones que adoptó ayer, al extender hasta fin de año dos decisiones.
Por un lado, prorrogó la suspensión aplicada en tiempos del desembarco de la pandemia en el país (19/3/20) la posibilidad que los bancos tienen de distribuir utilidades entre sus accionistas. La entidad justificó entonces su decisión, adoptada por la Comunicación ?A?6939, en la necesidad de mantener sólidos y líquidos a los bancos ante la crisis que se avecinaba por el impacto del coronavirus.
Dicha prohibición, que ya había sido prorrogada tres veces, se mantendrá vigente ahora hasta que culmine el presente año.
Por otro lado, mantuvo las restricciones y requerimientos impuestos a las empresas para acceder al mercado de cambios y comprar divisas destinadas a honrar deudas por importaciones u otros pagos originalmente planteadas en la Comunicación "A" 7030 (luego mínimamente flexibilizada).
Con ambas decisiones, la entidad que conduce Miguel Pesce homogeneiza un horizonte de posible vencimiento para las tres normas básicas (la otra es la que obligó a las empresas a reestructurar las deudas financieras por vencer desde el último trimestre de 2020 y hasta el final de 2021), que dieron sustento al denominado "supercepo".
Con esas normas logró mayor control sobre la demanda de dólares por parte de las compañías, para cuotificar y adaptar esos pedidos a las disponibilidades de la oferta real y facilitar una recomposición en su tenencia neta de reservas.
El BCRA ya había avisado a comienzos de año, al definir sus objetivos, que buscaría "calibrar sus políticas para propender a la estabilidad cambiaria y fortalecer su posición de reservas internacionales".
También había advertido que lo central de las regulaciones cambiarias (aludiendo a las restricciones impuestas a la demanda de personas) seguirán "hasta tanto se potencie la capacidad exportadora del país? porque evalúa que contribuyen a ?minimizar eventuales presiones cambiarias".
Pesce al respecto suele repetir que las condiciones para avanzar en un desarme mayor del cepo no estarán dadas hasta que la Argentina no consiga exportar por unos US$90.000 millones al año. "Cualquier flexibilización antes de llegar a ese umbral sería volverle a colocarle limitantes al crecimiento del país", sostiene.
El último récord de exportaciones argentinas se produjo en 2011, cuando alcanzaron los US$82.981 millones. Y, según las últimas proyecciones de mercado, el país lograría unos US$65.300 millones durante el presente año y US$67.150 millones en 2022, es decir, se mantendría entre 26% y 27% por debajo de ese umbral aun cuando concluya 2022.
Fuente: La Nación