El campo hará un paro contra el cierre de las exportaciones de carne
El presidente Fernández defendió la medida; la Mesa de Enlace decidió que desde mañana y hasta el viernes 28 no se venda hacienda; en el Mercado de Liniers cayó 15% el precio de las vacas, categoría destinada al exterior
Con el trasfondo de un clima de fuerte malestar entre los productores, la Mesa de Enlace resolvió ayer realizar un cese de comercialización de hacienda durante nueve días corridos en respuesta al cierre de exportaciones de carne vacuna dispuesto por el presidente Alberto Fernández con la excusa de frenar las subas en este producto.
La protesta, decidida por la Sociedad Rural Argentina (SRA), Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Coninagro y Federación Agraria Argentina (FAA), comenzará mañana desde las 0 hasta el viernes 28 inclusive, período en el que no se venderá hacienda.
Ayer, Fernández defendió la medida en declaraciones a Radio 10, en las que apuntó contra quienes venden carne al exterior "como camisas" y fustigó al Mercado de Hacienda de Liniers.
"No es posible que en el Mercado de Liniers se venda carne para exportaciones porque tergiversa todos los precios del mercado interno", dijo.
También indicó que "hay exportadores que como antes compraban camisas y las exportaban, ahora compran carne y la exportan".
El freno a las exportaciones (anoche el Gobierno trabajaba sobre la implementación de la medida, si bien los exportadores ya no podían registrar ventas) tuvo un fuerte correlato en el Mercado de Hacienda de Liniers en su primera jornada hábil de la semana. Allí, las vacas, una categoría vinculada con la exportación (demandada por China, que se lleva la carne), se derrumbaron un 15,09%. Finalizó en un promedio de 94,607 pesos por kilo, por debajo de los 111,416 pesos del viernes pasado.
Los dirigentes de la Mesa de Enlace, que luego de anunciar el cese de comercialización realizaron una conferencia de prensa, insistieron en que ven similitudes entre las medidas que está tomando el Gobierno y lo que fue la resolución 125, en ese momento de retenciones móviles a la soja, que desató un conflicto de cuatro meses del sector con Cristina Kirchner. Los ruralistas prometieron defender a los productores y alertaron que el paro es el inicio de más medidas si no hay respuestas del Gobierno ante el rechazo al cierre de las exportaciones.
"Creo que las medidas que están tomando son muy similares a la 125, muy similares. No queremos llegar a mayores", dijo Jorge Chemes, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), que, no obstante, advirtió: "Estamos convencidos de que vamos a defender los derechos del sector productivo. Si termina o no en una 125 no lo sabremos". Para Chemes, que el conflicto no termine siendo efectivamente una 125 es ?responsabilidad? del Gobierno.
Para el dirigente de CRA, del lado del campo el anuncio del paro es el comienzo de más medidas si no tienen "una respuesta clara", dijo, y añadió: "Esta es una estrategia que se va a ir adaptando a las respuestas que tengamos".
Reacción "No sabremos si va a tener un desarrollo como la 125", dijo Carlos Achetoni, presidente de FAA, que también advirtió: "No vamos a permitir que se pierdan puestos de trabajo y perdamos la seriedad en el mundo". Achetoni indicó que la voluntad del sector es el diálogo para encontrar una solución. "Estamos dispuestos a una solución pronto, no a una escalada", sostuvo, Entre los ruralistas hay desconfianza hacia el Gobierno. Sucede que se vieron con Fernández en febrero pasado, cuando amenazó con retenciones y cupos para exportar, y en ese momento el jefe del Estado desactivó el conflicto. También hablan con funcionarios que, dicen, prometen cosas que luego terminan siendo otras.
"¿Cómo se puede generar confianza con funcionarios que no pueden sostener lo que se habló dos días atrás?", reflexionó Chemes.
Carlos Iannizzotto, presidente de Coninagro, consideró "un papelón" el cierre de exportaciones.
"El Gobierno se niega al diálogo y a generar previsibilidad", apuntó.
"No es el camino. Estamos llevando al productor a una desconfianza. No puede pasar desapercibido el intervencionismo", dijo para justificar la medida de fuerza del campo.
Daniel Pelegrina, presidente de la SRA, hizo foco en el impacto que tuvo la intervención en la carne llevada adelante en la anterior gestión del kirchnerismo. Al respecto, detalló que entre 2008 y 2011 bajó de 57,5 a 47,9 millones de cabezas el rodeo bovino, unos 10 millones menos. En el caso de los vientres, las fábricas de terneros, se perdieron 3,7 millones.
Pelegrina fue más allá: destacó que en materia de "activos ganaderos" la pérdida para el país fue de 30.700 millones de dólares. El consumidor no ganó por el intervencionismo, ya que, afirmó, el precio subió más del 54% a valores constantes. "Estamos muy disgustados y queremos expresar nuestro rechazo. Se pierden miles de puestos de trabajo; se pierde riqueza", agregó.
Pelegrina destacó que se recibió el apoyo de la cadena de la carne para la medida de protesta. "Nuestra decisión no es afectar a nadie, es reclamar por nuestro futuro", remarcó. Además, pidió a las autoridades que "recapaciten, que no sigan por este camino".
Fuente: La Nación