El Gobierno evalúa postergar la parada de Atucha I para evitar cortes de energía en verano
Esta medida permitiría mantener operativa la planta durante los meses de mayor consumo, evitando posibles cortes de luz. Sin embargo, la decisión enfrenta desafíos técnicos y regulatorios.
El gobierno enfrenta una carrera contrarreloj para asegurar la mayor cantidad de energía posible de cara al verano, debido a las preocupantes proyecciones de demanda elaboradas por Cammesa. Para evitar cortes de luz, Cammesa está en conversaciones con Nucleoeléctrica Argentina (NA-SA) para posponer el proyecto de extensión de vida útil de la central nuclear Atucha I, que debería cerrar a fines de septiembre. Esto permitiría mantener operativos los 362 MW que la planta aporta al sistema durante los meses de mayor demanda.
El informe de Cammesa advierte que la energía producida localmente, sumada a las importaciones de electricidad, no será suficiente para cubrir el pico de demanda proyectado para el verano, que podría alcanzar los 30.700 MW, superando en más de 1.000 MW el récord histórico de febrero de este año. Ante este panorama, el gobierno está evaluando aplazar el proyecto de extensión de vida de Atucha I para disponer de su capacidad durante el verano.
Para proceder con esta postergación, Cammesa o la Secretaría de Energía deberán notificar formalmente a la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN) para que se extienda la licencia de operación de Atucha I. Sin embargo, la decisión depende de varios factores, como el combustible disponible en el reactor y la licencia de operación, que vence el 29 de septiembre.
Las fuentes consultadas indican que el combustible actual de Atucha I solo alcanzaría para dos o tres meses de operación, lo que complicaría la extensión del proyecto. Aun así, si la central se mantiene operativa hasta el verano, podría reforzar el suministro eléctrico en un momento crítico, aunque esto requeriría un complejo acuerdo con la ARN.
El proyecto de extensión de vida útil de Atucha I, planificado desde hace más de una década y aprobado por la ARN, implica detener la planta durante dos años para realizar las tareas necesarias que extenderían su vida operativa por otras dos décadas. La licencia original de operación de Atucha I, que ya fue extendida una vez, expira el 29 de septiembre, lo que añade presión a la decisión.
Finalmente, aunque NASA técnicamente podría continuar operando la planta en verano si se suspende la parada ahora, extender la licencia requiere una resolución a nivel gubernamental, lo que complica la situación. Las fuentes consultadas subrayan que pedir una extensión de la licencia a la ARN es inviable, dejando la decisión final en manos de las autoridades superiores.
Fuente: Econojournal