El Gobierno vende parte de Transener y da 90 días para hacer ofertas
abrá una licitación por el 26,31% de las acciones a un precio base de US$ 206 millones. La eléctrica ya tiene a Mindlin como socio privado.
Supo ser una de las "joyas de la abuela", a tal punto que los años iniciales de impronta kirchnerista la llevaron a protagonizar uno de los primeros escándalos corporativos de Néstor Kirchner y sus amigosdel poder. Casi 20 años después, una porción de Transener pasará a manos privadas.
El Poder Ejecutivo avanzó la semana pasada para licitar definitivamente la venta del 26,31% del paquete de Transener, la transportista de energía en la que tiene participación a través de la estatal Energía Argentina (Enarsa), que a su vez es dueña del 50% de la Compañía Inversora en Transmisión Eléctrica (Citelec), la sociedad controlante de Transener, junto con Pampa Energía, de Marcelo Mindlin.
El precio base es de US$206 millones. Según pudo saber LANACION, será una licitación internacional y hay 90 días para hacer ofertas. Para abril, en el Gobierno esperan entregar ese activo a manos privadas. "Ya se firmó todo, solo falta que impacte en el sistema de gestión [GEDE] para que ya tengan acceso los grupos interesados", dijo una fuente oficial.
Citelec tiene el 52,64% de las acciones Clase A de Transener y el resto se reparte entre la Anses (19,57%) y el capital que cotiza en la Bolsa (27,79%).
La historia de Citelec se remonta a septiembre de 2007, cuando el entonces presidente Néstor Kirchner
Transener, un activo estratégico
bregaba por la argentinización de activos estratégicos y se encargó de que la estatal Enarsa, recién creada por Guillermo Moreno, comprara parte de Transener por US$54 millones en sociedad con la cordobesa Electroingeniería.
Fue la finalización de una larga negociación que había empezado cuando el gobierno objetó que Petrobras le hubiera comprado Transener a Perez Companc y le exigió entonces que se desprendiera de activos. Petrobras intentó venderle una parte al fondo Eton Park, ahora también demandante en el juicio de YPF en Nueva York que motoriza Burford, pero el organismo encargado de aprobar la operación objetó también el ingreso de ese fondo.
El propio Kirchner dio la orden de no firmar el dictamen. Apareció entonces Electroingeniería, una empresa mediana que hasta el momento de asumir el santacruceño se dedicaba a la construcción de tableros de control eléctricos en Córdoba. La gestión dio sus frutos y, a instancia de Kirchner, Petrobras vendió su 50% de participación accionaria en Citelec y las compradoras fueron Enarsa y Electroingeniería, que adquirieron el paquete en partes iguales.
Propiedad de Oscar Acosta y Gerardo Ferreyra, Electroingeniería tuvo un crecimiento explosivo durante el kirchnerismo. Hizo obra pública, autopistas, líneas de alta tensión, medios de comunicación (como Radio del Plata) y hasta se metió en la construcción de las represas del sur en sociedad con una compañía china. En 2016, ya sin Cristina Kirchner en el poder, el grupo empezó con problemas económicos. A poco de asumir, el gobierno de Mauricio Macri le hizo una oferta de US$27 millones y compró una parte. Es la que sale ahora a la venta.
Electrongeniería tiene hoy serios problemas con su socia china y Acosta y Ferreyra, sus dueños, están imputados en la causa Cuadernos: la Justicia considera que habrían participado del sistema de pagos y sobornos que tuvo como jefa a Cristina Kirchner. Casi 20 años después, aquella parte vuelve a manos privadas.
Fuente: La Nación






